2018
No olvidaré al año viejo. Porque sobrevivimos. A todo y tanto. Entre dichas y desdichas. De pasaste por mi lado con indiferencia, a ese olvido necesario y siempre posible. A la muerte. A la vida cretina en rutina. Porque esperamos sin desesperarnos. Porque el amor, a todos y todo, vino sin misericordia. El amor de los afectos, juegos y aprecios. Gracias. Porque no pedimos perdón. Ni anduvimos arrastrando culpas. Gracias por el libro cerca. Por el autor que lo escribió. Por quien lo acercó. Y nos sostuvo. Por esas palomas del sueño en el pecho y en los oídos. Que siguen revoloteando en las nubes. Por el cpu y los discos. Por ese bossanova acercándonos a Ipanema. Y la mítica chica, la de la canción. No formo parte de la publicidad ni propaganda. Sé que soy sobreviviente. Gracias al 2017. Bienvenido el 2018. Con las mismas armas del corazón y la amistad. No me falles corazón, en el necesario y vital palpitar.
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