Atravesar la tarde, la noche

Atravesar la tarde, la noche. Con el encanto de la brisa y el follaje. Ese rutilante sonido del viento entre las hojas. Pájaros en su vuelo. Movimiento de olas. Holas con sonrisa y guiño. Música de sitar y violín para acariciar las estrellas. La tarde tiene su propio vuelo en el naciente invierno. Con ese sol. Con esa lama. Con ese canto a escondidas para la alegría en esa oda permanente de escribir en el aire de la felicidad. Cito fuentes. Como acariciar cuerdas de metal para la música. Atravesar la tarde tiene su encanto propio. Como encontrar miel en su propia colmena. Y luego la noche. Con el canto de chicharras. Y las aves nocturnas con esa mirada incisiva y vasta. Hemos de saborear el tiempo. Cada tarde de los días. Cada noche para la luminosidad de los sueños.

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