Llueve

Mientras tanto en Villahermosa llueve. Y truena como si se quebrara lo que conocemos como cielo. Nada que ver con el anunciado y apocalíptico fin del mundo para hoy. Bueno, aún no acaba el día. Llueve y refresca la memoria de otras lluvias. De otros relámpagos con sus truenos. Para sabernos lo que somos, exactamente ante la inmensidad del universo. Me asomo a la entrada de la caverna y sigue lloviendo. A mares. Me regreso para guarecerme. Dormiré para soñar después de terminar en la pared el dibujo de la lucha, ayer,  en la cacería del bisonte. Es viernes y llueve.

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