Plan del día

La luna, si, aparece también de día. Y en la tarde entre la claridad. Preciso entonces el plan para el día. Respirar por ejemplo profundo. De vez en vez. Para mejor proveer a este ánimo pleno del vivir. Y no precisamente nublado. Y atiborrar de sonrisa y buen augurio cualquier lugar por donde pase. Con el saludo primero. El cómo estás y pronunciar el nombre si lo se, por supuesto. Y Caminar entre los ángeles, como puede suceder, de toda condición. Un libro, no olvidar el libro, en este día de Kozer, ese poeta genial, que se desborda en palabras e imágenes al por mayor. Para mi no hay páginas en blanco, eso es de flojos. Asegura. Así que a trabajar. Los árboles por todas partes, frondosos y con verde saturado. Y el plan del día comprende el café y las palabras en ruta de la Misión astral. Ser en comunicar.  Y sorber cada segundo del tiempo. La vida no precisa conflicto. Se ha fijado esta palabra. Vamos a dejarla allí, como si no existiera. Decreto no al conflicto. Entonces escribo palabra paz para el día de hoy. Y un montón de versos leídos. He encontrado el unicornio. De un azul transparente. Como el agua de mar que besa arena fina. Es un decir. Bienvenido miércoles. Caliente ya el café.

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