De cuando los bárbaros llegaron

12 de octubre, la llegada de los bárbaros

De inicio les leeré un poema. La poesía está escrita en un orden de palabras no común, por eso se considera que su lenguaje es distinto al que utilizamos en el día a día.  Se le llama metalenguaje y también polisémico, porque las palabras en la poesía significan más de lo que significan habitualmente o aisladas. Así un lector o escucha entiende distinto a lo que entiende otro lector. Uno es lo que planteó el poeta. Y algo distinto puede entender o podría entender el lector. Por eso se dice asimismo que el poema dice lo que el lector entiende. 

Esperando a los bárbaros

Constantino Cavafis 


-¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.

-¿Por qué esta inacción en el Senado?
¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Ya legislarán los bárbaros, cuando lleguen.

-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto
y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad,
está sentado, solemne y ciñendo su corona?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
Y el emperador espera para dar
a su jefe la acogida. Incluso preparó,
para entregárselo, un pergamino. En él
muchos títulos y dignidades hay escritos.

-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron
hoy con rojas togas bordadas;
por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos engastados y esmeraldas rutilantes;
por qué empuñan hoy preciosos báculos
en plata y oro magníficamente cincelados?
Porque hoy llegarán los bárbaros;
y espectáculos así deslumbran a los bárbaros.

-¿Por qué no acuden, como siempre, los ilustres oradores
a echar sus discursos y decir sus cosas?
Porque hoy llegarán los bárbaros y
les fastidian la elocuencia y los discursos.

-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.

¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.

 

 

Antes de empezar señalo la coincidencia: estamos todos de acuerdo que no fue “La conquista de México”, como aprendimos desde la escuela primaria, ni tampoco el “Encuentro de dos mundos”, o “Encuentro de dos culturas”, como luego trataron de suavizar el concepto. Coincidimos en que fue una “invasión de bárbaros”, quienes a punta de bala y bayoneta derramaron sangre americana. Y que aún así, con una tecnología más letal, no les fue fácil.  

Con esta mi participación les expongo dos supuestos. Uno de ellos es que el tiempo, falsamente hemos aprendido que es uno, y este es múltiple. Y todos esos tiempos múltiples coinciden con el hoy 12 de octubre de 2022. Hoy, el presente de la humanidad es el tiempo de la tecnología y el internet, los viajes espaciales y el megacapitalismo, en su expresión de corporativos que mandan en el planeta tierra, pero en ese concepto, a la vez coincide este tiempo en el que estamos, con el tiempo de la vida de grupos humanos en la Amazonia del Brasil, Ecudor y Colombia que varios de ellos viven hoy mismo en la etapa primitiva y se dedican a la cacería, la pesca y la recolección de frutos, conocen el fuego y no la energía eléctrica. Y no por eso son bárbaros, y otro ejemplo es que hoy viven como esclavos en distintas partes del mundo, en campos de algodón, o bajo la sombra en minas sin ver la luz del sol, en las peores condiciones laborales, en varios países y otro ejemplo más, el de los analfabetas del hoy que viven como en tiempos de 1910.

Tantos tiempos coinciden hoy. Así mismo coincidieron el tiempo del genovés y el de los españoles 1492 y 1521 con los tiempos distintos de los grupos humanos que vivían en América, por eso su tecnología y conceptos sobre el mundo conocido era distinto. Encuentro de dos tiempos, uno de ellos es el de los bárbaros que llegaron. Me pregunto: ¿Son acaso bárbaros los analfabetas del hoy que viven en 1910? ¿Son acaso bárbaros los grupos de la amazonia que viven hoy mismo en épocas primitivas? Categóricamente la respuesta es No. Los bárbaros son los que hacen la guerra. Y son los mismos de siempre, con o sin tecnología, con o sin dominio del alfabeto, en otro tiempo y en este.

El otro supuesto es el de considerar que la verdad la tienen los civilizados que somos siempre nosotros, y que los bárbaros son siempre los otros, a los que hay que combatir, a los que hay que declarar como extraños aún estando en su propia tierra.

