La rana


Piernas largas. La rana, joven y festiva, por esas casualidades del destino de los animales, quedó en el lugar justo de la línea en la fosa del salto de longitud. Llovía de hacia horas. Un cielo nublado por donde trataba de asomarse desesperado el sol. Un leve rayo de luz. Un esbozo de arco iris pálido. La rana, al verme, se asustó y dio un salto de récord impredecible. Sorprendida siguió con sus saltos, alegre bajo el fervor de la lluvia fresca.

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