El amor
1
Espera. ¿Donde nos quedamos? Te contaba de mis andanzas, de mis sueños, de mis esperanzas. De que amo las cosas sencillas. De que no me doblega la rutina, aunque sea la que me rodea. Y trato de darle color a los instantes, aunque todo parezca gris. Cierto. Allí nos quedamos. Pues entonces deja que hoy domingo siga con este divagar permanente. De entrada trato de justificar mi día con este inicio de textos con o sin tema.
2
Ya he dicho y repetido hasta el cansancio de que tenemos una sola vida. Y que esta la compartimos con muchas especies. De plano no las conocemos todas. Y que crecimos en una sociedad que nos hizo creer que la especie estaba al centro del universo y que todas las demás son especies subordinadas y para nuestro provecho o admiración. Nada más falso. Todo ello ha dado como resultado que haya pesca y caza furtivas. Que despellejemos animales para vender la piel. Que quitemos los colmillos de elefante y cuerno de rinoceronte para el marfil. Y hasta andamos matando animales d esos que se dice que tienen propiedades para la voluptiusidad.
3
He visto excesos grabados en vídeos, y peor los que no son grabados, donde se ven no solo a animales que son abandonados, sino que son mutilados por el solo placer de desmembrar cuerpos vivos, sin minimo sentimiento de compasión por su dolor y pérdida de movilidad o visión. Antes vimos las condiciones de vida que le dan a otros animales o los que son utilizados en los circos para beneplácito de los niños y adultos sin saber de las condiciones en los que viven.
4
Las peleas de gallos en los palenques, y las peleas de perros, o el extremo trabajo en bueyes y caballos para jalar yuntas o carruajes turísticos. Y se mira su piel lastimada. Se mira su mirada resignada, cansada o expresión de dolor.
5
Pero si nos asomamos un poco más, supimos desde niños que había y sabemos que sigue habiendo tráfico de seres humanos, desde aquella esclavitud antigua, hasta la moderna donde a los trabajadores se les tiene trabajando veinte horas en campos o minas, en las peores condiciones de existencia.
6
Yo von a testimoniar lo bello, dice el poeta. Y hace florituras y juegos de palabras con imágenes bellas para preservar el canto de las aves, el vuelo de las mariposas, el ondular del barco, la retentiva de las olas para volver insistentes a la playa. O el beso, hablemos del beso, o tomar café en un balcón de casa. No los versos no cambian nada, es cierto.
7
¿Que cambia con los versos? Nada. La bala no se detiene ante la hoja en blanco, ni ante la hoja escrita. Pero lo otro es callar, hace como si no pasara nada, voltear la mirada ante el despojo, ante el golpe, ante la ignominia y la humillación. Es quizá cómodo, es quizá redituable, solo que no se me quita de la cabeza la ruindad y la indiferencia. Nos llaman la belleza y las palabras rítmicas, la metáfora bien lograda. Solo que la vida es más que eso.
8
Elogio al fracaso. Toda la poesía es un elogio al fracaso. Sea cual sea. Pura, barroca, lírica, épica, amorosa, sensual, minimalista. Toda es un rotundo fracaso. Circularán en hojas sueltas, en libros pequeños y delgados, o en pesadas enciclopedias, lentas, guardadas en anaqueles de viejas o nuevas bibliotecas. Quedarán en bits como si fueran nada. Toda la poesía, repito, es un elogio al fracaso. Solo el triunfo es escribirla. No detienen cataclismos ni guerras. Pero es el aire que respira para mantener viva la humanidad.
9
El amor es una máscara, solo el odio anda sin ellas. El amor es una justificación de la materia, para darle sentido, junta de eslabones, carnada para los peces, anzuelo para ingenuos. Pan para el café. Una bienvenida y un adiós. Un roce pedernal. Un velo que es máscara del afecto. Y en el principio y fin, no es más que un sueño, como la vida misma. Solo que siendo una y fugaz la vida, sin amor, es un sinsentido. El tiempo da cuenta de ello, triturando los cuerpos con una sensación de lentitud que va creciendo hasta darnos cuenta que todo fue tan rápido.
10
El agua de río da forma a las piedras. Las arrastra. Las entrechoca unas a otras Les quita aristas. Las traslada de forma en forma. las limpia y da brillo. Hasta que en su viaje se acercan al mar donde quedan enterrdas como parte final de su trayecto. Así el ser humano, la vida y el tiempo le dan forma. Lo ideal es que en se transcurrir le quite malos modos, malos hábitos y la amargura que lacera al doble. Y llegar al final del tiempo amorosos, reconciliados, héroes de sí mismo, con una sonrisa final, altos de besos y abrazos, persiguiendo la primera o última palabra del verso final de su vida.
12
No la poesía no sirve para detener los estropicios. Pero nos justifica. Poe, Pound, Celine, Whitman,
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