Talleres de humanidad
Talleres de humanidad 1 Un viejo anhelo de los educadores también ya viejos, es que debe haber talleres por todos lados. Y de todo tipo, en los que niños, jóvenes y viejos aprendan algo que necesiten y quieran, o solamente quieran. Tanto talleres de oficios, deportivos, artísticos y culturales. Sería fenomenal. Se afirma, desde los griegos si no me equivoco, que "el ocio es la madre o padre (o padrastro) de todos los vicios". Y al florecer este, entonces nos quejamos de los altos índices delictivos, y la sociedad en picada. 2 De niño, mi padre me ubicó en una tienda de abarrotes. Allí no aprendí oficio alguno. Me ponían a limpiar mercancía, a pelar cebollas y cacahuates, a poner mercancía en los aparadores. Aprendí sí, la disciplina, el aguantar un horario, a ayudar a los clientes. Pero me hubiera gustado me hubiera acomodado en un taller de herrería, plomería, pintura o de reparación de instrumentos musicales. Pero aprendí el esfuerzo que se requiere para ganar con sudor y