El jorobado danés

 Algo sobre su vida

De su vida, se sabe que nació en Dinamarca, que fue hijo de padre grande de edad, casado en segundas nupcias. Que siendo el pequeño de varios hermanos, estuvo muy apegado a su padre, y que este deseaba que su hijo fuera pastor. Que su padre era comerciante exitoso. Y que poco a poco fueron muriendo sus hermanos y su madre. 

Desde chico se mostraba inteligente y participaba en las discusiones de los amigos de su padre sobre temas de moral y religion. 

También se sabe que su padre era melancólico y que su hijo Sören iba adquiriendo la misma característica en su carácter. Por otra parte el físico de Kierkergaard no era admirable: flaco de piernas, algo desviadas, y caminaba de manera algo rara algo inclinado, que parecia tener una joroba.

También se sabe que enamoró a una bella chica quinceañera de nombre Regina, que fue por siempre el amor de su vida, y que la pidió en compromiso de matrimonio. Pero antes de casarse él disolvió el compromiso debido a que sabía que su destino a causa de sus ideas era hacerla sufrir, y no quería el mal para ella y prefirió separarse. 

Junto con el hecho de la separación de Regina, hay otro hecho que no debebemos perder de vista: a los 82 años su padre le confió que su mala suerte se debió a que cuando él era joven maldijo a Dios y que era el castigo que recibió y estaba recibiendo. 

El contexto religioso, mezclado con lo político y social en su país estaba determinado por una religión de estado, en la que quienes la dirigían ente el clero, y los servidiores en las iglesias, eran trabajadores que recibían su salario de parte del gobierno. Y por tanto esta situación determinaba que dirigieran dicha religión en función de mantener en aletargamiento a la feligresía con conceptos de pecado con castigos de infierno, y recompensa del cielo para quienes se comportaran de manera adecuada de acuerdo a las reglas instituidas.

He aquí entonces que tenemos a un escritor religioso, furibundo antihegeliano, y predicador de sí mismo. Sören Kierkegaard se define a sí mismo como escritor cristiano, cuya obra es sobre el cristianismo y la manera como se enfrenta el problema para ser “un buen crsitiano”. Pero además agrega que esa actitud lo enfrentará de manera conciente, directa o indirectamente  contra todo aquello a quien llaman “cristiandad” y él la califica como “monstruosidad”.

 

Algo sobre su obra

Prolífico, su obra puede dividirse en tres etapas:

1.El ciclo de Regina

2. Intermedio religioso

3. El ciclo de crsitiandad.

En el primero destaca “Lo uno o lo otro” (1843), que incluye “El diario de un seductor”; “In vino veritas”; “Temor y temblor”; “La repetición”; “El concepto de angustia”; y otros.

El segundo destaca con “Migajas filosóficas”; “Apostillas conclusivas no científicas a las migajas filosóficas”; “Dialéctica de la comunicación ético-religiosa”, y otros.

Y el tercero contempla: “La enfermedad mortal o tratado de la desesperacion”; “Ejercitación del crsitianismo”; “Juzgad vosotros mismos…”; “Libro de Adler” y “Las obras del amor”.

Ademá otros tantos libros llamados de comunicación directa (o mas bien dedicados a temas y personajes específicos).

 

La parabola del navío y el punto blanco

Sören Kierkergaard se siente elegido y premonitorio, por lo tanto se da cuenta hacia dónde va la sociedad. Dicho sentir visionario lo iIustra Kierkergaard con la parábola del navío que lleva más de mil pasajeros que en la noche tienen fiesta a la que se une la tripulación. Solo un marinero, sin autoridad en el barco,  ha visto el punto blanco en la lejanía que significa una borrasca. Nadie más sabe, nadie más se ha dado cuenta. Todos siguen en la fiesta. Pero la noche será terrible.

Así él considera que sabe lo que vendrá: la historia ha entrado en una borrasca de calamidades donde no hay vuelta atrás. Él como filósofo y escritor religioso sabe lo que viene pero no tiene autoridad alguna en la sociedad para evitarla. Aün así considera su deber alertar y luchar con sus ideas contra quienes se aprovechan de la religión para seguir con el status quo de la comodidad. 

 

Tres categorías básicas en el pensamiento de Kierkergaard

1.La existencia

Aquí refiere a que la existencia no se determina por la multitud, sino por el individuo concreto. El existente. Y este tiene dos opciones. Una, pasar como cualquier individuo de cualquier especie. O tomar conciencia de su propia existencia y tomar decisiones en función de esta toma de conciencia. En este concepto, a diferencia de Hegel, para quien el hombre tiene la función de reonocerse como tal, para Kierkergaard la función es hacerse. Ser, siendo.

Señala asimismo que la caracteristica del existente es que no se pone él mismo en la existencia, sino que es puesto. Y se infiere que es puesto por Dios.

El existente está en el tiempo en función de devenir. Se comprende en pasado, pero se es en el devenir. Y en ese devenir permanente el individuo se enfrenta de manera constante a la toma de decisiones.

