Pérdidas

Me sucede. A veces se me pierden los lentes. 

Los busco y los encuentro en mi cabeza. Allí deberían estar las ideas, las imágenes. 

Se me pierden las llaves de la casa y las tengo en las manos. Sin buscarlas las encuentro. 

O busco mi lapicero y lo tengo resguardado en la oreja. ¿Y cuándo las palabras se me pierden? las busco y las encuentro en el corazón. 

A veces pierdo la mirada. O los sueños. Y me desespero. He perdido utopías. Anhelos. Y por más que doy vueltas a la noria, no las encuentro.

Una vez perdí la soledad, y andaba preocupado. Tanta compañía es una barbaridad. Cuando se pierde el silencio impera el ruido.

Pierdo la elegancia en cualquier comunidad. Y  los saludos superan con creces todo desaliento.

La sonrisa la pierdo y la encuentro en las miradas. No dejes de mirar, es la maravilla. Y más, asombrados en las pequeñas cosas. 

Las buenas intenciones las pierdo y me voy de boca para pelear por los derechos. Alto me dice un guardia. Y yo lo ignoro.

He perdido el camino, la ruta, la brújula. Y los puntos cardinales los confundo.

Busco la conciencia. La miro y se me escapa. Desde lejos me mira con burla. O retándome a seguirla. 

Y yo lo intento. Siempre intento alcanzarla. 

Ya casi por lograrlo se me escapa de nuevo.


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