Otra noche más
Otra noche más. Otra noche. Otra. Y otro día más. Otro día. Otro. Y el tiempo nada tiene que ver silente en la memoria. Aliado en cuestiones de abandono parcial o total, sus fauces van por sobre lo bello y joven. Paulatino y lento. Implacable. Yo escucho ese rutinario discurso. Y escribo cartas por la vez última. Esta sucesión, como de olas permanentes. Y el martirio de saberse lejos. O cerca pero distantes. Otra noche más, como otro el día de mañana. Con sus propias historias entre las generaciones.
Comentarios
Publicar un comentario