Hola, soy Friedrich Nietzsche
1. Hola, soy Friedrich Nietzsche (Nichag, se pronuncia en alemán), y soy filósofo. Cuando escuchen a Richard Wagner, en cualquiera de sus obras, sepan que fue gran amigo mío. Su evangelio lo plasmó en notas. El mío en aforismos. Mis amigos cercanos y familiares me consideran genio. Mis enemigos me consideran loco. Los que son filósofos dicen que mi otra esta recargada de literatura. Los que son literatos dicen quemi obra está cargada de filosofía. No no pienso ni escribo para esos cretinos. Los aforismos son sentencias breves que tienen belleza del lenguaje y profundidad filosófica.
2. Mi pensamiento desde la concepción y la barriga de mi madre se formó religioso. Nací en una iglesia. Mi padre era el pastor y mi madre ama de iglesia y casa. Por lo tanto me aprendí el Alfa y Omega de los evangelios. Y cuando platicaba con niños más grandes o personas adultas, se daban cuenta de mi gran dominio sobre esos temas y me llamaban el pequeño genio o pequeño pastor, y yo me sentía muy orgulloso de ello.
3. Pero si era inteligente como me decían, me fui dando cuenta de varias cosas al interior de mi familia y comunidad religiosa, cosas que no viene al caso contar, por lo que se instaló en mi pensamiento la idea de que los creyentes tenemos dos caminos para seguir. Uno de ellos es instalarse en la comodidad y confort de la creencia, sin objetar pasaje alguno, so pena de ser considerado rebelde e indisciplinado y, en su extremo, hereje, y el segundo es buscar la verdad con mayúsculas. Yo opté por el segundo.
4. Optar por el Segundo, por supuesto, fue considerado una locura por mis amigos. Y me llevó por un camino satisfactorio en función de las nuevas conclusiones que iba encontrando. Y no había vuelta atrás, como quemar las naves para que no hubiera retroceso. Me fui dando cuenta que los moralistas eran inmoralistas, que los rectos hacían trampas, y que los que pregonaban la verdad eran unos mentirosos. Y esto no solo en el mundo religioso, sino en el secular. Aún no llegaba a la creencia de la no existencia De Dios, sino veía que muchos de quienes pregonaban su mensaje se comportaban como verdaderos anticristos.
5. Hay una expresión por la que se me conoce y es: "Dios ha muerto". Y se me acusa de misógino con citas fuera de contexto, como esa de "si vas con mujer lleva el látigo". Volveré a estos temas en puntos más adelante. Solo diré que mi filosofía fue considerada "del martillo", porque la tarea que me impuse fue la de derribar todos los fuertes cimientos y muros de una superestructura creada para el control de las personas, mente de creyentes y no creyentes. Se me ha tergiversado, por supuesto.
6. Soy Friedrich Nietzsche (se pronuncia Nichag) y soy filósofo con obra bella. Quienes en la posteridad lean lo que se escribe de mí, les alerto que habrá dos tendencias y a esas hay qué desenmascaras desde ahora. Si quien hable o escriba sobre mí desde el púlpito y la cátedra religiosa, de seguro que tergiversará mis ideas para presentarme como demonio o anticristo (y más que puse título de uno de mis libros), me presentará como amoral que planteo el desorden social con primicia en importancia al desfasamiento libre de los instintos y necesidades para satisfacerlas por la fuerza. Y por supuesto habrá quienes estén de acuerdo conmigo aunque minimicen los alcances de mis ideas por considerarlas que a ellos mismos puedan acusarlos de nietzscheanos como sinónimo de libertinos apologistas del mal.
