Amar a tiempo

1

Uno de los conceptos inasibles, como lo que trata de significar, es el tiempo. ¿Dónde lo encuentras? Es incoloro, insípido, inoloro, con esas características que tiene el agua, y le agregamos el intangible e inasible. ¿Dónde estás, cuál es la fórmula de su composición? ¿Cuál es tu destino? ¿Su origen? ¿Alguien puede dominarle? ¿Alguien puede retenerle? 

2

Que pase el tiempo, clama el niño, porque quiere ser adulto. Y lo clama, porque no lo sabe. Él se refiere a esa aparente libertad de movimiento de los adultos, llegar tarde a casa o dormir tarde y no tener que ir a la escuela. Y besar y abrazar como lo hacen los adultos. Al menos eso me pasaba a mí. Tenía 10 años. Y quería tener 25.

3

Se sabe que el reloj no mide el tiempo. Da una referencia para la organización de la vida. Ni el calendario mide el año. Da referencias para los cumpleaños. Para iniciar algo y fijar su término. El reloj se mira bien en la muñeca, a manera de adorno. Y ahora, con la aparición del aparato celular con funciones, hasta de reloj y calculadora, pareciera que todo lo demás estar demás, incluyendo el reloj.

4

"Ya no pierdas tu tiempo", "Aprovecha tu tiempo", "los dolores del amor los cura el tiempo", son algunas de las expresiones que reflejan lo que no sabemos del tiempo, mas dan indicios de que ya está, sucede y pasa. Que no lo vemos, es cierto. Pero vemos en el espejo que hemos dejado de ser lo que antes fuimos. Y los espejos no tienen filtros. Y hará gran fortuna quien invente el espejo con filtros y photoshop incluido.

5

"Ya no planeo en años, ni de meses en futuro. Solo pienso en lo que voy hacer en el día a día, me decía Don Víctor, un viejo amigo. Y yo al verlo en su edad, apenas algunos años mayor que yo, recordaba que de niños, las personas de 40 eran los viejos. Y al llegar a los 40, mentalmente recorrí esa edad y me dije que los viejos eran los de 60. Y al paso de lo que llamamos tiempo, seguimos corriendo esa edad de viejos. Ahora han de ser los de los 80. O más.

6

Los sueños y anhelos de futuro tienen que ver con el paso del tiempo. Y al llegar esa otra edad que no es nuestra aún, pero va siendo nuestra al paso de las horas y días, nos damos cuenta que los sueños deben ser los de aquí (lugar) y ahora. No después. Porque ese "después" solo existe en la imaginación de lo probable y posible. Y a veces no llega. O somos nosotros los que no llegamos

7

La misma vida es un lapso. Y si hay hombres que luchan toda la vida, es porque su lucha es por alcanzar las inalcanzables utopías. Y solo vale la pena luchar por lo imposible. Lo otro: dinero, fama, lujos, medallas, bienes, propiedades, eso hasta los inombrables lo alcanzan. Personajes banales llegan a la cima. Vanidades empolvadas se enseñorean en las alfombras rojas. Se la pasan digamos "bien", aunque todo es efímero. Las luces de neón se apagan. El set se desarma. Y sí, es probable que se escriba por envidia.

8

A veces camino entre las tumbas donde yacen quienes en el pasado caminaron entre las tumbas. Yo reposaré en una tumba y escucharé los pasos de quienes caminarán entre las tumbas. Todo fue silencio antes de mí. Y será silencio después de mí. Lo demás no importa.

9

El tiempo debe ser la perfección sublime. Como el titiritero que mueve a sus compañeros los títeres. Todo está en orden. Giren los planetas sobre su eje y alrededor de la estrella central. Viaje la luz. Rebote donde encuentre obstáculos, para orientarnos. Como el murciélago que emite sonidos, los cuales regresan a él para guiarse entre la penumbra que para él no existe. Así la luz me permite mirarte y permite que me mires, en ese juego de espejos.

10

En 1994 asistí a un seminario sobre la narrativa y el tiempo en Bacalar, Q. Roo. El que lo impartió fue el cubano Francisco López Shasha. "Un solo tiempo no existe. Existen y confluyen todos los tiempos en este mismo instante. Hay quienes viven en el presente pero su tiempo es de 1900, 1950, 1970, etc." Todos nos quedamos callados. Expectantes. El tema, por demás, importante en la narrativa. ¿Cómo se maneja el tiempo de los personajes en una novela. El analfabeta, el analfabeta funcional, el analfabeta digital, el nativo digital, el científico. Cada uno vive en el "hoy", aunque sus tiempos en el pensar y actuar son distintos. 

11

La clave virtuosa es amarse y desatarse a tiempo, recomienda Renato Leduc. Este había escuchado en la clase de literatura III que de las pocas palabras conocidas "tiempo" no tenía rima. Por lo cual era imposible escribir un soneto a propósito de usar esa palabra. Ni tardo ni perezoso Leduc asumió el reto: "Como dice el refrán, dar tiempo al tiempo, que de amor y dolor, alivia el tiempo. Aquel amor, a quien amé a destiempo, martirizome, tanto y tanto tiempo, que no sentí jamás, correr el tiempo..."