Creo en ti

1

Creo en ti. Y eso me hace diferente. Pensar distinto es lo natural. Todos pensamos distinto. A veces coincidimos y a veces cedemos para alcanzar el consenso. Pero lo normal es que pensemos distinto. Y es allí, al no comprender esa verdad de a peso, donde surge el conflicto. Y este persiste cuando el otro o uno piensa que tiene la razón inamovible y absoluta.

2

Cómo no creer en Dios. Y cómo pensar que existe. Es tema antiguo y actual. Donde a veces se busca un concepto que medie y por lo tanto concilie a ambos. Y aún así, la persona creyente tiene un concepto absoluto e inamovible de tal manera que hasta cree en un infierno en llamas parecidas a los dibujos que algún pintor ha creado y un paraíso entre nubes y ángeles con música de trompetas celestiales. Claro. Concedo que hay de creyentes a creyentes.

3

Y en discusiones así se nos va la vida y llegamos al último instante sin haber vivido a plenitud (qué es eso) temiendo ir al infierno y arrepintiéndonos de todo nuestro pasado en pecado para asegurar un perdón final. Me dicen, me cuentan que esto sucede. Yo no lo sé de cierto ni por experiencia. Pero sí.

4

A veces escribo el tema de un credo personal. Y a la libre van surgiendo áreas específicas de mi creencia. Solo que en el tema de Dios no me he metido. No porque crea o no. Simplemente porque el tema es un conjuro para el llamado al debate terrenal y estéril. 

5

Ejemplo, si escribo "creo en ti". Trato de referirme a algo que está en mi pensamiento. Pero que el lector ubique ese "en ti" en algo que corresponda a su forma de pensar y a su conjunto de creencias. Para mi es la manera de dirigirme por escrito a un Dios distraído en tantos temas importantes que difícilmente se va a asomar a ni vano texto. Y ese vano texto representa un logro de mi movible presente. Pero yo no pienso ni escribo, ni algo por pequeño que sea puedo hacer, si no es por una fuerza mayor que nos mueve a todos los vivientes y a todo lo viviente. Ni una hoja se mueve sin ello. Y pienso en ese espacio que está más allá de mí mismo y más allá acaso de lo que yo pudiera imaginar.

6

Yo pienso en todo lo que sucede a mi alrededor y lo hago desde una perspectiva general. Pero imagino la sincronía de todo mi interior para que la vida permanezca, se alimente, crea de crear y de creer, ponga en acción mi energía y, esta, a mis partes del conjunto del cuerpo para que yo camine y haga mi camino al andar.

7

Yo leo. Y lo que leo es una obra producto de alguien distinto y semejante a mí. Que en sus horas y días de creatividad ha recibido un impulso único con vericuetos de pensamiento específicos e irrepetibles que dan como producto "Cien años de soledad", "En búsca del tiempo perdido", "El hombre sin atributos", "Rayuela", "Hojas de hierba" y tantas otras. ¿Alguien  le dicta al que escribe? ¿Alguien se somete a los dictados? Cuando miré la réplica de la Capilla Sixtina en Puebla 2019, quedé impresionado por tanta línea, trazo, color, imaginación, creatividad. Y me digo esto solo pudo hacerlo Dios. O un enviado de Dios. Pero solo es un decir. Como decir que tiene que existir alguien algo mucho más allá y acá de nosotros.

8

Precisamente todo este conjunto de divagaciones es una manera de mostrar que pensamos distinto aunque tengamos nuestra coincidencias. Un día en una librería de viejo me encontré el libro Cartas de la Rue Taibot, de William Saroyan. Y me quedé impresionado de su prosa, aunque fuera traducida al español. Una de esas cartas la escribe a Dios. Y lo hace de una manera tan bella y sencilla. Que me dije: he de tener la tentación de escribir una carta a Dios, pero siempre tendré en cuenta que hay una ya y muy superior. Gracias Saroyan por escribirla.

9

Pensar distinto es tan natural. El grave problema de la sociedad es no pensar, no reflexionar, no analizar, creer sin informarse, asegurar sin tener elementos, creer a ciegas en la publicidad y en la propaganda. Es algo tan mortal como una pandemia. Y la cura para ese mal y es leer y dudar de lo que se lee. Es escuchar tratando de comprender. 

10

Yo creo que pensar es posible. Que pensar informado es posible. Que dudar es necesario. Héme aquí tratando de exponerme. He aquí mi interior, desnudando mi alma. Creo en el amor y en la amistad. En el perdón y en la locura creadora. Creo en la bella flor del campo y en la planta que nace y crece en áreas de concreto o de pantano. Creo en lo bello de coincidir en este tiempo y en esta geografía. Creo en ti.



Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?