7. Por eso me defino desde ahorita como ni santo ni demonio, solo hombre, individuo de una especie entre las tantas que habitamos la tierra. Y que este planeta es una esfera en movimiento circular, perdida y olvidada en un vasto universo. Y que esta especie a la que pertenezco le fue dado encontrar algunos sonidos guturales que se convirtieron en palabras y que esto derivó en miles de años en evolución para elaborar conceptos, generar ideas que en resumen fueron elementos para llamar seres inteligentes y racionales. Pero que fueron destruyendo las condiciones de vida del planeta y se extinguieron y regresaron de nuevo en otra etapa evolutiva.
8. Una parábola en primera persona. Un mediodía, con sol radiante, salí a caminar con una lámpara de queroseno encendida, y al pasar frente a una iglesia, donde estaban cientos de feligreses, escuché y vi que se burlaban de mí, y me preguntaron: "insensato, ¿a dónde vas en pleno sol con una lámpara encendida?" Y ante mi respuesta de que andaba buscando a Dios, se burlaron aún más, y me dijeron entre risotadas y carcajadas que por poco se orinan: "¿Acaso se te salió del bolsillo? ¿Acaso se te escapo de la casa? ¿Acaso destrozó el cerrojo de la celda donde lo tenías recluido?" Y mi respuesta los dejo sin palabras: "Creo que me he adelantado al pasar ante ustedes, dormidos aún, aunque creen que ven".
9. Viejas rencillas hay en los debates a fuerza de ganar la razón. Yo soy Friedrich Nietzsche (Nichag, en alemán). Y no. Los que no saben leer dicen que yo dije que "si vas con mujer, lleva el látifgo". Y no. En "Así habló Zaratustra", no lo dije yo, ni tampoco el personaje central, sino la viejecita. Cita:
-"¡Y ahora toma, en agradecimiento, una pequeña verdad!Yo soy bastante vieja para ella! Envuélvela bien y tápale la boca: de lo contrario grita en voz en cuello esta verdad".
-"¡Dame mujer, tu pequeña verdad!", dije yo. Y habló la viejecilla: "¿vas con mujeres? ¡No olvides el látigo".
Pero es el patriarcado a través de la viejecita que lo dice. Ni mi personaje Zaratustra, y menos yo como autor.
9. Una tarde encontré el libro "El mundo como representación de la voluntad", de Schopenhauer. Y fue una revelación. No dejé de leerlo hasta que lo termine, solo dormía dos o tres horas y seguía leyéndolo. Este sí el filósofo con mayúsculas. Todos los demás, incluyendo a Platón y los filósofos de la escolástica no fueron más que charlatanes, chapuceros, que engañaron a la humanidad con falsas ideas. En Schopenhauer encontré al maestro, a mi alma gemela en ideas. A la existencia humana la mueve la voluntad como motor del su movimiento. Y el mundo mismo es representación de la voluntad del hombre. por extensión llegué a la conclusión que la voluntad de poder es la razón de la existencia humana. Eso es lo que lo mueve.
10. En la Navidad me deprimo, me angustio y lloro. ¿La razón? es muy sencilla: miro a niños y ancianos alegres festejando en función de engaños, ilusiones, ideas que no son propias, y se aprovechan de ellos, vendiéndoles cosas que no necesitan, y arribar a la situación de siempre pasadas esas fechas. En esos días me ven taciturno, callado, enfermo. "¿Que le pasa", me pregunta el médico al que acudo. La existencia humana es una tragedia. Que me valía más acabar con mi vida. ¿Pero sabe por qué no lo hago? Porque me sostiene seguir indagando y llegar a otras conclusiones sobre la existencia en general, y la razón de existencia del hombre".
11. ¿La moral? Hay dos. La de la masa sin sustancia individual, y la de los poderosos. Aquella es la de la resignación, compadecimiento, votos de pobreza, sublimación del dolor. En síntesis: esperanza de recompensa en otro mundo. Y la moral de los poderosos. La del aquí y ahora. La de la riqueza. La del poder a costa de lo que sea. La de la mentira disfrazada como verdad. Y ninguno de ellos es el superhombre. Este es el que ama, el que respeta a la amistad, el que deja vivir a sus instintos y a la vez los controla. El que no se deja manipular, ni intimidar. El que siente temor, pero no lo muestra. El que no entiende la palabra pecado, pero no hace daño a los demás. El que se supera. El que busca la excelencia. El que no es indiferente ante la injusticia.
12. Hola. Yo soy Friedrich Nietzsche (EN alemán se pronuncia "Nichag).
Si bien con Kierkergard se destaca de entrada la relación con su padre y la religiosidad. Con Nietzsche me permito destacar la importancia que tiene para su él la amistad, como una relación que define su personalidad y tiene como resultado la definición de su obra.
¿Y dónde coincide Friedrich Nietzsche con Carlos Marx? En el ateísmo. Solo que Nietzsche va más allá: donde Marx miraba las relaciones económicas (los modos de producción) como motor de la sociedad, el sentido de la historia y el desarrollo en la plenitud del hombre, Nietzsche mira la nada, el vacío, la desolación total. Miraba al hombre en la soledad sideral, de habitar un planeta, pero sin finalidad alguna, como toda especie de vida.
Si nos asomamos a los títulos y subtítulos de su obra, nos damos una idea de
que desde allí quería dar entender lo complejo de su pensamiento y hacia donde dirigía los misiles de su guerra de ideas:” La gaya ciencia”; “Así hablaba Zaratustra”; “Más allá del bien y del mal”; “El anticristo”; “La voluntad de poder”; “Ecce homo” (cómo se llega a ser lo que se es); “Humano, demasiado humano”; “La genealogía de la moral”; etc.
Despotricaba contra Hegel. De él decía que era el abuelo de la filosofía. Es decir, anquilosado. Argumentaba que retrasó en gran medida el avance de las ideas filosóficas, al argumentar a favor de lo absoluto, o sea Dios.
Pero “Dios ha muerto”, afirma rotundo. Mientras el ateo Marx considera que Dios no existe, pero con el materialismo dialéctico asume como misión del hombre la búsqueda de la concordia y la bondad (la conciencia de clase para luchar contra la imposición de las relaciones de trabajador explotado y patrón explotador), y que esta es determinada por el materialismo dialéctico, al morir Dios, como figurativamente expresa Nietzsche, todo pierde sentido. Es decir: si Dios no existe o más bien, Dios ha muerto. Nietzsche considera como tragedia a la existencia humana.
El ateo Nietzsche nace (1844) y crece cristiano. Nace en parroquia y su padre es pastor. De abuelos pastores y profesores de teología.
Apodado el pequeño pastor, creció entre mujeres.
Dos de sus grandes sensibilidades en su relación con el mundo son la amistad y la música. Confiar siempre en alguien, y considerar a la música como gran expresión armónica del mundo. Fue amigo de Wagner. Él mismo compuso varias melodías, una de ellas significativas por lo que aquí se plantea: Himno a la amistad.
Como estudiante fue muy destacado. Aquí dice en un poema, en el que refleja su sentir religioso, pero anunciando su tormenta interior:
“Suyo soy, y siento las ataduras/ que en la lucha me inmovilizan;/ de poder volar
entero me pondría a su servicio. Te quiero conocer, desconocido. A ti que me agarras en lo profundo de mi alma, que pasas a través de mi vida como un huracán. / ¡Tú incomprensible, hermano mio de sangre!/ Te quiero conocer, te quiero incluso…”
En esa edad de estudiante considera que el azar no existe. Que todo tiene un orden, pero no sabe el origen. Que la historia son hechos concatenados.
Y refiere la pregunta ¿qué es la humanidad? ¿Una cadena evolucionada? Aunque en su respuesta todavía está tratando de encontrar esa respuesta en función de Dios. Aunque desde la perspectiva de la duda razonada.
¿Una obra de relojería, perfección sin fin? Costumbre, necesidad de algo superior para explicarnos con facilidad la existencia. Romper con todo lo establecido. La duda si no estaremos extraviados luego de creer a ciegas esos dos mil años de la existencia de una imagen, por más cierta que parezca.
