Y cómo pasa el tiempo

1. Diciembre ya, circular el tiempo. Y allí vamos en barca rauda. Con prisa las más, sin ella, los menos. Buscando un equilibrio entre lo que sí y lo que no. Optamos por dejar los lastres. Y no contentos, cargamos otros. Porque la piedra está allí, mírela. Y es para tropezar. Y oh, es la misma. Y allí vamos otra vez.

2. A veces me da por detener el tiempo. Detenerlo es tan sencillo como salirte de ti. Y mirarte inmóvil. Y mirar a detalle esa imagen cada vez más borrosa a causa del tiempo mismo. Peor no solo eso, sino que miras todo detenido. La muchacha con un pie congelado como al momento de dar un paso. Y con el otro firme adherida al suelo, por la gravedad.

3. En todo esto como maremagnum es bueno detener el tiempo para fijarse en los detalles. Los ojos de la hormiga veo, cuando la miro de cuerpo entero. Miro un grande de polen, como si mirar el conjunto de la flor y su destinocercano de convertirse en flor seca para el polvo. Pero el polen es la esperanza de una nueva planta para nuevas flores.

4. Con el polen miro la vida en lo particular de la especie flora: una planta y muchas. Y con una gota de agua miro el mar a sus anchas. He allí que miro un río y soplo fuerte para que remonte y no rehace caso el palurdo. Y me resigno que las cosas son como son, porras que intento cambiarle su destino. Y sigo en la gota transparente, y pequeña. Y allí toda la película de la vida del hombre y los otros seres, sus iguales a su sombra y semejanza.

5. Diciembre y las fiestas. Con sus respectivos abrazos. Y las miradas de esperanza y el gusto por volvernos a ver. Y haremos el recuento de quién falta en esa silla, con sus cubiertos, vaso y plato que no ocupará, pero sí los otros porque la vida sigue. Diciembre es frío dicen que este fue creado para abrazarnos. Diciembre es volver a saludar a los amigos en su bondad perenne y su alegría de siempre. Y hacer desfilar los nombres cuya presencia lejana nos apresa en los recuerdos. Pero son otras las órbitas ya donde giramos.

6. Lo pequeño es lo verdaderamente grande. La derrota es el triunfo verdadero. El tiempos, criminal que da vida y muerte al dar mantenimiento al ciclo de la vida. Lo grande no cabe en sí. En cambio lo pequeño se acomoda donde sea, incluyendo corazones dolidos. La derrota es verdad que enseña y nutre de esperanza. El triunfo es la feliz calavera que brinca de alegría y se despeña por el peso de la vanidad, la soberbia, rostros verdaderos del ego. "Soy el ganador", se proclama entre los sordos, en el desierto de la nada. Y el mar sigue ensimismado en dejar pasar este diciembre y otro y otro más, que nada a él le significan.

7. Bienvenido una vez más diciembre, que me agoto. Tu llegada nueva representa un año más y menos, para la despedida. pero mientras tanto me asomo a los crepúsculos y al vuelo de las mariposas y del colibrí. Subo a un cometa y lo elevo solo para ver lo que se siente. Y canto una canción del pato desafinado. Me sacio con el café que es parte del recuerdo y del olvido. Y dejo para mañana lo de por hacer mañana. Y hoy le dedico al ocio de ojo alegre. y a la palabra les digo unas palabras, para ver si se motivan.

8. Y es que me piden que hable, que calle, que cante, que salte. Y yo me retraigo, esquivo lanzas, cacho piedras, respiro polvo de vidrio y recibo dardos. Pero son los fantasmas ridículos que me espantan con el petate del vivo. Yo De la Rosa confía y de su aroma. No más. Porque me dicen que andan máscaras de mentiras disfrazando a la verdad. Y me dicen que las cosas andan del revés, como si fuera algo nuevo. Como si no fuera este el destino de mujeres y hombres.

9. Decía de diciembre, decía de lo pequeño. Decía del circular tiempo. Y olvidaba decir que respiro, miro, gusto, oigo y palpo. Que me alimento tres veces al día -afortunado- más gustitos de nieve limón y alguna fruta. Que hojeo periódicos y empiezo a leer libros que abandono al primer guiño de la vida o palabra para posibilidades de texto. Alzo una copa vacía no rota. Y brindo por el amor y la amistad. Y por diciembre y sus posadas, que se va acercando ya la Navidad y el año nuevo. No comas ansias ni te estreses que estamos apenas a primero.

10. Pero si apenas parece que fue ayer, diría Manzanero, cuando tomé tu mano por vez primera. Y ayer apenas andábamos en diciembre del año pasado con las compras del guajolote para el mole con sus guisos. Y nos parecía lejano este que ya está a partir de hoy, de ayer, de mañana. Y qué lejos está el diciembre 2023, dijimos. pero helo aquí con todas su posibilidades para reír, cantar, escribir, soñar. Y siempre la utopía perseguida por lebreles, eufemismo para no decir perros. 

11. "Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años". Me acuerdo mucho de mi padre. Y cuando quiero verlo me basta asomarme al espejo y verlo en sus 64 años. Suspiro, sí.