Todas las noches

Todas las noches practico la muerte. Me acuesto y duermo. Un silencio total. Fantasmal. Un silencio de la nada. Y se puede caer la noche, el mundo, interrumpir el tiempo. A reserva de los sueños. Que me sostienen. Lo demás no existe. Yo duermo muero. Yo no existo. Quedo a despensas de la daga, La traición. La soga en el cuello. Luego despierto. Y contemplo el día. Doy gracias. La práctica hace al maestro. Hacia el buen fin.

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