Todo esto pasa por su cabeza cuando tiene 20 años e ingresa a la Universidad de Bonn.
Aquí hace el planteamiento de que el hombre tiene dos caminos: instalarse en definitiva en el confort de la creencia religiosa, donde no hay dudas, sino ¡certezas, o buscar la verdad, que es un camino sinuoso, a lo mejor espantoso, porque lo que se va encontrando es el derrumbe de todo lo que se ha edificado en el pensamiento del creyente, lo cual conduce a la angustia y mayor incertidumbre.
Pero como en los cuentos un día Nietzsche se encuentra un libro de Schopenhauer, y no lo deja: “El mundo como voluntad y representación”. Y considera que ha encontrado algo parecido a la revelación o piedra filosofal. Lo lee fervoroso. Apenas duerme unas horas para despertarse y seguir leyendo. Aquí se abre una etapa nueva en el pensamiento nietzscheno. Y es Schopenhauer quien le da el empujón que necesitaba.
Dudaba de todo el andamiaje de ideas religiosas. Se va distanciando de todas ellas. Pero no había encontrado un filósofo que reflejara exactamente lo que él sentía. Y lo encuentra precisamente en Schopenhauer. Porque además plantea este la función del arte, que coincide en Nietzsche con su amor fervoroso por la música.
Junto con Schopenhauer, el filósofo Friedrich Albert Lange unfluye sobre él, al considerar imposible de captar la esencia infinita de la vida y existencia ilógica, a través de la experiencia finita del ser humano.
Mucho qué decir de él, se afirma que la Navidad representa para él un dolor insufrible, casi al llanto, al ver a los niños y ancianos en las festividades de esas fechas. Quiero imaginar, al considerarlas falsas en su esencia.
La tragedia de Nietzsche es dejar su fe religiosa, que fue el centro de su vida de infante y joven, y quedarse sin nada.
En algún momento de su vida expresa la pregunta ¿qué sigue?, teniendo como base el alejamiento de su fe religiosa, y vislumbra un retorno a la misma fe, pero solamente luego de un gran periplo. En todo caso, dice que es preferible el movimiento que lo lleve a él, que la inmovilidad de las ideas.
Habiendo varios amigos que influyeron en él (de manera recíproca, se influyeron ambos) con Richard Wagner el músico, encuentra completa la coincidencia entre ambos: filosofía y música. Lo frecuenta. Y entre la charla y la música encuentra la razón de ser luego de que vive en el vacío luego de despojarse de las ideas religiosas.
Es en esa etapa donde logra encontrar y dar sentido a sus conceptos: Y se sintetiza entre las figuras los dioses Apolo y Dionisio: la belleza y la vida mundana del vino y los placeres. Pero todo tiene que ver con la tragedia como tal. Es lo que encuentra en el mundo griego y especialmente en las tragedias. Y es la interpretación que hace. Si la existencia humana es una tragedia, es el arte la que logra darle sentido a la vida.
Pero termina su relación de amistad con Wagner. Y de allí sigue en la ruta personal construida. ¿Qué más hay?
Para darnos una idea de la manera de razonar de Nietzsche en sus relaciones de amistad y sus separaciones, tan pronto los ensalza con expresiones de lo mejor, como los rebaja con calificativos bajos: teatralidad y oropel, refiere a Wagner, de quien antes habría dicho que era uno de los más grandes, logrando captar lo sublime de la existencia en su música.
Frescura en Bizet, pesadez en Wagner.
