A la hora de la lluvia
La lluvia llega a la cita en punto. Antes nubarrones y rayos. Con todo el despliegue del gran teatro universal. Efectos sonoros, truenos. Mueve el viento frenético las hojas. Y nos recordamos, inevitable. La lluvia baja el mensaje de la naturaleza, ese Dios a quien le cambiamos de nombre según la circunstancia. Nos asomamos desde la caverna. Transparencia líquida. Y las sonrisas de algarabía. A la hora de la lluvia. Nos mojamos. Nos mojamos. Y cantan en coro Dioses y ángeles.
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