Anoushka

Miro y oigo un concierto de Anoushka Shankar 2016. Ella toca la sitar. Un hombre el bajo. Otro percusiones. Y otro mas una especie de flauta. Magos de los sonidos armónicos. Te transportan en vuelo a esos milenarios pueblo de la India y Pakistán. Y más allá de la belleza de Anouska, que lo es. Su destreza en la interpretación, en las improvisaciones con el sitar y una sonrisa de gozo que desliza a los sentidos, son la maravilla. Probar en el pensamiento nuevas imàgines. Distinta manera de organizar los sonidos. La bendita música. Y la bienaventurada Anoushka

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