Porque

Porque me faltan olvidos y me sobran recuerdos. Porque el libro blanco necesita otras historias. Y nuevas flores en el jardín, como si nada. Historias donde estamos todos culpables y tiramos piedras. Porque la humedad es un canto de la especie y quedan rastros, no lo olvides, nunca lo olvides. Porque se necesitan datos para el equilibrio. Hay versiones encontradas, suposiciones, de si estoy o soy o ya no existo. Rosas para flor florero. Y el durazno en su olor sigue fijo en mí desde la infancia. Porque el gran poema sigue escribiéndose en todos los idiomas y el viento sigue su ruta y enfrenta la montaña. No hagas cita, solo llega. Es preciso tanto como necesario. Es el olor de albahaca y mejorana. Porque intentamos por soberbia dejar huellas de nuestro paso, y solo son lugares comunes de las mismas ansiedades y temores. Otras generaciones están, se fueron y vienen. Porque sigo escuchando al Sabina inteligente y al Serrat irreverente. Porque no he encontrado más preguntas para la filosofía y las respuestas son balbuceos figurativos solamente. Porque el pez furtivo quedó pescado. Y la roca se quiebra con la insistencia de la gota de agua. Por eso es que voy a nuevos pasos, para ver si sales o soles. Lunas navidades. Y sigue a esta hora de la tarde domingo cantando la calandria de la canción aquella.

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