Perdón

Leer. Leernos. En los pequeños detalles. En el movimiento del  año. En el temblor de los labios cantarinos. En ese recuerdo que a veces llega despacio y otras veces como de rayo. Perdón por la vez ultima. Por esos detalles olvidados. Porque la mejilla no puse en el momento necesario. Los mercaderes del templo orillaron a las compras vía crédito. El logo. Veinte mil veces el logo. Lo sabemos. Leer. Leernos de memoria la novela del pasado. Y repasar el poema único de la flor nenúfar. Perdón porque la lectura fue equivocada o no comprendida. Hechos productos de palabra. Me gustaría ver El Mercader de Venecia. Oh, reitero el timo. Saber la discordia de los tiempos. El pasado es la cruz de la carne. No estaremos mas en el futuro. Perdón por el presente. No hay otros motivos. Sólo que todo está deshabitado. Exactamente no hay, no hubo nadie. Ese tiempo perdido es también tiempo encontrado. Escucha el radio. La misma canción crepuscular repetida:  Perdón, vida de mi vida.

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