Despertar de madrugada

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Tarde, mañana o noche, -a toda hora- el hombre está con sus pensamientos que, saltarines, van de un lado a otro. Nos acompañan siempre, salvo cuando tenemos un accidente que nos pone en estado de coma. Mientras esto afortunadamente no suceda, no escapa en ese discurrir de imágenes, sean de alegría o de preocupaciones, en recordar y tratar de anticipar lo que sigue, con la esperanza de seguir con vida, y piensa asimismo en lo seguro que un día acaba todo. Me refiero a todo lo que conocemos como vida terrenal. No sabe el pensamiento (el mío)si hay algo, según mis creencias, y ese algo cómo es.

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Imagino que en cada uno es distinta la manera como los pensamientos van y vienen. Algunos andan con más prisas, otros con menos. Unos son soñadores, otros más realistas, otros piensan a través de lo artístico, otros sobre otras cosas, digamos filosóficas, otros más básicamente en lo instintivo. Y creo que el amor debe ser algo instintivo. Y refiero en el amor en todas las manifestaciones.

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Odios, evidias, mentiras, insidioso, egos, buenos o malos deseos, mezquindad, celos, inseguridades, propuestas, emprendimiento, disponibilidad para aprender, proyectos, el ¡claro que puedo!, el "no puedo". Todo eso anida en nuestro pensamiento, como un chip que traemos desde lo genético y lo adquirido. ¿Lo podemos mejorar? ¿Poedmos manejar nuestro pensamiento? O es este el que nos maneja y nosnlleva como corderos al cielo o al infierno, para decirlo metafóricamente.

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Mi padre se iba a la cama a las 7 pm. Y nosotros nos burlábamos de él. Nosotros, me refiero a sus hijo(a)s, y nieto(a)s. "Es muy temprano", le decíamos riendo, y él captaba el cariño, no burla, y respondía que él se levanta temprano para irse a trabajar. ¿Qué pensaba, cómo lo pensaba? Quizá hablamos poco. Sus últimos años yo solo lo escuchaba, porque estaba casi sordo y había qué hablarle fuerte al oído. Y entonces ya, principalmente lo escuchábamos. Y nos repetía, y nos repetía lo mismo.

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Yo despierto a las 3:33 de la mañana, minutos antes, minutos después. Y en esos momentos mis pensamientos van de un lado a otro, pero relacionados a preocupaciones, que no son muchas, ni peligrosas, pero baja mi ritmo, se acomoda en pesadumbres, en la nostalgia, amores idos, amores malogrados, amores inconclusos, amores lejanos, amores traicioneros, etc. Y por esa hora si estoy dormido, entonces los sueños andan en niveles de nostalgia, en extrañar, y las imágenes refieren a lo peor que me ha pasado, trances peligrosos, decepciones, abandonos e indiferencias, y todo eso. Luego me explicaron que precisamente en esa hora, la de las 3:33 am es el momento de mayor debilidad del pensamiento. Es como una caída del ser, como si estuviera cayendo en el vacío, y no termina uno de caer.

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Yo me pregunto: ¿El pensamiento nos domina o nosotros dominamos el pensamiento? Es una pregunta no gratuita, ni porque no me atreva a tener la respuesta. Sino para reflexionarla siempre. Una vez escuché o leí un consejo, que dice: "no te digas no puedo", porque el pensamiento te cree, no diferencia entre pensamiento y cuerpo, solo que al pensar y decir que no puedes realizar algo, porque te lo crees, y ya no lo intentas, porque ya decretaste no poder. Y en cambio si piensas, "puede ser difícil, pero lo voy hacer", por allí te vas a conducir. Así que es necesario cambiar nuestro chip, y que el pensamiento vaya por donde nosotros queremos, y no por donde sea.

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Yo me iba a dormir a las 12, medianoche. Como Ceniciento, me decía. Y luego poco a poco me iba adelantando, a las 11, a las 10, y ahora siento que ya es muy tarde. Sí, ya sé que es la edad. En las vacaciones pasadas, al ver que me iba a acostar temprano, a eso de las 9 pm, mi sobrino Josué me vacila, y me dice: "es la bola, tío". ¿La bola? "La bola de años", me dice riendo a carcajada suelta. Y nos hace reír. Luego ya al irme descansar, en la tarde, una especie de siesta, que nunca en mi vida he hecho, solo reposar un rato, me empezaba a burlar: "abuelo Juan, abuelo Juan, tú eres el abuelo Juan".  Todo esto él lo veía, porque varios días de vacaciones me quedaba en su casa,

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Pero yo decía sobre el pensamiento, que anda de un lado a otro, brinca aquí, allá, y en todos y cada uno, se comporta de manera distinta. Y sobre el hecho concreto que en la madrugada, 3:33 horas, viene un bajón en mi pensar, sea dormido o despierto, pero caigo en algo de depresión. Esta madrugada, por ejemplo, imagino que era esa hora, tuve dos sueños distintos. En uno de ellos vamos en camión como en excursión, son el grupo de la Normal (a semejanza del viaje de excursión que hicimos de matamoros a Cancún en 1978), y hay una parte en la que nos detenemos en un lugar, y al terminar el descanso, el chofer se va, y nos quedamos dos abajo. Y vamos corriendo para alcanzarlo.

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Bueno, pues en ese correr para alcanzarlo, aún siendo sueño, se siente una desesperación. Y le digo al amigo: "vamos a agarrar un taxi para que lo siga, lo rebase y le haga señas para que se pare y lo abordemos. Yo pensando en el sueño que el chofer debe revisar que ya todos los viajeros estamos arriba, y no lo hacía. Y me dice el otro amigo que como yo se había quedado: "no yo no voy para allá", y me quedo solo sin saber qué hacer, no pasa taxi, y si pasa más de rato, cómo le digo que lo siga, si no sé la ruta que el autobús tomó. Y entra en mi -en el sueño- una angustia tal, que me hace despertar. miro el reloj y son las 3.35 am

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En el otro sueño andamos en la playa, el mismo grupo de la Normal, como algunas veces fuimos en excursión, tanto aMatamoros como a la Isla del Padre Balli, en Brownsville. Alegres haciendo castillos de arena, caminando con una amiga tomados de la mano, cuando nos metemos al agua, y yo me empiezo a meter más y más, y mis amigos y amigas me llaman, que no me siga metiendo, y yo tratando de no seguir, pero me arrastra la corriente hacia adentro, y ya cuando el agua me llega al cuello, me hundo y salgo, mis amigos me gritan, y en ese momento despierto, sudando, angustiado en la realidad, angustia del sueño que continúa en la realidad, miro el reloj y son las 4: 10. recordemos que fue el segundo sueño.

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A las 3:33 y hay una energía que absorbe. Eso me pasa a mí, y me dicen que es en general. No precisamente lo creo con fervor, pero no lo dudo, no tengo por qué dudarlo, si yo lo constato con sueños de aceleración en angustia, y despierto con las preocupaciones que no siendo graves, en ese momento las siento así: graves, difíciles. Y ya cuando me levanto a las 6 de la mañana, siento una gran energía positiva. Quizá porque el oxigeno fluye mejor; quizá porque ya no son las 3:33. Y que las 6 terminan en las 6:59, no llega a las 6 66. Pero ese es otro tema.

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