Todos los días

Todos los días tiro a la calle el reloj de arena. Y más tarde el reloj aparece de nuevo en la mesa. Es un ritual de repeticiones. Sin manual ni garantía del abismo. Todos los días cuento la arena y vuelve a iniciar el conteo a causa del olvido. Acudo al pozo de los deseos y sin lanzar moneda sueño en el bosque, la nube y el cielo. Todos los días acudo puntual a la cita con la muerte. He salido quizá antes o después. No hemos coincidido. No tengo prisa. Ella tampoco. Por ahora.

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