"Pasiones", en voz de Laura Díaz

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Casa Alebrijes se vistió de palabras e historias de tono erótico-carnal el sábado pasado. Laura Díaz, cuenta cuentos, nos deleitó, haciéndonos reír y llenando nuestra imaginación de imágenes voluptuosas, cachondas y raras en eso que se le llama hacer el amor, el contacto lúbrico, a través de relatos hilados con la misma temática: la variedad de personas a los que se enfrenta quienes ejercen el oficio viejo de ganar dinero con el sudor de las caderas. aunque, y es lo extraordinario, los clientes que le tocan a esta personaja, y precisamente de los que cuenta, son raros especímenes quienes solo quieren ser escuchados, comprendidos en sus gustos y preferencias sádicas y de cualquier otro tipo, que para gustos se rompen géneros. 

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El lenguaje lo trasladamos de generación en generación, junto con otros tantas cosas, para ser lo que somos, seres humanos- a la manera de mantener una antorcha con fuego y este no se extinga. Así las personas dedicadas al oficio de cuenta cuentos, mantienen la llama de la tradición oral. Mas no solo narraciones y relatos de este tipo, sino todo aquel conjunto de hechos reales o ficticios, o mezcla de ellos, creados por la imaginación. Los cuales se conforman de sueños, anhelos, lo oído, lo imaginado, lo fabulado, etcétera. 

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Con lleno total, a pesar de, o precisamente por el clima frío, con lluvia esporádica, amenazante, Casa Alebrijes albergó el espectáculo, para contar y bien, por parte de Laura Díaz, con nombre sugerente, de escote enunciativo: Pasiones. Y dio inicio con el clamor de la amada hacia el amado, con los famosos versos de El Cantar de los cantares, bíblico, cuando La Zulamita expone su dolor ante el amado ido.

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Y a partir de allí, del planteamiento del abandono, cuenta del acercamiento con el alcohol para ahogar las penas, y de allí a conocer otras personas, a quien al principio se entrega para ol idar al amor del Cantar, para luego separarse, y seguir encontrándome sabor a esas noches entre penumbras con amores ocasionales. Que no amores, sino acompañantes ocasionales quienes buscan bálsamo al vacío de la existencia.

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Historias qué se unen de una a otra, del juego tipo, aún más raro el anterior. Mezcla de placer como mirón, como un transformer, como la manera de cumplir fantasías largamente acariciadas y soñadas. Y el público a la expectativa, gozando los cambios del juego cliente, al cual más raro. 

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Incluso con el delirio de hacer el amor con cadáver, a causa de que en el despertar de la adolescencia, este cliente en específico se había venido literalmente de eyacular con el roce de la sábana mientras su tía lo empujaba una y otra vez para que besara a su madre mientras su bulto de erección tras la tela se restregara de manera natural con la sábana qué cubría a su madre, hasta que llegó al clímax.

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Y de allí hasta que la personaja interpretada por la Cuenta Laura lo acompaña a profanar una tumba reciente para hacer el amor con un cadáver de mujer 40ñera. Y el relato contado, entre el humor negro, y lo grotesco, causa hilaridad entre los asistentos. Porque la imaginación de quien cuenta hace suntonía con los que escuchamos.

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Casa Alebrijes se ha convertido en referencia de enseñanza aprendizaje y de promoción ctural en la ciudad de Villahermosa y en la región, con actividades de tipo variado: clases de danza, teatro, , lecturas de obra, presentación de libros, talleres de literatura, club d electuras, cuenta cuentos, tanto en espectaculos específicos, como el de wste sábado, como los Encuentros anuales y asimismo los viernes (y otros días previo acuerdo) ofrece platillos de la cocina tradicinal mexicana y sudamericano.

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El clima de cruel invierno tropical de los 17 grados más la humedad en Villahermosa, Tabasco, no fue obstáculo para los fan de esta actividad en la que se mantiene vivas la palabra y la imaginaciónión.