Ama, de ser posible

1

De ser posible agradece el despertar. No cualquiera tiene esa dicha. Y ya despierto piensa en hacer el bien, que aunque lo consideres poco, ayuda al bienestar general. Si no hicieras el bien, fíjate bien, bastaría que no hicieras el mal, y todo sería mejor. No importa el lugar de tu vivienda, ni el trabajo que hagas, por sencillo o importante que sea. No hacer el mal, y combinado con hacer el bien, fácilmente seríamos una sociedad mejor.

2

"Es usted iluso", me dicen a veces. Y no las contradigo. Solo que prefiero ser iluso, que desesperanzado. El iluso sueña con un mundo mejor.  Y el desesperanzado no le encuentra sentido a la vida, si no es quejándose de todo. El desesperanzado manda a sus hijos a la escuela sin saber por qué o para qué. El iluso en cambio sabe que pequeñas acciones solidarias, van cambiando el mundo. Y que el aprender algo nuevo es cosa buena, para un destino mejor de los hijos. El esperanzado procura cambiar él mismo, y los que dependen de él. Entre uno y otro yo prefiero ser iluso.

3

Si despertaste y te asomas a la ventana, mirarás que todo fluye. Y ¿sabes una cosa? Si no despiertas lo mismo fluiría tal como la ves. El sol estaría iluminando las calles y casas. Pasaría la gente a su trabajo. Y voltearía a ver hacia tu casa, y pensarían que ya no estás, porque lo supieron, estuvieron en tu velorio, y ahora miran el moño negro. Y voltearían otros días más, pensando lo bueno o malo que eras. Y luego se olvidarían de ti. Así va este negocio del vivir. Perdón por la palabra negocio. Pero la palabra significa "negación del ocio", así que emprender y hacer es cosa buena, para el mejor vivir. 

4

Entonces si te despiertas, te asomas y miras por la ventana que todo fluye. Pasan frente a tu casa y te miran y se saludan. Y se desean el buen día. Revisa las plantas, por si requieren agua y alimento. Si tienen sus hojas sanas. Y disfruta la flor que está allí ya abierto el botón. Ni florea la planta por ti, pero qué belleza natural se ofrece a tu mirada. No hay belleza si no anida en tu interior, esto tenlo siempre presente. Lo contrario asimismo lo dice, y mucho mejor, sin duda, el poema Itaca, de Kavafis: "A los lestrigones y a los cíclopes,/ al enojado Poseidón no temas,/ tales en tu camino nunca encontrarás,/ si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta/ emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta./ A los lestrigones y a los cíclopes,/ al fiero Poseidón no encontrarás,/ si no los llevas dentro de tu alma,/ si tu alma no los coloca ante ti..."

5

De ser posible respira profundamente, y luego de hacer menesteres propios de casa, y el acicalamiento para salir, sonríe a conciencia, siente el aire y sigue tu ruta al trabajo. En lo posible respira profundo unas diez o quince veces, sostén el aire, y que salga lento. A veces mirarás estrellitas, es natural. pero recuerda que es el respirar, principalmente lo que nos mantiene vivos, en esa oxigenación del cuerpo. Y entre más y mejor llegue a todos los rincones de nuestro cuerpo, mucho mejor. Hasta los pensamientos fluyen de mejor manera. Digo y creo firmemente en eso, y los medios naturalistas también.

6

"No es tan sencillo", me dices. Y es cierto. No es tan sencillo. Solo que a veces la ansiedad se nos presenta precisamente porque pensamos y mucho en lo que no podemos resolver, ni dependen las soluciones de uno. Y eso es lo que nos martiriza. Y eso nos quita vida, nos quita tranquilidad y sueño. Querer resolver todo de todos, pensar en lo que está a mil kilómetros de uno, nos genera inquietudes e impacta en la salud. Y allí sí ni quien nos ayude. Son esas enfermedades llamadas psicosomáticas, porque las genera la mente. Tiene uno que tranquilizarse. Y por eso son las respiraciones profundas. Lo que se fue, se fue. Lo que está es lo que está. Y el tiempo no vuelve. El día desaprovechado ya quedó atrás.

7

Hay presiones y prisas. Hemos crecido en una sociedad que nos mete en una dinámica basada en el concepto de tener. Y ese camino es el que genera todo tipo de problemas. No está mal tener, por supuesto. Pero antes del tener debe procurarse el ser. Lo que en esencia somos no está determinado por las marcas, ni el coche lujoso, ni la casa de tres o cuatro pisos. Qué bien si se tiene cuando es bien ganado, y mal que se robe y asesine por eso.

8

De ser posible escucha música de tu preferencia. Y de ser posible, que no sea la exaltadora de maldad, daño, tráfico, sangre, muerte, despecho, venganza, feminicidio. Digo, de ser posible. De vez en cuando las canciones de nuestro rey Jose Alfredo nos ambientan, pero que no sea nuestra ideología, ni causa de nuestros gritos desaforadas, y el que tiene a la mano vino, pues ya vino, y si tiene pistola, de manera ilegal claro, le da por echar tiros al aire. Escuchar en cambio música que exalte el amor y la dignidad de la mujer y del hombre, que exalte los valores, es preferible y deseable. Al fin nada nos llevaremos cuando nos marchemos, más que la satisfacción de haber vivido.

9

¿Queréis mejorar el mundo? Empieza por ti. ¿Pregonas la importancia de cambiar? Cambia tú y en tu área de influencia: tu familia, tu trabajo, tu barrio. Pero sobretodo cambia en tu interior. Critica, pero critícate antes tú. Reflexiona sobre lo que sucede en el mundo, pero actúa en lo local. Dicen que el criticón mira la paja en el ojo ajeno y no mira la viga en el propio.

10

De ser posible, vive la vida con pasión. Eso es lo que importa en una vida feliz. Pero no una pasión por conseguir cosas. Nunca confundas el ser con el tener, ni el valor con el precio. Ni el interés con el cariño. Ni el ser tonto con el ser buena persona. Ni confundas el saber vivir con tener malicia. La vida de todas maneras va. Aprendas o no. Estudies o no. Seas lector o no. Solo que para ser feliz se requiere tener conciencia de lo que somos, de lo tan grande es el universo. Y que la vida se va. Y nuestro destino es ser polvo. Lean a Omar Kahayam. Su obra más conocida se llama Rubiyatas". En una de ellas dice:  "El alba vuelca sus rosas en la copa del cielo... En el aire de cristal se desgrana el canto del último ruiseñor... El aroma del vino es más suave... ¡Y pensar que hay insensatos que en esta misma hora sueñan con riquezas y distinciones! ¡Qué sedosa es tu cabellera, amada mía!







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