Los domingos
Los domingos son oportunidad para el suspiro. Hacer de todo lo que se quiere. Hasta el no hacer es forma ritual del descanso. Un buen libro a la derecha. Y un aromático café. Y dejar que los minutos que lo conforman nos muestren la nueva flor. Y dejar entrar el viento por las ventanas y la puerta. Que el polvo se mueva. Si al fin es el destino. Que deje espacio mientras tanto. Hacer la nieve que se quiere. Preparar palabras en uso doméstico. No sé. Yo escribo por ejemplo de mi madre y padre. Y lo que sus años dieran en recompensa. Y se recuerda lo que no fue. Y lo que sí y ya no. A partes iguales. Los domingos pido paz. Y el suspiro se reitera. Evoco abrazos. De amigos que ya no están. O los de lejos. La distancia es la barrera. Este domingo. Buenos días. A todos los corazones y almas. Las del buen proceder.
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