En esta cita puede resumirse la idea que domina el pensamiento de Nietzsche:
. «En un apartado rincón del universo, entre el resplandor de innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro, sobre el que bestias inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la historia universal; y sin embargo sólo un minuto. Tras unos pocos respiros de la naturaleza el astro se enfrió y las fieras inteligentes hubieron de morir. Era también una cosa del tiempo: pues aunque se ufanaban de haber conocido muchas cosas, al final se dieron cuenta para su gran disgusto, de que todo ese conocimiento era falso. Murieron maldiciendo la verdad. ¡Así eran aquellos animales deses- perados que habían encontrado el conocimiento!” “Sobre verdad j mentira en sentido extramoral (1873)”
Cada libro representa, aparte del pensamiento de una etapa determinada, en “Humano, demasiado humano”, libro de aforismos, da cuenta que todo lo que se haga y se piense, y se reflexione y se cree, es obra del hombre, y no de algo divino. En la segunda edición incluye los aforismos de “El caminante y su sombra”, con cuyo título da a entender que son “diálogos” entre el mismo y su sombra.
Para 1980 le dice a su médico: la vida es una carga demasiada pesada. Ya me hubiera ido, si no fuera que esa carga con sus sufrimiento y angustia me provee de excelentes experiencias intelectuales.
Se enamora de Lou Salomé. Luego de separarse ella le dedica el siguiente poema:
Como ama un amigo al amigo,
así te amo yo, vida enigmática,
haya gritado de júbilo o llorado por ti, me hayas proporcionado alegría o dolor.
Luego de altibajos sentimentales y distanciamiento de su propia hermana, a Nietzsche le sostiene la idea de su obra. Por lo cual sigue escribiendo. Es cuando aparece “Así habló Zaratustra” (un libro para todos y para ninguno). Nietzsche es ese dios que habla desde su ateísmo, considerando que sabe de lo que trata la tragedia de la existencia humana.
Nietzsche entra a un estado de euforia. Se extasía con el aire, el sol, los viandantes, etc. Y me recuerda a una mujer en 1990, bien vestida, caminando por el malecón de Villahermosa, sonreía, alzaba las manos dando gracias al cielo, brincaba, sonreía, hablaba sola, y volvía a dar gracias al cielo.
Ayer en la noche oscura
yo estaba de pie junto al puente...
Mi alma como un arpa,
tocada por manos invisibles,
cantaba secretamente un canto de gondolero, temblando de tornasolada felicidad.
Pero ¿lo ha escuchado alguien?
En esta etapa Nietzsche ha perdido la cordura. Esscribe cartas, cuyas ideas no son de persona que busca comunicarse de manera normal. Firma como Dionisios y como el crucificado.
Critico, destructivo y reconstructor
En el primero: ¿Qué es la vida? Si la filosofía dice que la vida tiene sentido, es una mera ilusión. Es una mentira que hay qué desenmascarar. Considera a Platón ya la religión como los dos más grandes embaucadores.
En la segunda: De nuevo ¿qué es la vida? Si el hombre ha sido engañado, es preciso desengañarlo. La vida es el sinsentido. Es el nihilismo puro. Si con Dios se buscaba sentido. Con la muerte de Dios muere tambien el sinsentido. En el principio fue el sinsentido.
En la tercera: si Dios está muerto y no tiene sentido la vid. Habrá qué buscarle un resquicio de sentido, que puderia ser el arte. Habrá que crear valores nuevos. Habrá que cambiar la negación por una nueva afirmaciçon. Es entonces que encuentrans etnido los conceptos de superhombre, el eterno retorno a lo mismo y la voluntad de poder.
Parábola del insensato:
Con una lámpara busca a Dios. Y los creyentes se burlan de él. Es cuando responde que Dios ha muerto porque lo hemos matado. Luego estrella la lámpara en el suelo. Y dice: “llegué demasiado pronto. No es mi tiemo. La luz necesita tiempo”. Y todos callan.
Friedrich Nietzsche, visionario escéptico, seguro que su periplo en su viaje por el mundo de las ideas lo lleva en el eterno retorno a su creencia en Dios, pero desde otro punto de vista, luego de la experiencia en la vida, la gran tragedia en el unvierso.
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