 

2. La subjetividad 

Nos enfrentamos a dos conceptos, objetividad y subjetividad, en relación al pensamiento. Para el filósofo el pensamiento es objetivo. Realiza abstracciones para comprender la existencia misma, y por tanto, se separa del existente. En cambio para Kierkergaard, existir y pensar es uno solo. Y cuando el existente piensa y reflexiona sobre la misma  existencia, es entonces que le llama

 

3. El individuo

El pensamiento de Kierkergaard se centra en el individuo concreto. En la singularidad del ser uno y no otro. La sociedad en su conjunto es un abstracto. Lo colectivo es una abstracción sin manos ni pies. La masa es la nada que se mueve.Un plasma que se derrama. Lo que importa es el individuo y su existencia como pensante. De allí sus movimientos, sus motivaciones y anhelos, sus luchas personales, su angustia y pesadumbre por el destino que deviene siempre. La existencia humana es el individuo sin más. De allí que se le considere como el padre del existencialismo, corriente filosófica contemoránea.

 

De la angustia a la fe

 Angustia y desesperación son los ingredientes para pasar de un estadío a otro. 

La angustia no es miedo. Este refiere al temor a algo concreto y específico. En cambio la angustia es producto de pensar en la existencia y no tener respuestas. No saber qué sigue en el devenir. El miedo es físico por algo físico. La angustia es metafísica, pensar en lo que no se sabe, para lo que no hay respuestas, y si las hay no lo satisfacen.

La angustia es pensar el futuro. Se origina por lo que no ha sucedido y es solo posibilidad. El hombre es siempre una posibilidad.

El futuro es posibilidad de libertad. Pero esta no sucede a causa de lo que se considera pecado. Es decir: se pasa de la angustia por el futuro, al sentimiento del pasado como culpa.

Mientras la masa da seguridad, alejarse de ella tiene como resultado la angustia y deesperación. Estas aislan.

De la angustia y desesperación salvan la fe. He aquí el ejemplo de Abraham, que por fe está decidido a matar a su hijo Isaac. ¿Lo recordamos? Como prueba de fé, Dios le pide que sacrifique a su hijo Isaac. Que lo mate como prueba de su obediencia a Él. Abraham toma la decisión de matar a su hijo, para lo cual una mañana lo lleva al monte. Y a punto de matarlo, Dios lo impide, y le ordena que mate a un cordero a cambio de matar a su hijo.

 

Grave dilema se le presentó a Abraham: amar a su hijo y por fe tomar la decision de matarlo al recibir la orden.

 

De la angustia, desesperación y pesadumbre que siente el individuo, el “existente”, que lo hace sentir vértigo ante el vacío, lo salva la fe. El hombre de la masa busca el cobijo de lo colectivo, y a esto apela la religion de estado. El hombre siente miedo. La masa lo cobija. La religión lo tranquiliza. La religión de estado lo controla. El caballero de la fé (dice Kierkergaard) no tiene miedo ni está desesperado. Por fuera es un hombre común. No es maestro ni dirigente de iglesia. Por dentro se sabe distinto. Está en comunión con Dios y eso le basta. Su ganancia individual: no está deseprado. No tiene temor.

 

Sobre el salto, la paradoja y el escándalo

Kierkergaard se afirma dialéctico, pero a diferencia de Hegel, que es dialéctico del concepto, él se define como dialéctico de la existencia.

Y si Hegel consideraba que el paso de un estado a otro (o de un estadío a otro) por decir, de la inconciencia a la conciencia, de lo antiético a lo ético, de lo infrahumano a lo humano se hacía mediante la mediación, Kierkergaard, radical, consideraba que era a través de un salto. Este salto determinaba pasar de lo finito a lo infinito.

La paradoja refiere a se es lo que se es; y entre más perfecto se es, más se es. Se adiverte aquí una tautología: Dios es Dios y no requiere demostración, por que es la más perfecta, la más sublime de las subjetividades.

De Migajas filosóficas: «No se debe menospreciar la paradoja, ya que la paradoja es la pasión del pensamiento, y el pensador sin paradoja es como el amante sin pasión: un sujeto mediocre. Pero el paroxismo de toda pasión consiste siempre en querer su propia ruina y así la pasión máxima de la inteligencia es querer el choque, aunque este choque pueda convertirse de una manera u otra en su ruina. Entonces, la suprema paradoja del pensamiento consiste en querer descubrir algo que él mismo no pueda pensar... 

Si Dios no existe, no se puede desmostrar; y si existe, no hay necesidad de demostrarlo.

Pero hablemos del escándalo. ¿A qué se refiere Kierkergaard sobre dicho concepto? Pongamos nuetro caso. ¿Qué entendemos por escándalo? Algo que atera lo cotidiano. Y lo altera sea para bien o para mal, porque no hay difrencia sustancial en el hecho. Algo se altera y se cuenta dicha alteración y recuenta el hecho por mucho tiempo. Es la reiteración, es la repetición. Es el escándalo. Lo mismo susede con Dios y con Cristo, dice Kierkergaard. No se puede comprender a Dios. Ni aún mediante el hombre conocido como Cristo. Es un hombre de aspecto comùn y además impotente ante la muerte. Causa escándalo por lo que dice. Le crean o no. Confíen en él. Lo crean impostor o lo crean el Hijo de Dios, aquel desconocido.

El hombre pasa por tres estadíos: el estético, el ético y el religioso. Para pasar de uno a otro, es a través de saltos. El primero es el de lsa sensaciones. El segundo es el comportamiento acorde al bien. Y el tercero es la comunicación y entendimiento con Dios.

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