Los que bailan

Los que bailan siguen un ritmo. No precisamente el de la música. Sino el del universo. Bailan el baile de sus sueños. Por eso se mueven de maravilla. Otros lo intentan y saltan de un lado para otro. O hacen piruetas para disimular que bailan también. Los que bailan bien tienen el encanto del movimiento. Embrujan. Encantan. Y da gusto verlos felices. Rimbombantes. Ahítos. Parece que vuelan. Y en verdad parece que las alas las tienen en los pies o en las caderas. Su cara denota felicidad interna. Tienen tatuada la palabra algarabía. Y logran que les envidiemos de la buena esa sabrosura de su movimiento. Y logran que movamos los pies. A veces nos animemos a saltar de un lado para otro. Tratando de seguir un ritmo que nadie comprende.

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