Reconoced el cielo

El cielo no es sueño ni utopía. Es reconocerse en el gusto por la vida. Los discos de vinilo. La usb campante memoria de amaneceres. La sensación del éxtasis en el amor, la carta o el beso. El fruto en flor. Y los amigos. El paraíso es la palabra. Melina griega. Zhivago con Larissa. Muriat y sus sentidas melodías. He de comer el durazno. El cielo no está en otra parte. Está en tu pensamiento y el polvo de tu cuerpo. El límite son las imágenes que construyes, las palabras que utilizas. Y la manera de esbozar los sueños. Y vivirlos en la utopía del tiempo. Reconoced el cielo por su boca y la luna. Y en el dar sin condición. Reconoced el cielo. Las altas verjas de flor. Los alelíes. Los aceites untuosos. Y el vestido de domingo. El poema fijo a la puerta de la entrada. Y el olor de la sonrisa. He allí el cielo.

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