Dos jugadores de ajedrez
En Nochebuena dos jugadores de ajedrez, concentrados cada uno en su propio juego. Y en los movimientos del contrario. ¿Podrían detener la guerra y el odio de los países? ¿De su propio pueblo?. Ellos hace su movimiento alternado de torre o alfil. Protegen a su reina o rey. Y saben que en otras partes del mundo la usura hace sus movimientos. Se enfrentan hermanos contra hermanos. Vecinos contra vecinos. Mientras ellos juegan su propio juego. Cae un edificio. Detienen a migrantes en la frontera. Trafican blanco de mujeres e infantes. Y ellos juegan ajedrez. Mientras tanto escribo. Y creo que debe enseñarse ajedrez en los salones de clase, donde se vislumbra un mundo nuevo. Jaque. Dice uno al otro. Y el otro tiene salida aún. Antes de dar el movimiento da un trago a su copa con vino tinto del Rhin. Son las doce de la noche. Es Navidad. Y chocan sus copas. Se desean salud. No ha sido mate. Aún
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