Corte de pelo (3)

De los cortes de pelo que más me han gustado, y no precisamente por el resultado, aunque me quedó muy bien las tres veces que fui, fue en una peluquería que estaba en la calle Rovirosa, la que inicia por la plazuela del Águila, la de los músicos, adelantito del bar El submarino, y sale por el Tribunal de la injusticia, en Villaherlosal peluquero era un señor grande de edad, mediana estatura. Discreto y amable. Era un verdadero espectáculo ver sus dedos con las tijeras. Rapidez y belleza plástica y dinámica. Se movían como a cinco tijerazos por segundo. Sin descansar como por tres minutos. Solo para cambiar de ruta en el corte. No lo hacía por prisa o acabar rápido. Y yo me imaginaba como el batir de alas de colibrí o mariposa con prisa. Se lo dije y sonrío agregando un Gracias.

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