Malasangre presentó “Atavismos del caminante”

 Rodeado de familiares, amigos y curiosos turistas, el poeta Malasangre, oficialmente conocido como Lorenzo Morales, presentó el jueves pasado, su libro "Atavismos del Caminante", en el Hotel Viva, de Villahermosa. 

Malasangre es poeta de varios oficios. Se mencionan algunos: taquero, paellero mayor, albañil, riente y bohemio fijo, vendedor de sueños, cocinero, mesero, reparador de almas, oyente, platicador, viajero, lector, promotor cultural, prominente en la amistad, solidaridad y el compañerismo, ejecutivo y peón de eventos culturales, formador de nuevos valores en las letras, formador de agrupaciones. 

 

Cuenta que entró a estudiar, y se enfrentó con el establishment magisterial (docto en formas, cuadrado en argumentos). Referían a lecturas. Y el choque por las visiones tan distintas fue inevitable. "Sálgase de mi clase" "No me salgo". "Se quede es lo mismo, usted no va a pasar mi materia", le sentenció el docto. Y ni modo, a salirse el Mala, no solo de la clase, sino de la escuela. Y a aprender de la universidad de la vida. "Mala", le decía cariñoso y afable el buen Porfirio Díaz Pérez, quijotesco promotor de la lectura.

 

Malasangre llegó puntual. Vestimenta formal. Saco negro y pantalón igual. Sombrero tipo americano de gentilhombre. Platicaba efusivo en primera fila.  Luego se fue hacia el presidium y quizá por el calor se quitó el saco. Ya se había quitado el sombrero dejando un pañuelo azul sobre su cabeza. Su tiempo, el nuestro, marcado por los relojes. Con lentes para ver mejor sus poemas. Los asistentes se tomaron fotos con Malasangre. Lo entrevistaron. Se hizo la foto grupal. Se quedó trabajando otro poco con Ricardo Cámara sobre nuevos y alucinantes proyectos.

 

Entre los comentadores del libro, Paulo Jonathan, orador y escritor con inquietudes fuera de lo común, destacado campeón de la palabra, leyó un texto bien escrito, bien estructurado, sobre la obra y sobre la persona del autor. Destacó las luces del poeta, su fino y terrenal verso. Y sobre el autor destacó la generosidad y la alegría. 

Asimismo vinculó los versos del folclor ballenato colombiano en la canción "La gota fría", de Emiliano Zuleta Baquero, compuesta en 1938, popularizada por Carlos Vives 56 años después. "¿Qué cultura, que cultura va a tener un indio yumeca como Lorenzo Morales; qué cultura va a tener, si nació en los matorrales". Lorenzo Morales, acordeonero aquel, por este Lorenzo, poeta, que cultura "sí tiene" porque nació en Atasta City.

 

La espada de Damocles es el cáncer y lo es para Malasangre. Lo sabemos y lo cuenta. También cuenta del tratamiento mediante "quimios". Y el deterioro que causa dicha quimio en la búsqueda científica de la curación. Caída del cabello, afectación en la piel, adelgazamiento, lo notorio, cansancio, en el ritmo de la respiración, hipo, y mucho más. Todo ello en el cuerpo. El alma del poeta se mantiene ahora en mayor aceleración de vibraciones. Si antes de por sí, ahora mucho más, y para bien, escribiendo mucho, leyendo, publicando. Conciencia del tiempo y de la vida. Esta, de todos, nuestra, fugaz, efímera.

 

Cuenta y cuenta Lorenzo de la vez que escribió el libro motivo y pretexto del evento, "Atavismos del caminante". Fue una noche en San Cristóbal. Como un delirio y manar de fuente. Incesantes los versos, integrando los poemas, componiendo un poemario, el libro esa única noche. "Fue Jaime Ruiz, poeta, quien también puede contar la anécdota". Se encontraron, y Jaime le dijo que ya se iba a vencer el plazo de convocatoria para el concurso del Premio regional de poesía José Carlos Becerra, "y ¿por qué no participas?" "¿Será?", expresó la duda. Y la duda pudo imponerse, pero la necesidad obliga, y, empujando, se logró imponer al fin. Y además hay premio en económico y publicación del libro. El jurado fue Ciprián Cabrera Jasso (yo vivo en esa calle 252), Fernando Nieto Cadena (poeta ecuatoriano radicado y fallecido en Villahermosa) y Norma Domínguez De Dios, conocida comunicadora y promotora cultural.

 

En su turno, la maestra Sofía Paz contó de su admiración sobre el poeta celebrado. Desde que lo conoció, hará unos diez años. Y leyó un bello y sentido acróstico, en el que expresa parte de su sentir hacia la persona y creador de poesía. Ante el ser humano activo y multifacético. Agradece la invitación para participar. Y luego Ulises, nuestro Ulises del trópico húmedo y calcinante, invita al público a participar. La maestra y poeta Mary Carmen Luna leyó un poema sobre su gusto por los caballos, aunque nunca ha tenido uno, dice. Yo una carta recientemente escrita y enviada. Un primo de él sobre algunas anécdotas. La poeta y promotora cultural Dalia Velazquez sobre su estimación desde que lo conoció, admirable por su Don de gente, su obra y su entusiasmo en la promoción. Y una también joven admiradora leyó un poema de él. 

 

El poeta leyó poemas del libro presentado. También de un poemario nuevo que verá a la luz -anunció- por una editorial argentina. Presentó un libro que le está editando una editorial local. Comentó de sus planes a futuro, que inició con Murmullos del Golfo, una Red de Talleres literarios, que se amplía a Red de Lenguajes de Artes, porque en su decir, los artistas plásticos le reclamaron fraternalmente: "¿Y nosotros qué, carnal?". Y sería internacional. Recordemos que el Golfo toca en tierra a poblaciones desde la península de Yucatán, hasta la Lousiana También cuenta que uno de sus maestros fue el poeta Teodosio García Ruiz. Y el otro el narrador y científico Luis Alonzo Fernández Suárez. "Del taller de Teodosio yo fui el único". Refiere Malasangre al único que se formó bien y, como se muestra en su obra, ha sobresalido. 

 

Malasangre: "...Ya lo había dicho antes/ uno tiembla y gime en estos cuartos cerrados esperando el resplandor del día/ titubea como la mañana misma que no viene/ y después invade lo todo con su murmullo sordo/ con su estrépito de gestos nombrando dolorosos lugares/ Y es cierto/ a veces uno se ahoga sin poder comprenderlo entre esas voces dormitadas/ cuerpo adentro/ y pretendemos gritar a ojos abiertos el miedo invisible/ el invencible volumen de nuestras alucinaciones quebradas en medio del silencio/ a la mitad del sentir interior..."

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