No olvides nunca un lápiz

Se requiere un lápiz. La anécdota es por demás. Y a lo que lleva. Un lápiz se requiere en el momento necesario. En el momento preciso. Justo para algo imposible en otra ocasión. Oportunidad que no se te presenta dos veces. Un lápiz cualquiera. En tamaño o color. Para que alguien lo empuñe. Una estrella del firmamento. Los labios para el beso. El néctar para el recipiente. La flor para el chupaflor. Un lápiz para los trazos de identificación. De un nombre. Un corazón. Unas palabras que contengan la vida. La ilusión. La esperanza. Invocados los dioses del Olimpo. La sirena con su canto. He aquí el lápiz. Auster a los 8 años. Lo necesitaba para el autógrafo de su ídolo en el béisbol. No lo tenía. Ni sus padres. Ni los amigos de sus padres. Y en la vida necesitamos un lápiz. No lo olvides. Nunca lo olvides.

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