Quedarse a solas

1. Nadie. Casi nadie goza al quedarse a solas. Se le teme a esos momentos. Estar solo es encontrarse con uno mismo e increparse por un dato no encontrado, por el beso no dado o por la oportunidad no aprovechada.

2. Al sentir esa sensación de quedarse a solas, que es como sensación de vacío, lo primero que hacemos es tomar el control de la televisión y buscar un canal para la fuga. Algunos un libro o revista. O se hace recuento de las tareas pendientes por hacer en casa.

3. Estar solo es verse en el espejo sin tener espejo. Es mirarse en lo que somos y detectar el paso del tiempo. Es darnos cuenta que vamos en la vida como en bicicleta sin pedales, en auto sin llantas. Que la vida es el sinsentido más sentido. Y peor, que la brújula qué nos dieron desde niños no sirvió de nada.

4. En la soledad hay un mar de recuerdos por repasar. Lo tanto vivido. Lo tanto disfrutado. Lo tanto olido, palpado. Aquella casa. Aquel árbol. Aquella mirada. Sonrisa. Besos de tornillo. Aquel rostro que te miró con ojos de bondad. Pocos pero son, fueron, serán.

5. Aparecen todos los demonios en la soledad. Decir demonios es manera de agrupar en una imagen los desasosiegos y los desatinos. Los miedos escondidos salen. Los tormentos del alma. Por eso es que es preferible huirle a ellos. Y es cuando recurrimos al monitor, al libro, a la revista.

6. Hay buenos recuerdos, sin duda. Y malos, qué decir. Si la vida es el cúmulo de todos ellos. Lo bien bailado, lo bien llorado. El alma empequeñecida. El alma con alas en vuelo. Todo ello es la historia personal. Y sin embargo estar a solas es conjugar los tiempos. Es hablar con Dios en uno mismo.

7. Dormir a solas es otra manera de vernos en el cosmos. Pequeños, grandes. Qué importa. Es buscar y encontrar la dicha de vivir en la conciencia verdadera. Es ser amos en toda la extensión de la palabra. Solos es y no es la maravilla. Y palpar la piel en otro espacio es el plus qué la vida nos brinda.

8. Decir piel es la cercanía. Y cercanía es palabra y dicha. Es mirada y dicha. Es fraccionar y dicha. Y es la ausencia también. Qué al vernos y encontrarnos es el inicio de la despedida.

9. Yo tomo café. Yo miro un perro que corre detenido en el instante. Miro un gato que despereza ante la nada. Y miro personas rumbo a su trabajo. Todo ello solo me da referencias de que existo. Más la existencia mismo es esta soledad permanente. Tiempo y espacio qué coinciden con un cuerpo entre.muchos otros.

10. Solo yo y solamente. Es la existencia misma. Es el cosmos detenido y representado. Ojos que ven. Y lo que se ve se piensa. Y lo que se piensa alguien lo piensa. Y ese algo solo puede darse cuenta de la existencia en la soledad. Y todas las soledades es lo colectivo. Así quedó escrito.



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