 

Estos dos supuestos, bajo los que estoy escribiendo, me permite exponer que con la llegada de Cristóbal Colón, y más con la llegada de Hernán Cortés, se acercaron dos tiempos distintos, dos cosmogonías distintas, dos formas de mirar e interpretar el universo, viendo una mirada a la otra como bárbaros, a los que hay que conquistar y a los que hay que dominar, y si no se dejan, entonces a los que hay qué combatir y desaparecer. Hablamos de 1521, hablamos de un 12 de octubre de 1492. Pero podríamos ir más atrás en este fluir del tiempo, entre los encuentros de civilizados y los bárbaros, podemos afirmar que la guerra por dominios de tierra, y por tanto de los recursos naturales, el saqueo, es antiguo, y el 12 de octubre que recordamos hoy, que conmemoramos hoy, sobre el que reflexionamos hoy, es apenas un punto de referencia de la historia. La historia universal nos habla de distintas guerras, tanto en Mezopotamia, China, Grecia, Roma, donde los pueblos fuertes, dominaban a otros, a los cuales sometían por la fuerza, y cobrando luego impuestos, apropiándose de territorios, dejando sangre por todos lados, degollando y fusilando hombres, niños, ancianos y violando mujeres. Y eso sucedió asimismo de guerras entre civilizados y bárbaros en tierras americanas. Y sigue sucediendo.

Me permito nombrar solo algunas de las batallas más conocidas: La batalla del río Fei en el año 383, en China, entre las dinastías Quin y la dinastía Jin; la batalla del Kulikovo, en 1380 entre moscovitas contra el imperio mongol; la batalla de Salsu, en el año 612 entre chinos y los grupos militares de Goguryeo, que habitaban lo que hoy es Manchuria y las Coreas.  El sitio de Constantinopla en el año 717 entre Bizancio y árabes. El sitio de Bagdad en 1258 entre árabes y los mongoles. Y en esto me refiero solamente, con un número muy reducido, a algunas guerras de expansión donde murieron en la suma de miles, millones de personas, en el afán de expansión y dominio. Esta ha sido la historia de la humanidad y no se vislumbra que se detenga. Esto es hoy, en lugares donde en viejas bodegas insalubres y viejas barracas, se maquila, con la mano de obra de mujeres y niños, en Singapur, en China y en varios lugares de nuestra América, la ropa de marca y los tennis de marca que utilizamos, así como muchos otros objetos mercancía de uso común. 

Por eso cuando hablamos de un 12 de octubre, y el posterior dominio de los bárbaros españoles a partir de 1521 sobre esta geografía con sus pueblos civilizados de América, con sus ciudades que dijo el cronista Bernal Díaz Del castillo que son mucho más bellas e iluminadas que Toledo, no nos podemos imaginar la sangre derramada y las muertes y el sometimiento de todos los pueblos, los ayes de dolor, los lamentos, sin dejar de recordar que antes de la llegada de los españoles los mismos grupos humanos de América, y me refiero por ahora a los que habitaban Mesoamérica, estaban en constante guerra unos contra otros, por lo cual había un rencor de varios pueblos contra los Mexicas.

Así pues, llegaron los bárbaros, y nos impusieron a sangre y fuego, un lenguaje con el que hablo, una religión que metió miedo a un infierno inexistente, una dominación abierta y directa que duró 300 años, pero que continíua de manera soterrada, a través de otras vía de dominio. Ese es el reto. Descubrir en el día a día quiénes son los usufructuarios de ese poder de origen milenario

Quiero concluir con el siguiente mensaje. Los pueblos bárbaros no lo son porque sean antiguos o desconozcan una tecnología más moderna. Lo son cuando siembran odio, cuando los mueve la envidia, el odio, la búsqueda del poder a toda costa, el afán de tener más despojando a otros y buscan dominar a costa de vidas, a sangre y fuego a otros pueblos, a quienes, para desacreditarlos y justificar su accionar inhumano, les llaman pueblos bárbaros.

 “…-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto/ y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)/ ¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían/ y todos vuelven a casa compungidos?/  Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron…”

Y cierro mi intervención: Y no llegaron porque siempre han estado entre nosotros.

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