Para qué sirve todo ello

El rocío. Por la mañana te miras al espejo. Y te reconoces. Con historia y nombre. Te sabes allí. Nadie te engaña. Y para qué sirve reconocerse. El color del polvo es lo de menos. Para qué sirve el rocío. Y el alba. Si vamos de paso y de prisa. Si no estaremos más del tiempo suficiente. No deshicimos el nudo giordano. No cambiamos el cauce del río que al instante es otro. Ni pudimos hacer que remonte. Pará qué sirve la filosofía, la poesía y la ciencia. Te acostumbras a mirar cabizbajo. No pensar. No alertar. Si cada instante somos otros. Y repetimos cómo loro las palabras libertad, justicia y verbo. Nos han dado un molde social. Cómodo. Encajas bien allí. Vas bien por el camino. El martirio es solo un rostro. Vas. O vienes. Da igual. Somos como la cebolla. Por sus capas y nuestras máscaras. A semejanza.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam