CONFESIONES

CONFESIONES 

ACÚSOME DE QUE empecé a leer poesía desde niño. Quizá cuando tenía unos siete años. Encontraba chéveres los versos. Eran con rima, como conjugarlos con prima. Y evocaban imágenes que recreaba en la realidad. Unas mariposas grumosas volaban por sobre nuestra cabeza, y era algo maravilloso. Otros intentaban cazarlas y meterlas en botellas. Soñábamos en el cometa del amor y la paz. No nos preocupábamos por nada. Y un beso de mamá nos apuraba a despertar para ir a la escuela. ¿Dónde quedó mamá, que me mimaba?

IGUAL EMPECÉ A leer narrativa. Esto fue también en la primaria. Le entraba con fe a cuentos y fábulas. Como la del cuervo aquel que comía queso en lo alto de un árbol. Y la zorra astuta, halagándolo, lo hizo cantar. Y el pedazo de queso al suelo fue a dar, para gozo de la zorra. Y en los cuentos encontramos entretenimiento total. En la espera de cómo habría de terminar. Y me encantaba escribir cartas y leerlas, cuando había respuesta. Noticias de algún lejano lugar. E imaginamos que se harían viajes a la luna. Y eso nos podrían contar. Y luego vino el tiempo de leer novelas. Y nos encontramos que contaban cosas, pero nunca superaban a la vida real.

ACÚSOME QUE EN la adolescencia amé como si fuera la última etapa de mi vida. Con pasión desmedida y romanticismo sin igual. Con regalos envueltos en papel celofán. Y serenatas con o sin luna. De esos amores románticos y limpios. De esos donde no importan marcas registradas o de lujo. En los que la mirada encuentra su par. Y el beso es producto de cruzar por un callejón oscuro y detenerse para el cielo estrellado mirar. Y la luna desde lo alto parece guiñarnos con un cráter como ojo venial.

ME HABÍA CONVERTIDO en lector a temprana edad. Entraba a librerías y trataba de comprar en la medida de mis posibilidades dos o tres libros. Y me pasaba mi tiempo libre leyendo, hasta el grado de cansar a los cercanos. Como diciendo: este muchacho se puede morir, o ciego puede quedar. Juan Rulfo contaba que su mamá le decía: "ey, tú, Juanito, que no estás haciendo nada, ve a traer una cubeta de agua al pozo". Y estaba leyendo. Esa es la realidad. Se percibe que el lector se hace tonto para no hacer nada. Y está haciendo de lo mejor: creciendo en su interior. Y eso es una necesidad de la sociedad para una convivencia mejor.

ACÚSOME DE QUE pienso en la muerte. No como algo fatal, sino como el destino natural de todo ser vivo. Y por lo mismo trato de disfrutar el instante siempre más, sin prisas, ni ansiedad. Camino, para procurarme paz. Sonrío porque hay felicidad. Y para esto no necesito mucho, apenas lo esencial. Un beso azucarado. Una manzana original o un durazno por su olor. La muerte en un instante ha de llegar, como anunciando el programado final. Lean poemas y canten canciones en mi funeral. Pero mientras haya vida hay que disfrutar, desterrando en el interior pensamientos del mal, y en todo caso sean pensamientos de mar y de amar.

CONFIESO DE QUE toda edad es buena, se puede bien disfrutar. Recuerdo por ejemplo aquella lejana edad de la adolescencia: los amigos y amigas. Los planes de futuro. El amor de esa edad. Los paseos por la ciudad. Caminar por toda la calle sexta, y por el bordo del canal. Las bancas del lago. Y mirar a la gente pasar. Allá saltó un pez. Y los patos nos rodeaban. Y en fin luego vino otra edad, la de trabajar. Y nuevos ambientes de responsabilidad. Qué gratos los compañeros de trabajo. Nunca me he de quejar. A veces me encuentro con alguno de ellos, de ellas. Y nos ponemos a recordar. Qué lindo es recordar. Pasar los hechos de nuevo por el corazón.

CONFIESO DE QUE soy un sentimental. Lloré en varias partes de la película La ballena (The walhe), tan pronto al ver el sufrimiento de Charlie en su imposibilidad de movimiento natural. Me impactó asimismo el video donde veo perros sentados en asientos de primera clase de aviones turcos de regreso a México, como agradecimiento por la labor de rescate que realizaron. De ida fueron en equipaje, supongo. Y otro video mas, donde miro a Celia Cruz -la de ¡azucaaaaar!- cantando Guantanamera en un ensayo en Zaire; pero canta con tal emoción y baila, como si estuviera ante decenas de miles de público y está tan solo en un estadio vacío, y solo está el personal de apoyo y dos o tres mirones más.

ACÚSOME DE QUE sigo pensando en las utopías como justicia social, pan para todos, y que todos los niños del mundo tengan comida y educación. Y haya paz. Que sea la convivencia pacífica el distintivo de la raza humana. Que no haya pájaros en jaula. Ni presos de conciencia.

ACÚSOME QUE SIGO vistiendo jeans. Escucho música. Hago limonada. Busco libros de viejo. Escribo dos horas diarias. Leo 70 por ciento en digital. No me pinto el pelo. Tomo otro y otro café. Me gusta ver y escuchar los participantes de los concursos de declamación y canto. Me gusta viajar por carretera, porque me gusta manejar. Acudo a una cafetería. Me invitan, y acepto gustoso dar pláticas sobre temas del libro y la importancia de leer. Soy aficionado a tantas cosas. A una nieve de limón. A subrayar un verso. A tomar fotos a las plantas. A encontrarle formas a las nubes. A pedirle canciones a Alexa. Leo noticias pero les aplico filtros de verdad. Amo los ríos, montañas y altiplanos de mi patria. Me gusta ver a la gente reír y platicar. Me gusta escuchar.

ACÚSOME DE QUE me confieso y me acuso. Y eso no está bien, pero tampoco está mal.

 

 

EL LIBRO NOS HACE 

El libro nos hace. Nos transforma. Es en serio. Tómelo con calma, pero con seriedad. Nos transforma en lo individual y colectivo. Tan así como la escritura transformó a los primeros hombres en homo Sapiens. Ahora bien, es cierto que alcanzar a ser una república de lectores es una utopía. Se vale soñar que se puede alcanzar y realizar actividades en función de alcanzarla. Oximorón se llama el recurso literario de unir dos conceptos antagónicos. Ejemplos: "Utopía posible". "Sombra iluminada". Agradezco a diario Presente de Tabasco, la invitación a la asamblea o conversatorio de lectores con mitivo del Día mundial del libro. Y asimismo por la publicación en dos partes de la crónica sobre el evento:

Por una república de lectores, utopía posible

Puntuales acudieron a la convocatoria para ejercer la palabra. Esta vez con el recurso del recuerdo. ¿Cómo fue ese encuentro con el libro? ¿Cuándo? Expectantes 9 pares de ojos. Y la misma cantidad de 9 cerebros afectos a la lectura. Perdón por la manera de plantear las imágenes. Pudiendo decir cuerpos, almas, seres, personas. Pero es que el cerebro guarda palabras, ideas, sueños. Y los evoca cuando lo requiere. Y mueve los cuerpos hacia un lado u otro. Estos obedecen. Y todo lo que somos radica en el cerebro, para bien o mal. Como si el cuerpo todo fuera el cerebro o viceversa. Entonces, por la exteriorización de lo que sucede en su cerebro les conoceréis.

Mario Cerino comentó de la vez que leyó -de la primera a la última página- el primer libro completo. Era del escritor Herman Hesse, "Lobo estepario" (o "Demian"), y lo leyó acostado en una hamaca, bajo el cacaotal y los mosquitos. Terminó de leer ya cuando quedaban los débiles y últimos rayos de sol del crepúsculo. Sara, de unos 11-12 años contó su secreto guardado: empezó a leer desde que estaba en el vientre de su madre. Muy bella la imagen evocativa, como decir "origen es destino". Y que en su casa siempre había libros comprados por su padre. Erika reveló que desde niña, antes de aprender a leer y escribir, escuchaba (y se los aprendió) los poemas del declamador Manuel Bernal en los discos de acetato que compraba y gozaba su padre. Y ya como lectora su primer libro fue "De la tierra a la luna", de Julio Verne. Y además cuando le daban "su domingo", lo utilizaba para comprar libros. Ulises destacó que empezó con lecturas de otros a su oído con las radionovelas que llegaban quién sabe de dónde, ni cómo, a un aparato receptor en su casa, y eran Porfirio Cadena y Kaliman, entre otros. "No desesperres, Solín". Fue y es afecto a la música y letras del rock. Al menos yo, y supongo que todos, pensábamos igual coincidiendo en eso, yo agregando a Tres patines.

Románticos y soñadores, nos reunimos en las instalaciones del diario Presente, para evocar aquella primera vez en que nos encontramos con el libro, como un objeto raro, extraño, singular, maravilloso, que nos hizo viajar, movernos sin movernos, soñar, escudriñar otras latitudes, caminar por otras geografías y acompañar, siendo testigos, de los movimientos de personajes creados por escritores de otros tiempos y otras latitudes, como si literalmente fuéramos en la máquina del tiempo, hacia el pasado, hacia el futuro y regresando al presente. Lúcidos, sonrientes, comentaron todo ello los ya señalados, Mario Cerino Madrigal, Erika Rodríguez Padrón, Ulises Guzmán, mas Víctor Sámano, Liz Marín, Wilver Albert, Juan de Jesús López, y un servidor. Alrededor nuestro, gozosos, en su trabajo, reporteros y fotógrafos del diario Presente.

Hay una cualidad en los lectores que les permite reconocerse a primera vista. Hay una vibración armónica, de buenos deseos, de sonrisas y guiños, de recomendaciones de libros, de caminar juntos. Incluso, los lectores se sienten bien aunque estén reunidos y en silencio. Y me refiero a los lectores habituales, a los que acuden a una librería a comprar uno o dos títulos. A los que ya tienen en su casa dos o tres ejemplares del mismo porque son ediciones diferentes, a quienes huelen el libro cuando lo abren por primera, segunda y tercera vez, para reconocerlo, para registrar el olor del papel y la tinta en su memoria, a los que se les pasa el tiempo riendo como locos, expectantes ante el siguiente capítulo o la siguiente hoja, y que sufren cuando termina, porque tienen como veinte opciones para adentrarse en otro y no quieren ser como los padres que tienen preferencia por uno u otro hijo, en este caso autores, porque todos representan lo mismo.

Juan de Jesús comentó que él llegó al libro más tarde que todos los presentes, a los 50 años: hace referencia que en efecto, ya leía desde antes, desde mucho antes, pero a esa edad del medio siglo lo empezó a conocer más porque se adentró en la actividad de encuadernación artesanal, y mostró de ejemplo un libro vacío, a la manera casi como la de Josefina Vicens. Además aclaró que en la actividad mencionada enseña a hacer libretas como libro vacío para que los participantes puedan escribir sus historias, citas, dibujos, pensamientos, consejos, etc. Wilber Albert señaló de lo que está realizando en la promotoría de la lectura con niños, como compromiso personal para contribuir en la formación de lectores.

Antes de iniciar mostré el libro miniatura, "Hamlet", de William Shakespeare. Lo pasé a los presentes. Cuando llegó a manos de la pequeña Sara, de manera automática y como en cámara lenta, lo llevó a su nariz para olerlo. Luego en su intervención Mario lo destacó. En efecto, a diferencia del aséptico e inasible digital, el libro físico puede ser acariciado y olido, y llevarlo a todas partes como compañero de viaje, o en esas horas perdidas en las salas de espera de consultorios, centrales camioneras o avioneras, o haciendo colas de los bancos y tortillerías. El libro como tal, el antiguo y siempre moderno, con diseños vistosos o sencillos, es un objeto poderoso de nuestro amor a la humanidad, y factor determinante para el desarrollo individual y colectivo.

El periodista y director del diario Presente, Víctor Sámano Labastida, había dado el arranque de la actividad, celebración del Día mundial del libro y de las lenguas española e inglesa, coincidentes la fecha con el fallecimiento de Shakespeare, Cervantes y el Inca Garcilaso De la Vega. Comentó de la importancia de reflexionar sobre la cultura escrita y, en referencia al libro, comentó que el mismo destino tienen los impresos como el periódico: hacen falta lectores. Y agradeció la presencia de todos. Cedió la palabra a Liz Marín, quien comentó de la manera como la lectura le permitió el equilibrio cotidiano en las restricciones del Covid con todas las incertidumbres y temores por lo que podía ocurrir. Y leyó un poema de la poeta polaca Wislawa Szymborska (Premio Nobel 1996). Liz transmitió con tono de tranquilidad la esencia del poema y la sensibilidad de la escritora. Liz es maestra y escritora. Además es promotora cultural dinámica y activista en pro de la lectura.

En mi turno comenté que fue la escritura la linea del paso entre la prehistoria y la historia. Y si esa gran transformación hizo posible, lo mismo la lectura logra en lo individual a nivel de crecimiento en las personas. Y que bien podríamos hacer un ejercicio de imaginación suponiendo que no se hubiera inventado la escritura y de qué manera viviríamos como especie, aunque pensándolo bien, podríamos -a manera de crítica- "estar mejor adaptados en comunión con la naturaleza, y no enfocados en una civilización y un modo de producción destructor de la misma". Luego leí el dinámico y expresivo cuento para jóvenes "La princesa Fúchila", de Teresa Valdivia Dounce, que viene incluido en un libro edición de bolsillo editado por el diario La Jornada. Dicho libro lo conocí precisamente en una capacitación sobre lectura allá a principios de este ciclo. "Guácala", Fúchila", "Aigh, no", eran expresiones recurrentes de esta personaja.

Fraternidad en esta sociedad de lectores. Alegría visible de reencontrarse. De reconocerse como parte de un movimiento muy humano, y por tanto necesario en estos tiempos de crisis de valores. Emocionados al hablar de sus orígenes como lectores, sencillos en su vocación de promotores de lectura y la consiguiente circulación de libros. Erika, leyó, expresiva, dos poemas de su libro "Cósmico", publicado por Editorial UNISAN. Sara Gabriela Pedrero Carrillo leyó, emotiva, el primer capítulo del libro "Las gemelas de Auschwitz", de las escritoras Eva Mozes Por y Lisa Rojany Buccieri. La historia de dos niñas frente al atroz Josef Mengele, el Ángel de la muerte. Se comentó que Sara, como alumna, es de las que todos los maestros y maestras quieren tener y muchas y muchos más como ella (lectora) , y sus compañeros la han de ver extrañados como si fuera rara. ""Bendita rareza", comentó Mario.

Estaban con nosotros los fantasmas reales e imaginarios de Raskólnikov con su hacha; Alicia maravilla; Aureliano Buendía antes que lo fusilaran; Gregorio Samsa, ya convertido en escarabajo; el brujo Anacleto Morones; el señor K perdido en el laberinto del Estado; Ana Karenina, voluptuosa, sonriente; el viejo Santiago, de El viejo y el mar; Diógenes con su lámpara; Platón en su academia; Sócrates en su arenga a los jóvenes; Rulfo nos guiñaba un ojo; Arreola reía; Paz observaba; Carlos Fuentes garraspeaba; Rosario Castellanos asentía; y muchos otros más que no pudieron asistir porque andaban en otros cielos y cabalgaban otros unicornios por entre las nubes. Pero también estaba Rarotonga, Memín Pinguin, Chanoc, y muchos otros más en ese mundo maravilloso de realidad y ficción, lo que somos y creamos como seres humanos.

Asamblea de lectores, alguien comentó, y coincidimos, "buen concepto y acertado para título". Conversatorio de animosos lectores. Asimismo. Complicidades en el libro y la lectura. También. Sociedad de lectores vivos y muy activos. Lectores, Sociedad pública (lo contrario a anónima). Pobladores de la república de las letras. Docentes, periodistas, escritores, promotores culturales, cofradía de soñadores por alcanzar la utopía posible de llegar a conformar una población mexicana de lectores. ¿He dicho utopía posible? Pues sí, perdonando el exagerado oximorón.

 

 

LOS TANTOS LIBROS

VAMOS RÁPIDO hacia el estadio humano en que se publique un libro per cápita. Digo, al paso que vamos. Espero que dichas publicaciones sean de papel reciclado, o de otro material, para no acelerar la tala inmoderada e incivilizada de los árboles. Y esto lo afirmo ahora que precisamente ando ilusionado y acelerado en publicar un libro más. 

DE HACE algunos años para acá abundan los libros. Sean de editoriales grandes, medianas o chicas. Y de todos los temas para satisfacer todos los gustos. Y de hace pocos años abundan aún más. Como si fuera una explosión de delirio o la única manera de vivir, que publicando un libro, uno cuando menos. Y todo empezó con aquel visionario Gutemberg en 1450, culpable de que los libros se hagan en mayoreo. Y claro, con el impulso de la conseja popular de: tener un hijo, plantar un árbol y publicar un libro, aunque sea insulso.

ANTES DE tal suceso (invención de la imprenta, que consiste en placas con tipos de plomo móviles, que forman la página) pasaban años para duplicar tan solo un libro. Lo hacían los copistas, en monasterios, quienes encerrados en una pequeña habitación, donde no salían en catorce horas, a mano copiaban fielmente las palabras del libro original. Lo hacían muy lentos y concentrados, con el fin de evitar un error, porque en todo caso había que repetir la hoja entera.

AHORA VEO anuncios de editoriales independientes que ofrecen publicar, desde veinte ejemplares, tu gran obra por tan solo 80 pesos cada ejemplar. Y te ofrecen seriedad y responsabilidad. Yo a veces me animo a pincharles en su dirección de internet. Y de allí en adelante me llegan insistentes correos y mensajes watsap, muy cariñosos y amables, donde me recuerdan terminar el trámite iniciado, y tan solo esperan mi maravilloso texto que miles de lectores, tal vez -me aseguran- ya lo están esperando. Además de mis datos de tarjeta bancaria, claro.

ADEMÁS ME ofrecen por módicas cantidades más, la corrección de estilo y ortográfica, y hasta presentaciones públicas en París, Londres, Moscú y Mérida; por supuesto con pagos vía crédito de traslados en avión, hoteles del nivel que yo seleccione y traductores. Todo a mi cargo, por supuesto. Y como plus, asimismo me ofrecen publicarlos en otro idioma, mínimo cinco ejemplares, en chino mandarín, turco (que están de modas las telenovelas) y ruso.

A UN amigo poeta tabasqueño le pasó, que se equivocaron de idioma -ya había pagado-, y su libro, cuyo nombre escogieron ellos "Grandes poemas", fue publicado en chino mandarín. Y allí anda este mi amigo, por las calles de Villahermosa, como alma en pena, ofreciendo sus libros a precio de costo, aunque ni él tiene seguridad de que realmente digan lo que un productivo día escribió. Pero ya en su curriculum le ha agregado: Y su libro "Grandes poemas" ha sido traducido a varios idiomas, como el chino mandarín. Aunque yo sé de cierto que en una anterior edición sus inconexos poemas fueron traducidos al español legible. Quizá por eso fue la confusión de la empresa editorial independiente. Ah, y en la portada, que también se la diseñaron, es una fotografía de un solo grano de arroz sinaloense,

SE PUBLICAN tantos libros en estos tiempos que circulan ejemplares infestados con errores ortográficos. Yo entiendo que al publicar el libro, la empresa editorial es culpable de tal desaguisado en lo ortográfico, y ni se diga en lo sintáctico ( y mucho más si lo cobró). Pero el dícese escritor, asimismo tiene parte de culpa, porque al final de cuentas el posible comprador (que no siempre es lector) se fija en el nombre del autor, y no en el de la editorial "Soletón", o algo parecido.

TODO ESTO lo reflexiono ahora que ando interesado para publicar un nuevo libro. Y ando entretenido buscándole título. Ya he encontrado títulos como estos: "El cura que vendió su BMW", "La fruta que vendió su dignidad", "Crimen sin castigo", "Bailarina de porcelana", y algunos otros parecidos. Otros más: "Yo robaré poquito (no como los otros)", "Mi primera novia". Tengo dos amigos especialistas en poner títulos a sus libros, Jaime y Dios. A ellos acudiré para que me ayuden a ponerle a este, que ya casi tengo listo. Ya voy en su tercera revisada para corrección, y le sigo encontrando más errores con categoría de horrores.

SE PUBLICAN muchos libros aquí y no creo que en China sea igual. En descargo del tema tratado, diré que los de todos mis amigos y amigas son libros muy necesarios e imprescindibles para el desarrollo humano. Muchos libros de quienes soy su enemigo (ellos míos no) son muy buenos y algunos excelentes. Y de desconocidos no sé mucho, porque trato de releer, más que leer novedades. Ya anda cada vez uno con menos tiempo, para perderlo en los veinte libros anuales publicadosde un escritor español, los treinta libros de uno sudamericano, y los doscientos de un autor mexicano. 

DE TANTOS, hay que seleccionar. Al respecto lo dice Marco Valerio Marcial en uno de sus epigramas más conocidos: "¿Por qué no te mando , Pontiliano , mis libritos? Para que tú no me mandes, Pontiliano, los tuyos."

HAY mucha, demasiada oferta de libros, se publican muchos. Hay menos demanda, se lee poco. Y así vamos. Ahora también se imprimen por demanda. Hay editoriales que venden libros, pero solo lo imprimen cuando alguien hace el pago de compra. Lo cual no está mal. Porque hay menos libros en bodega. Y menos libros cuyo destino como papel es el reciclaje. Llegará el día en que cada mexicano haya publicado un libro. Y no haya leído ninguno. Y esto último es lo realmente grave. Qué digo grave, catastrófico.

 

 

SABER LEER ES NECESARIO PARA ESCRIBIR CARTAS DE AMOR

OTROS TENDRÁN habilidades verbales. Pero yo tuve mi primer novia gracias al lenguaje escrito. Al principio con recados. Luego con transcripción de poemas o versos aislados. Y más luego, con cartas perfumadas de dos o tres hojas escritas de lado a lado. 

DON JUAN, mi padre, llegaba todas las tardes con el periódico vespertino. Quizá era El gráfico (de Matamoros). Y en él por lo regular era una nota roja que destacaban para atraer clientela. Y mi padre era uno de ellos. Llegaba a casa, y se sentaba en el patio a leer con la lentitud del que va aprendiendo. Y lo hacía en voz alta con deletreo mientras iba imaginando en cámara lenta los sucesos. Y nosotros con su lectura nos enterábamos de un atropellado, un choque, un asesinado. Yo estaba ya en sexto grado, así que mi lectura era en silencio y con rapidez. Yo leía a veces la misma nota, para imaginar en cámara rápida, las notas deportivas y el horóscopo para saber cómo me iba ir en el amor y en el dinero. Al terminar lo dejaba en cualquier lugar, con las hojas revueltas. Mi padre se daba cuenta y me daba una regañada: "Así no fue como lo tomaste", me decía. 

CUANDO EMPECÉ a leer, a los 5 años, en casa, con mi hermano mayor, iba descubriendo un montón de cosas, porque era en los libros escolares donde aprendí a saber lo que decían esos signos que solos no dicen nada, y juntos van representando lo que existe, lo que sucede, lo que pasa. Pero empecé a leer y leía todos los anuncios que encontraba a mi paso, tanto los nombres de las calles, los anuncios de próximos bailes, como los nombres de los comercios y la propaganda de los partidos políticos.

PARTE IMPORTANTE del uso de lo escrito era que podíamos mandar mensajes. Lo veía en mi padre cuando dictaba sus cartas a mis hermanos mayores. Me llamaba mucho la atención que mi padre dictaba "aquí", para referirse a donde estaba su hermana quien leería la carta, no al "aquí", lugar donde se estaba escribiendo. Y empezaba la discutidera con mis hermanos. Mi padre terco de que era así como él decía, y mi hermano a que era a como él. Finalmente no recuerdo quién ganaba. Me llamaba mucho el final al despedirse y se me quedó muy grabado:"hermana querida, más quiero verte que escribirte". Expresión de mi padre que yo utilizo en mis cartas para mís amigos lejanos.

Y TODO lo escrito estaba en los libros en los grados consecutivos. Los temas me embelezaban. El saber de los romanos y griegos antiguos, lo de los inventos, lo de las máquinas simples, lo de los heroismos en las luchas armadas, lo del Pípila, lo fe Miguel Hidalgo en el romper las cadenas de la esclavitud, la vida infantil de Benito Juárez con su flauta de carrizo, y todo lo que iba apareciendo. Si bien a la comprensión ayudaba el dibujo, lo escrito era lo que nos iba contando los temas. Yo llegaba al mediodía a mi casa a platicarle a mi madre lo que había aprendido.

A VECES me imagino sobre qué hubiera pasado si no se hubiera inventado algo, y en este caso la escritura. Pero asimismo si no se hubiera inventado la imprenta, o la telefonía móvil, la televisión o el inetrnet. Y puede parecer ocioso este tipo de pensar, pero puede ser que valoremos más lo que tenemos. Siguiendo esa ruta de imaginar ¿cómo viviríamos sin la escritura? Sin libros, ni periódicos, sin anuncios, sin documentos de acta de nacimiento y matrimonio, sin biblias, sin enciclopedias, sin Quijote de la Mancha ni Cien años de soledad, sin nada de historias escritas. Tendríamos solamente el lenguaje oral. Pero podríamos imaginar igualmente: ¿Y si no hubiéramos inventado el lenguaje? Seríamos solo animales en la naturaleza. Y es probable que la naturaleza estuviera mejor sin deterioro, sin contaminación, sin concreto.

DONDE SE escribe, donde se imprime es el soporte. En el inicio fue en piedra grabada, en tablillas de madera y cera, en piel para pergaminos, hasta que finalmente se descubrió el papel a como lo conocemos. Y el soporte durante mucho tiempo fue el papel. Hasta que vino el soporte digital. Cada uno tiene sus pros y sus contras. Y deberíamos reflexionar sobre eso. 

EL PERIODISMO en su soporte impreso se va adecuando a los avances tecnológicos. Y lo grave sería que dicho avance significara su desaparición, como parece si no nos detenemos. Se va adecuando porque las transmisiones de notas recibidas de lugares remotos eran por teletipo, las fotografías salían de cuartos oscuros. Luego vino el fax. El sonido de las máquinas en las salas de redacción era lo común. Llegaron las computadoras. Con ellas la formación en pantalla con el Page Maker y redacción silenciosas en pantallas negras, y guardados en esos discos flexibles. Hasta el caso ahora de la dificultad de sacar el impreso, porque todo gira en lo digital. Muy pocos periódicos impresos, como una especie de resistencia. Sostener esos medios es un acto de amor a la humanidad. Y para escribirle una carta de amor a la humanidad hay que saber leer y escribir.

JOSÉ VASCONCELOS-a nivel de estadista y visionario-, Secretario de Educación cuando Álvaro Obregón, de los que se hablan como giales con el presidente, de tú a tú, de los que respeta y admira el jefe del ejecutivo, vislumbró un destino lector o no lector, y propuso y ejecutó una política educativa social mediante la qué impulsó la impresión de libros y su distribución por todo el territorio nacional, a la par de una amplia campaña de alfabetismo. El desarrollo individual y social tiene como base la alfabetización. Y este a veces parece rebasarnos ahora en el nuevo concepto de analfabetismo funcional, ese que sabiendo leer no lee, ni de chiripa.

EL LECTOR lo es en cualquier soporte, y lo contrario. Renegar del adelanto tecnológico que llega es por demás, hasta esfuerzo inútil. Y si por ejemplo imagino cómo seríamos sin los inventos señalados, habría que hacer un ejercicio de imaginación de cómo seremos con la normalización de la inteligencia artificial (IA). Yo por ejemplo tengo temor que se de cuenta dicha IA que nosotros no lo somos. Y que solo tenemos la mínima intrligencia para comer y trabajar.

 

 

SIEMPRE HAY ALGO MÁS

CUANDO SE HABLA de alguien decimos que "es de luces y sombras", en referencia a que no hay personas perfectas. Por eso digo que siempre hay algo más. Algo que no se revela, algo escondido. Si levantamos una piedra, siempre habrá algo bajo de ella. En este caso un gusano, unos microorganismos, una lombriz feliz.

SIEMPRE HAY ALGO que no vemos. Cuando se dice un discurso, hay algo que se dice entre líneas, que no es evidente. Y hay que ser perspicaz o ávido lector, para darnos cuenta de lo que encierra el discurso, donde dice lo que no dice, lo que calla con el total de palabras, aunque parezca una contradicción.

SI UNO MIRA la luna, siempre hay algo más. Tanto del que mira, como de la cara oculta de nuestro satélite, pero hay más allá de ella. Es algo que escapa a nuestra comprensión de las cosas. A una afirmación hay una negación, y a cada una le corresponde una contradicción, algo así como la dialéctica.

SIEMPRE HAY ALGO más en el mensaje. Siempre hay algo más en el silencio. Tanto piensa el que está callado. Hay algo más cuando se habla mucho de algo para no hablar sobre otras cosas. Por eso he afirmado que es tan importante al igual la palabra que el silencio. Y solo el sabio verdadero sabe cuándo utilizar una u otra.

SIEMPRE HAY ALGO más cuando nos cuentan una historia, o una versión. No porque haya mala fe, sino porque cada quien habla con el enfoque y habilidad personal. Y a veces, sin duda, hay mala fe. Creer todo a ciegas y lo mismo no creer todo a ciegas, es un error. Pensemos siempre que hay algo más. Busquemos otras versiones, para encontrar las contradicciones de una y otra, y sacar nuestras propias conclusiones. 

ASÍ, HAY UN campo visual, y más allá no podemos ver, lo mismo hay un campo de comprensión. Y este está determinado por nuestra formación familiar, nuestros valores, nuestras lecturas, nuestros medios y fobias, etc. Por eso es importante y agradable coincidir en tiempo, geografía y temas con otros u otras. Con ellos nos podemos pasar horas y horas platicando. No son casuales nuestros amores y amistades. Pocos, pero buenos, valiosos, valiosas.

Y HAY PERSPECTIVAS. Porque más allá de nuestra casa está el barrio. Y más allá el pueblo. La ciudad. Más allá el estado. Luego el país. El continente. Y más allá los otros continentes y el venturoso mar de aguas abiertas. Y más allá el espacio. Nuestro sistema solar con sus planetas y centro, alrededor del cual gravitan dichos planetas. Y más allá una vía láctea con sus miles de millones de estrellas, sistemas estelares, satélites, etc. ¿Y más allá? Sí, la galaxia. ¿ Y más allá? Otras miles y tal vez millones de galaxias, con sus hoyos negros. Y junto a mí, un libro o la ausencia de un libro. He allí la diferencia.

Y HAY ALGO más en la mirada y cuando se calla, aunque más me gustas, porque estás como ausente, diría el poeta Pablo Neruda en su poema 15. Claro que hay algo más en cada manera de pensar. Por eso se dice también que cada cabeza es un mundo. Y es común que sucedan conflictos porque queremos que los demás piensen lo mismo que nosotros. Y nos aferramos a esa idea.

HAY ALGO EN el niño en condición de calle, algo más en el que pide limosna, en el que limpia el parabrisas y se enoja si le decimos que no. Algo más hay en el que pierde el equilibrio de las emociones y se baja del auto para discutir y pelear con otro conductor que se distrajo y sin querer por poco lo golpea, o le tocó el claxon y el otro lo tomó con una ofensa. Hay algo más en las miradas sin alegría, en el anciano. Hay algo más en los anuncios de televisión, en el programa de entretenimiento, en el programa cómico con el chiste político. Hay algo más en las llamadas insistentes de los bancos. En el cobro de los intereses por mora si te pasas en el pago del crédito un día. A veces debes 300 pesos, pero pagaste un día después del límite y te aumenta la deuda 700 pesos más. Siempre hay algo más. Bertotl Brecht lo decía: "Es más delincuente el que crea un banco que el que lo asalta".

SIEMPRE HAY ALGO más detrás de la bandera y el himno nacional. Siempre hay algo más del homenaje a nuestra enseña tricolor. Algo más siempre en las distintas versiones de la historia, así como de la historia oficial. Ejemplo: hay hoy una guerra, como la de Rusia-Ucrania y cada uno de los presidentes tiene su propia versión. Mas siempre hay algo más atrás de esos discursos. 

FERNANDO DELGADILLO, EL cantautor lo dice así: 

"Comienzo a hacer una canción que exponga/ Cómo vive México a los que no ven/ Y a los que nunca le reconocieron/ Pero puesto en este sitio me detengo a preguntar/ ¿Qué sujetó a los hombres de mi tiempo?/¿Dónde están los patriotas? ¿Dónde fueron?/ ¿Simboliza la bandera un recuerdo?/ ¿A dónde fue el orgullo de mi enseña nacional?/ ¿Qué significa una bandera al viento?/ Es un trozo de tela con el fin de congregarnos/ Estos días que nos confunden los senderos / Enseñando a vivir con los ojos abiertos./ Desde niños sabemos venerarla/ y también por su amor vivir."

 

 

INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR

Escriba. No le saque al bulto, como decimos. Todos tenemos historias que contar. Empiece con un enunciado. Recuerde que este tiene sujeto, verbo (que es la acción) y el modo en el que el sujeto realiza la acción, a lo que se llama complemento.

Por supuesto, que si no tiene nada que decir, no escriba. No son necesarias para el mundo las palabras de quien no tiene nada qué decir. Hay tantos libros de personas que nada dicen aunque escriban mucho. pero eso es otro asunto. Usted escriba.

No se intimide si ha leído a Borges, Rulfo, Cortázar o Monterroso. Usted no escribirá nunca como ellos. Usted escribirá como usted solamente puede hacerlo. Bien o mal, que no le importe.

No se ponga nervioso si nunca ha escrito ni un recado o aviso. Siempre hay un inicio. Nadie ha escrito antes nada de cuando empezaron. Es la ley de la vida. Nadie nace sabiendo.

Usted escriba, sin que le intimide que no haya leído usted nada o demasiado e ínfimamente poco. Hay escritores que llevan escritos y publicados varios libros y no leen. Así usted comprenderá qué no se escribe buena obra.

Escribir es poner en la hoja una palabra y luego otra y otra y otra más. Es una acumulación de palabras con sentido. Si luego de escribir ese conjunto de palabras no le encuentra sentido, no crea que es un poema. Borre todo y empiece de nuevo. Hasta que salga algo legible. 

Sus primeros escritos seguramente serán sobre usted mismo. Así es en la mayoría de escritores que empiezan, porque es a ellos mismos a quienes conocen más, si de escribir sobre personajes se trata. Todos tenemos historias.

Luego de escribir algo, léalo. Si no le gusta déjelo. Si le gusta, no sea complaciente, que todos lo somos, y rompa la hoja, no la computadora. Allí borre, solamente.

Lea el texto. Y cuando tome aire, ponga coma. Y donde le falte más aire, ponga punto y seguido. Y cuando sienta que se ahogue, punto final. Ah y cuando no sepa qué sigue, ponga ...

Si tiene muchas invitaciones para publicar sus textos, es usted agraciado. Facebook y Blogger le duplican el ofrecimiento de espacio. Solo que no rechace las invitaciones. Solo dígales: "Deja que primer escriba, luego te lo mando para que me publiques". No permita que le pongan fecha de entrega ni otra condición. Usted es una promesa de artista, no cualquier cosa.

Le cuento que una vez llegaron a mi taller tres señoras de un pasado buen ver y muy sonrientes. Buscaban un taller de lectura. "Pero este es de escritura literaria", les dije. ¿Pero de qué vamos a escribir? Acudan a su memoria. Pueden escribir de sus sueños reales o ficticios. Cartas su tía, abuela, madre o maestra de primaria. O Carta a Dios. O de un enamorado imposible o su primer amor. Y sus ojos se alegraron ante esa posibilidad. 

Dirían los cubanos: escribir no es fácil, tampoco difícil.

 

 

 

TOMA LA VIDA CON CALMA Y ALEGRÍA


TOMA LA VIDA con calma y alegría. De todas maneras no vas a salir vivo de ella. Es inevitable lo que viene. Sea en un año. Cinco. Diez. Veinte. Se cumple un ciclo. Dicen que había un letrero en la sala de espera de un doctor que decía: "El único requisito para morir, es estar vivo". Ingenioso, real, aunque letal. Lo mismo se puede decir del requisito para divorciarse, es estar casado, en lo que se refiere a condición civil.

YO SÉ QUE hay estrés, ansiedad, desesperación. Solo que analiza: todo ello se deriva por preocupaciones que esencialmente no puedes resolver porque no dependen de ti. Así de simple. Así que revisa todo lo que te acontece y provoca esa desesperación. Y empieza a resolver solo lo que depende de ti. Lo que no, pues no. Y que el mundo gire. Que lo mismo seguirá girando cuando ya no estés.

AQUELLA TARDE DE Navidad, mi madre tenía una mirada que no supe o pude interpretar. No sé si era de pesadumbre, de languidez. Estaba sentada en la sala escuchando el barullo de sus hijas y nietos. Unos corriendo. Ellas platicando de esto y de lo otro. Ella volteaba a ver el movimiento que hacían. Ponía atención a lo que se decía. Y su mirada parecía decir algo. No, no parecía. Decía algo, como una despedida. Pero no lu supimos, hasta que se fue, horas después. Era Navidad.

LA MUERTE NO pone como requisito la edad. Por eso se dice que es tan democrática. Ni si es pobre o rica la persona. No hay distingos ni preferencia. Ni aceptación a ruegos, de "déjame otro año más, otros meses, cuando menos, para arreglar algunas cosas, alcanzar a despedirme bien". Nada de eso. Se lleva al Papa, a su Majestad, al artista o deportista famoso, al viejo, al infante, al malandro, al santo, al hipócrita, al poeta con o sin dinero. Etc. ¿Para qué seguir? Todo está tan claro, como el agua del río.

"NO HABLES DE la muerte", me dicen, amigos, amigas. "Se mira mal tu texto. Parecieras ave negra, presagiadora de tempestades". Precisamente lo hago en la conciencia de que a esto vinimos. A vivir la vida. A sorber con fruición la última gota de vida. A disfrutarla sin hacer el mal a nadie. Y sonreír sin medida, a amar, en gran magnitud, a volar en ideas, a perseguir utopías como liebres correlonas, a las que nunca de los nunca alcanzaremos. Pero conscientes de ello, no por eso dejar de perseguirlas (utopías). Si eso es lo que le da sentido humano a la existencia en dos pies. 

HACE UNOS CUARENTA años veía yo a una señora de cabello blanco, no tan grande de edad, caminar por el malecón de Villahermosa. Fuera el mes que fuera. Sea con fresco, lluvia o calor. Caminaba lento, de pronto apuraba el paso, pero no por prisa, sino una especie de danza, brincando y avanzando, alzaba las manos mirando al cielo, como un canto a la vida y a la naturaleza. No supe su nombre. Nunca lo pregunté. Nunca dispuse de curiosidad para ello. Por cierto, llegaba a los eventos culturales. Sentada, ponía atención al cien. Y, beatífica, sonreía. No hablaba con nadie. De allí salía como todos, al destino de todos, quizá la soledad, quizá la familia, quizá a un cuarto miserable, o medio acomodado. No lo sé. Así por varios años hasta que nunca más la volví a ver.

Y YO NO he vuelto a ver a Samuel. Un muchacho buena gente, noble, sencillo. De unos 25 años. Activo vendedor de lentes. Traía su cajita con los distintos cristales para saber la magnitud en la necesidad de visión de los clientes. Llegaba a un taller literario. Llegaba con algún texto, intento de poema. Reía mucho. "Usted es como mi papá", me decía. En ocasiones empeñaba su equipo oftalmológico. Y me ofrecía armazón y lentes, para obtener lo que necesitaba para desempeñarlos. Y ganábamos ambos. Yo, lentes nuevos. Él, el recurso para tener de nuevo su equipo. Pero vino la pandemia en marzo del 2020. Y nunca más me ha contestado el teléfono. Número cambiado. "El número que usted marca, no está disponible. Se encuentra fuera del área, o ha sido cambiado". Y ni sé dónde vive. Solo sé que vivía con su madre. Y que su madre murió. Y quedó solo. Ojalá que lea este texto y se reporte. Samuel, muchacho noble y bueno. Un abrazo dondequiera que ande.

Y DE SEGURO "Cristo te ama es espíritu y bondad, búscalo", lo escuchó este, en voz de José Luis Rodríguez El Puma. Y bien, esta melodía la cantaba un personaje que anduvo en Villahermosa muchos años. Lo mismo, llegaba a eventos culturales, sea en la Galería El Jaguar despertado o cualquier otro. Alto, de 1.80 m. Perlo largo a lo Demis Russos, cantante griego de por esa época. Y de atuendo una casaca negra o gris. Miraba y escuchaba la lectura de poemas, la presentación del libro, conferencia o la obra de teatro, y al final, mientras las personas se despedían, felicitaban al artista, conferencista o actor, su voz imponente se escuchaba: "Cristo te ama... búscalo, búscalo. Y quizás tu suerte encontrarás, y todo cambiará..." Unos años así lo vimos. Luego desapareció.

DE 31 AÑOS, el beisbolista Matt Pobereyco, norteamericano, jugador de Algodoneros, falleció de un infarto apenas hace dos días. Rey del ponche, le decían, por su efectividad ante los bateadores. Era oriundo de Indiana, EEUU. La causa de su muerte: infarto fulminante. Sin dar tiempo a despedirse, como decimos. Hace ya tres meses, murieron en Villahermosa tres muchachos, hijos de tres amigas. De edad entre 25 y 30 años. Dos de ellos de infarto fulminante. Y hace una semana el hijo de otro amiga, de edad parecida. Él salió apenas entrando la noche rumbo a una tienda a comprar algo que necesitaba. A su esposa le avisaron que estaba tirado en la calle. En la cámara se puede ver que iba caminando. Y de pronto se desvaneció. Fulminante el infarto, asimismo.

Kiki Suarez Suarez es alemana radicada, desde su juventud biológica, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Leo todo lo que escribe, porque proyecta energía, vivacidad, alegría. Allí llegó, le gustó, se casó. Se encontró y allí sigue escribiendo, sonriendo, pintando y platicando. Pero que ella lo diga. Acaba de cumplir años. He aquí su mensaje de vida: "YA SOY VIEJA - ciega, pero leo ,escribo , pinto, pienso, capuchineo con personas , escucho y pienso más. Eso quisiera seguir haciendo hasta que me caiga muerta. Espero que no sea pronto. Y todos los lindos mensajes que tod@s ustedes me han mandado para felicitarme en mi cumpleaños ayer me son gasolina, me son alimento para mi alma para seguir este camino, para - junto contigo - trabajar cada día y dar nuestra gota para crear un mundo un poquito más amable: con colores, con capuchinos, con reflexiones filosóficas, con literatura, escritura, con baile, con mirarnos y sonreírnos mutuamente y al mundo… GRACIAS MIL A TODOS Y TODAS!"

 

 


PERO CHICOS, ¿QUÉ HAN HECHO?


EN VILLA GESELL sucedió, en la Argentina del tango, lo que ahora aquí les cuento: ocho muchachos mataron a otro de su misma edad, este de nombre Fernando, Báez Sosa, de apellidos. Estaban en un bailongo, celebrando vacaciones. El local lleno a reventar, no cabía ni un alfiler, lo que es propio de empujones, a cada paso que daban, por lo que inició la gresca. Los guardias intervinieron, y a los rijosos sacaron. Hasta allí todo iba bien, aunque el presagio es tormenta. 

Y ATENCIÓN A lo que cuento: hace tiempo yo miré, hace como cuarenta años, en una tienda de juegos, donde el padre en la máquina, alentaba mucho al hijo, para atropellar personas, y ganarse puntos en el juego. El niño era de ocho años, y su mirada brillaba, por cada persona muerta. El padre muy jubiloso, de todo ello se alegraba, y mucho más lo alentaba. El niño ganó el juego al fin. Y el padre le dio su premio, con un abrazo muy fuerte. El juego había terminado y se fueron a festejar, orondos y complacidos. 

LA FICCIÓN Y la realidad, en ocasiones confunden. El "game over" significa, que el juego ha terminado. Y te regresas a lo real, a asumir obligaciones. La norma a todos nos rige, si somos mayores de edad. Y a responder como adultos, la ley nos marca fronteras entre lo bueno y lo malo. Y eso en la escuela se aprende, pero primero en la casa, esto nunca usted lo dude. O lo aprendes a los golpes, aunque eso ya no nos guste.

YA CASI AL amanecer, emboscaron a Fernando, ya lo tenían en la mira. Cuando lo localizaron, se le fueron en jauría. Como si fuera pelota, pateaban en la cabeza. Le dieron duro y tupido, sin pensar las consecuencias. Los amigos de Fernando, trataron de defenderlo, pero entre todos que eran, hicieron una muralla. Primero cayó hincado, y él les pedía clemencia. Luego cayó de bruces, y lo siguieron pateando. Y en menos de un minuto, ya lo habían asesinado, y para colmo, lo siguieron pateando. Era desigual batalla, ellos ocho y él solito. ¡Vaya ni batalla era! sino criminal abuso. Sus amigos intentaron, romper la barrera hecha, pero con gran resistencia, los rugbies lo impidieron, con la fuerza y con el odio. Y allí quedó ya bien muerto. Lo que sigue aquí lo cuento. 

LOS ASESIN9S SE fueron, a cenar sus hamburguesas. El triunfo celebrarían, como si fuera proeza. Fernando quedó inerte, todo muy ensangrentado. Y es que hay deportes como armas: los puños del boxeador, las patas para patadas, de jugadores de futbol. Y el rugby y el americano, es conjunto de todo ello: el cuerpo para tecleada, las patas para patadas, y puños como si balas. Armas ya son contra uno, mucho más si echan montón, como en el caso que hablamos: ocho contra uno solo. La ley marca que es crimen, doblemente agravado, por la alevosía y ventaja. Y la ley marca en castigo, que queden bien recluidos, pero por toda la vida. 

TRES AÑOS DURÓ el juicio y acaba de terminar. Hubo videos como prueba y más de treinta testigos. Hubo saña y perversidad, clemencia ni por asomo. Hubo bajeza y ruindad, hubo aplomo y seguridad, en lo que estaban haciendo. Patadas y más patadas, golpes sin consideración. Reitero ocho contra uno. Y más con el poder de ser, los jugadores de rugby, con estrategia y certeza. Seguros estaban ellos que ocupar la fuerza es bueno, para ganar la partida. Solo que no era en juego, sino un pleito desigual. Y metidos ya en el juicio clemencia ellos pidieron, para que no los juzgaran, como tenían merecido. Cinco a cadena perpetua. Tres a prisión por quince años; esta ha sido la condena

¿PUEDES BURLAR AL destino? ¿Puede evitarse lo escrito? ¿Prevenirse puede lo malo? ¿O todo ha de suceder, como si fuera planeado? Cierto es que al hijo se quiere. Se quiere evitarles males. Solo que no se sabe, de qué manera tratarles. Se educa en el revés: de que a fuerza hay qué ganar, de que importa más tener, que hacer crecer nuestro ser. El alcohol deja ganancias; el que no tranza no avanza. Es real filosofía para imponer la maldad. "Te falta malicia", dicen. Y le agregan remachando: "ser bondadoso es de tontos", "ser honrado no importa". Y así están las consecuencias en toda la sociedad Y nos estamos quejando del egoísmo fatal, causa de todos los males. Al viejo se le deshecha, se cosifica a mujeres, el niño que crezca si puede, y la vida no vale nada, bien dijera José Alfredo. 

MIREN SI NO hay razón: cierran centros culturales, o les quitan presupuesto. La educación poco importa. Arréglense como puedan, parece ser la divisa. Indiferente a la norma, despreciando a las leyes el avestruz se ha escondido. El ejemplo que se pone, a los niños y muchachos, es ganar a toda costa. No importa su educación, ni el manejo de emociones. 

EN EL JUICIO de los hechos, pedían perdón y clemencia. