De propósitos

1

Diría Joan Manuel Serrat: "Y bueno pues. un año más, que se va colando de contrabando". Y nada de contrabando, que en el fluir del tiempo, por decirlo de ese modo, somos nosotros quienes nos vamos yendo, de a poquito, en la suma de los instantes, y que acumulados son semanas, meses, años. Y ya por iniciar el 2023. Bienvenido.

2

Cada fin de año muchos aprovechamos para hacer un alto y revisión de lo hecho y de lo por hacer, como una especie de plan, y que sirva como brújula. Que el tiempo es el mismo, sí. Que el ser humano nombró día al giro inmemorial que hace la tierra sobre su propio eje, sí. Que lo que llamamos año no es otra cosa que el giro que hace la tierra alrededor del sol, también. Solo que algunos evaluamos aunque somera y ligeramente (otros lo harán al cien) lo que hicimos en el año que se va y enlistamos lo que queremos hacer en el que sigue. 

3

Yo por ejemplo pienso en mi salud, lo que requiero de hacer ejercicio mental y físico, para prevenir decaimientos, estrés, soponcios y todo eso que nos aqueja conforme va pasando el tiempo. Si antes los amigos nos juntábamos para echar el rol y "pistear", luego para tomar café, en estas últimas la plática gira en ofertas de medicamentos al dos por uno, y si conviene un bastón de aluminio o de madera, como esos bellos bastones que utilizaba Jorge Luis Borges, para ver si así mi inspiración le llega cuando menos a los talones del genio.

4

En lo físico acercarme al yoga y a caminar haciendo ejercicios de respiración -en lo posible de boca a hoja-, y a ver si por abril ya tengo algo de condición física y puedo trotar. Y en lo mental, aprenderme una palabra nueva cada día, para reponer la que olvide... "¿qué te estaba diciendo?"... "aquí tengo la palabra, aquí la tengo, al rato en el transcurso de la plática me voy a acordar", decimos. Y es el encendedio de luz ámbar de alerta que nos hace la desmemoria. Y entonces es necesario tomar provisiones y suceda menos.

5

Seguir en este ritmo de escribir diario, que no es gran cosa, quizá aumentar las cuartillas diarias, y eso tiene que ver con las horas que le dedico a ello. Ya va para tres años que lo inicié, aunque el blog donde escribo ya tiene once años, por lo que he llegado a los 7100 textos, que algo es algo, y bastaría a mí, como critico fiero de mi mismo, que cien de esas muchas cuartillas tuvieran la calidad para publicarse. Aclaro, calidad de acuerdo a mi criterio, el de lector viejo.

6

Valoro en todo lo que vale el café, el que bebo y disfruto. Siempre con ánimo renovado, con la sonrisa más franca, y las palabras nacen del alma, porque me inspiran a seguir adelante, conectándome con el universo. El café es esa vía que muchos no comprenden, y me llena de gozo total. 

7

Admiro a quienes escriben a mano. Yo lo hago con computadora. Me relacioné con el teclado qwerty desde los trece años, y ya he explicado por qué. En resumen: una bella maestra para adultos en esa mi edad me invitó a practicar en el maravilloso mundo del amor al teclado, en esas viejas máquinas de talleres de mecanografía. Pero trataré este año que está por iniciar, de llevar un cuaderno donde escriba textos breve, para comprobar ese dicho antiguo de que si lo escrito es bueno y es breve, es entonces doblemente bueno. Ya tengo el cuaderno con la mirada de El Ché.

8

Aficionado a la sombras y la luz, seguiré tomando fotografías de la flor, el árbol, el ganso, los perros, el puente, la noche, las nubes, los pájaros en el alambre, el atardecer, el rocío, la grama,  Y seguiré manchando páginas en blanco con grafito y lápices de colores, a ver si como el burro que sopló la flauta, algún día la casualidad y dedicación me ayudan a que junte dos lineas y las pinte de un modo bello, así como algunas palabras acomodo mejor. A veces.

Comer menos, mirar más; dormir menos, soñar más; sentarme menos y caminar más. Todo en esa proporción, que equilibre entre el hacer y el no; entre ver y observar; entrever y asomarme; y fajarme con la guitarra sinuosa por las tardes con alguna guía para lograr aprenderme los acordes con esas disonancias que los hace sonar distinto y mejor. Asimismo aprenderme 12 canciones una por mes, de las que siempre me he querido aprender, lo cual no debe ser difícil: "A mi manera"; "Torma a Sorrento", "Caminos de Michoacán", "Peregrina" y otras así. En mi memoria tengo 135.

10

Escribir cartas a amigos y amigas. Aprender más sobre las plantas y los animales. Hacer algunas cosas de madera (perchero, caja para herramientas). Hacer composta para buena tierra. Aprender a acabar con las termitas, solamente porque se comen mis libros de cuentos, novela y poesía. 

11

Y seguir soñando en un mundo mejor, aunque sea utopía que me haga caminar siguiendo el horizonte, porque los músculos sin uso se atrofian y el agua en pantano va adquiriendo mal olor. Y cosas así. Mientras tanto, vida con salud. Y en la memoria siempre los seres queridos.



 




 


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