Vamos
Vamos. La tarde es un suspiro. Como suspiro ha sido la mañana. Las palabras se han renovado. Como las aguas del río abajo. Ejercemos razones de prisa en las horas vivas. Y pasan a ser horas muertas al instante. Un pasado para los recuerdos. Un presente que se escapa ipso facto. Y el hombre discutiendo en razones de existencia. Buscando los tres pies al gato. Como uñas a la pared del pozo. En caída libre, por el tiempo que se escapa. Vamos al recuento. Y que el recuento no ocupe nuestra vida. Que la tarde sean elementos nuevos para el recuento en la llegada al andén último. Vamos. La tarde es apenas un suspiro. Y se va también. Para la llegada de la noche.
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