Preguntas
1. A veces me pregunto ¿Quién enciende la luz en las mañanas? Porque todo parece suceder de manera natural. Como si fuera por generación espontánea. Pero siempre habrá una causa de la causa. Me pregunto por el olvido. Si acaso vale la pena rescatarlo o desaparecerlo con nuestros tantos recuerdos. He vivido, recuerdo. Te recuerdo. El olvido es el destino y la condición. ¿Cuántas años para que nadie se acuerde de uno? Una generación? ¿Dos? ¿Cinco?
2. A veces me pregunto por el agua del río. Si sabe en conciencia de su paso. Si se conforma de ir hacia la mar. O si se rebela en sueños de ir a contracorriente. El agua tiene memoria. Y recuerda, y recuerda. Entonces arremete en lluvia huracanada. O acaricia en lluvia fina los cuerpos con sed. Y penetra la tierra para que despierte la semilla. Y aparezca el milagro de la multiplicación del pan.
3. Me pregunto si yo no existiera. ¿Qué cambiaría de la realidad? ¿Otro tendría mi nombre, sentiría mis sensaciones, diría mi palabra? Nada hay más allá que nosotros. El ego nos hace sentir importantes. Sin nosotros todo sería igual. Giraría la Tierra del mismo modo. La luz del sol aparecería justo a tiempo y de la misma manera se ocultaría. Y pasarían los años. Y esta medida del tiempo asimismo pasaría.
4. Si la utopía no fuera lo que es, develada la interrogante, creeríamos a pie juntillas sobre la supremacía del ser humano sobre la Tierra, como el rey, como el apóstol, como El Salvador, y al contrario, se acrecientan el hambre, las guerras, la polución que está matando vía contaminación al planeta.
5. Me pregunto si sabemos lo que es la existencia humana, y no solo el respirar, el alimentarnos, el guarecernos en una cueva o condominios, el envidiar lo que tiene el otro, el querer más y siempre más, el desaparecer como una generación para que venga otra y otra más.
6. Sino también el soñar un destino mejor para todo el planeta, animados e inanimados, piedra roca, cristales, estalactitas y estalacmitas, ríos y mares, panales de abejas, banquete de comida e ideas, campos floridos, brújulas, y artes, mas toda actividad humana en concordancia con los sueños de un bien estar, cada quien con las diferencias en el pensar, y cosas así por el estilo.
7. A veces me pregunto si mañana o cualquier día, aparecerá frente a mí la revelación de la Verdad. Si sabré exactamente lo que significan los mitos para el hombre. Si las historias conocidas son realmente conocidas o solo creemos conocerlas. Si la palabra habrá de seguir en regresión, transmutando hacia sonidos guturales como cuando el idilio de la especie de estar en el ser natural y pescar como respirar, y recolectar frutos como exhalar. No sé si me entiendo yo mismo.
8. Y cada vez tengo más preguntas y menos respuestas. Se dice que cuando uno sabe las respuestas es porque han aparecido nuevas preguntas. Pero esto significa que caminamos, que nos encontramos en bifurcaciones y sin saber el rumbo de un camino o el otro, debemos tomar decisiones siempre. Como en la feria de los tantos juegos, y cada uno de dichos juegos es el mismo entretenimiento desde el inicio de los tiempos. El individuo, la especie, el reino de todos los movientes, es la manifestación simple de la vida que nos aparece como compleja.
9. Hay un vacío, claro. Hay hoyos negros que se tragan la materia. Hay un tiempo que va de manera inversa, como en la película de Benjamín Button. Hay estrellas que nacen y las que vemos ya muertas hace millones de años. Hay ideas que vienen desde lejos y cabalgan de generación en generación. Hay símbolos para los iniciados. Hay predicciones que nadie hace caso. Hay adivinanzas que nadie adivina. Sentencias que nadie sigue. Recomendaciones y sugerencias que son fuego para la burla. Hay ideas que crecen como mal monte e ideas que matan antes de que se esparzan. La historia no contada del hombre es la que realmente importa. Como el silencio que encierra todas las palabras del mundo. Lo no dicho.
10. Pero dice Silvio Rodríguez que "Hay locuras que son poesía/ Hay locuras de un raro lugar/ Hay locuras sin nombre/ Sin fecha, sin cura/ Que no vale la pena curar/ Hay locuras que son/ Como brazos de mal/ Te sorprenden, te arrastran/ Te pierden y ya..." Aveces me pregunto si el juego que empieza, termina. Si lo que termina es lo mismo que empieza en ese juego de las repeticiones. Y me pregunto si no existiera el Universo y el hombre genio con ingenio, que salta al vacío persiguiendo el cometa de las utopías. Y me pregunto, y me pregunto. A veces, a voces. Y el silencio es la respuesta.
Comentarios
Publicar un comentario