Debatan, que algo queda

 1.

Con el pronóstico de lluvias intensas por cuatro días, me fui anoche a la cama. Y casi de manera excepcional revisé mis redes de internet. La palabra red me da la idea de pesca. Pero también de las que se utilizan en algunos deportes como el tennis y el voleibol. Y en las redes me encuentro de casualidad con la transmisión del debate Trump-Biden. Está de más decir que me encantan los debates. Que como maestro de secundaria es una de las estrategias que más utilizo para el desarrollo verbal de mis alumnos. “Debatan, que algo queda en las mentes”, es mi arenga con los alumnos. Es una de mis banderas como maestro de Español.

 

2.

El debate es una de las áreas donde se utiliza la oratoria parcialmente, pero no basta. En el caso del debate político este se asemeja en mucho a las peleas de box y lucha libre, incluyendo piquete de ojos y zancadillas. El clásico perfil de una batalla es cuando se enfrenta un técnico contra un rudo. Hay escupitajos, golpes bajos, todo para el morbo y beneplácito del siempre respetable público.

Y hay por supuesto diferencias en los debates políticos. En México hemos sido testigos de ellos, sobretodo a partir del cambio de paradigmas en cuanto a la composición política del país. Antes no lo había porque no se necesitaba. No había oposición electoral real. Los estadounidenses en cambio tienen mucho tiempo en ese tipo de actividad política pública. Ya desde del imperativo de la imagen con la televisión. Del primer debate de John F. Kennedy con Richard M. Nixon, leo que este no aceptó maquillaje, se le veía cansado, pálido y ojeroso. Además el traje que utilizó fue un gris Oxford que lo desdibujó con el fondo. Recordemos que era la imagen en blanco y negro. En cambio a Kennedy se le vio relajado, seguro y el maquillaje le resaltó sus facciones. Además el traje era negro. 

 

Hay una película que se llama en español Los debatientes, o El gran debate. Es del 2007. En ella el maestro de universidad Mel Tolson (Denzel Washington), prepara a un grupo de estudiantes negros hasta llevarlos al campeonato nacional, teniendo la particularidad que la final será enfrentar a un equipo de muchachos blancos de la universidad de Harvard. Muy interesante la didáctica película, sobretodo para maestros, porque finalmente es la preparación para el desarrollo de las habilidades lingüísticas, las que les permite a los alumnos desenvolverse mejor en la vida para su toma de decisiones personales. 

 

Anoche Trump se la pasó interrumpiendo las exposiciones de Biden. Y a este le tocó un mal traductor que lo hizo ver lento y desconectado en ideas, y por lo tanto inseguro. Reitero, en la voz del traductor. Porque en inglés se escuchaba su voz muy fluida. 

Y en la transmisión que vi al moderador le pusieron traductora mujer, lo cual me desconcertaba y retrasaba mi comprensión de quién habla y la concordancia con la imagen.

Biden tenía un estribillo: “no es verdad”; “no es verdad”. Esto en las interrupciones con alegato que le hacía Trump. El moderador repetía hasta el cansancio: “señor presidente, no lo interrumpa”; “señor presidente, déjelo terminar”; “señor presidente, voy a tener que alzar la voz”.

Los temas fueron los más acuciantes para la opinión y sensibilidad de los estadounidenses: economía, conflicto racial, cambio climático. 

“Tu hijo salió corrido vergonzantemente del ejército”; “estaba desempleado por muchos años hasta que tú llegaste a la vicepresidencia”, le sorraja Trump. Biden se defiende: “mi hijo tuvo problemas con las drogas pero como familia salimos adelante”; “el debate es para discutir sobre problemas del país, no para hablar de las familias; yo no terminaría en varias noches si hablara de la tuya”.”Mi hijo estaba desempleado como miles de personas de este país”.

Palabras más menos.

“Payaso”, “mentiroso”, las flechas a Trump. La respuesta reiterada contra Biden: “Izquierdista radical”.

El moderador fue el periodista de la cadena Fox News, Chris Wallace. Y la sede fue la Universidad Eestern Reserve, de Cleveland, Ohio. 

Sobre el cambio climático, que incluye los recientes grandes incendios  de California. Biden: “Volveremos a los acuerdos de París”. Trump: “debemos gestionar aire limpio; los incendios se producen porque hay muchas hojitas, y alguien enciende un cigarro”.

Al final el moderador los invitó a pronunciarse sobre el resultado de las elecciones. Biden ofreció la aceptación del resultado del conteo de votos, y llamó a sus seguidores para aceptarlos igualmente. Por su parte Trump no hizo lo mismo, anticipa fraude anticipado en el conteo de votos por correo. Cabe recalcar que para esta elección de noviembre, y debido a la pandemia, el votó podrá hacerse vía correo. 

Un verdadero espectáculo para consumo del electorado norteamericano. Y bueno, la dosis de morbo que despierta, lo confieso, me hizo estar pegado a la pantalla.

Pero queda claro que me gustan mejor los debates que se pueden organizar como practicas en los salones de clase. O las prácticas de declamación y oratoria. O cuando redactan sus textos creativos.  

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