La computadora en la enseñanza
Así como el machete, hoz
o azadón, o cualquier herramienta para el desmonte, no tienen culpa de
la alta hierba; así como la cuchara de albañil y pala, no tienen culpa que el
cimiento no se haga o la pared no se levante; o en su caso se construya mal;
así las computadoras no tienen culpa de su mal uso. Y por extensión, de su uso
o no en el trabajo escolar.
Lo anterior por la importancia, en estos tiempos, de un
equipo de cómputo. Este representa, entre otras cosas, lo actual en la tecnología, que precisamente tiene
un desarrollo vertiginoso. Es el futuro que se encuentra entre nosotros, porque
el futuro va siendo a cada instante el tiempo presente. Impensable hace veinte o
treinta años lo que estamos viendo: computadoras, internet, whatsapp, redes
sociales, fotos digitales, memorias usb, entre otras muchas.
Aunado a eso, los teléfonos celulares tienen usos de
muchos propósitos: internet, procesador de palabras, comunicación, fotografía y
vídeo, grabadora, reproductor de música y muchos otros.
Ignorar lo anterior va en demérito de la educación de
nuestros niños y jóvenes. No se puede
soslayar en la escuela a la tecnología, porque como diría Don Jesús Reyes
Heroles: “lo que se soslaya, estalla”. Precisamente por eso es necesario detenernos
y reflexionar sobre dicho tema.
Sobre todo por la repercusión e impacto que tiene en el
pensamiento de los estudiantes, por un lado, y por otro, la habilidad tecnológica
nula, mediana o alta de los profesores en educación básica. La reflexión sobre
este último tema será en otro momento.
Hay un concepto un tanto peyorativo, pero real y
necesario reflexionarlo en estos tiempos, que tiene que ver con la tecnología,
el de “analfabeto digital”. Vendría siendo el individuo que no maneja la
tecnología. No sabe nada de internet. No sabe nada de computación. Y por lo
tanto no maneja programas o procesos que se manejan con la computadora.
El alumno que llega a un grupo, en el que el docente no
maneja nada de computación, salvo que este sea un lector habitual, se aburre.
No se puede comunicar fácilmente. Porque manejan conceptos distintos sobre el
tiempo presente, que está vinculado de manera
muy importante con la tecnología.
Haciendo un paréntesis. Actualmente una gran cantidad de
actividades se efectúan, con ahorro de tiempo y espacio, a través de los
equipos de cómputo y las redes. El simple hecho de escribir y guardar en
archivos; el diseño de proyectos de
construcción sencillos o sofisticados. Pero no solo en esto. Sino también en
medicina, la banca, compra y venta, aviación, vehículos, fotografía y cine,
geolocalización, criminalística, etcétera, etcétera.
Entonces el no manejar las herramientas de cómputo, nos
limita en nuestras pretensiones de empleo laboral. Y en todo caso, en la
percepción de nosotros en relación con los demás.
Volviendo al tema.
La tecnología no es moda. Es, simple y llano, el avance
de la ciencia en distintos procesos. Y se hace necesario que nuestros
estudiantes tengan la posibilidad, en equidad, de aprender el manejo de dicha
tecnología. En caso contrario estaríamos haciendo más grande la brecha entre
estudiantes pobres y estudiantes con recursos económicos.
Una gran cantidad de familias del país, económicamente,
no pueden adquirir un equipo de cómputo para sus hijos. Esto es real. Y estos
niños, conviven a diario en un salón, donde otros niños tienen las
posibilidades de tener internet y computadora en su casa. Precisamente aquí
radica la importancia del Programa federal de Inclusión y Alfabetización
Digital (PIAD), que entrega a todos los alumnos de quinto grado de primaria una
laptop o tableta para uso educativo.
No reflexionar en esto y no valorar la importancia del
equipo entregado, ni tomar medidas para su cuidado y uso eficaz, nos llevaría a
condenar a nuestros niños y jóvenes estudiantes a situaciones de desamparo en
el conocimiento y manejo de la tecnología.
Viene a colación el tema del uso de las computadoras en
la enseñanza, por el comentario descalificador de un apreciado maestro sobre el
(PIAD). El maestro en mención entre otras cosas dice (en su texto con dos
faltas de ortografía) que el PIAD es un programa fallido. Electoral. Etc. Mi
respuesta: Mi estimado y distinguido maestro, no culpe a la
herramienta. Eso es muy simple y limitado. Además cuide su ortografía. Saludos y un abrazo.
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