¡Embriáguense!
"Hay que estar siempre ebrio. Eso es todo: la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del tiempo quebrando la espalda y doblándonos hacia la tierra, hay que emborracharse sin tregua.
¿Pero con qué? Con vino, poesía, o virtud, como gustéis. Pero emborráchense.
Y si alguna vez, en las escalinatas de un palacio, sobre la hierba verde de un parque, en la taciturna soledad del cuarto, despiertan ya disminuida o desaparecida la borrachera, pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a lo que gime y rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregunten qué hora es y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, responderán: "¡Es hora de emborracharse! ¡Para no ser mártires esclavos del tiempo, emborráchense; emborracharse sin cesar! Con vino, poesía o virtud, como gustéis".
- Charles Baudelaire
'El Spleen de París'
Editorial El Aleph
Comentarios
Publicar un comentario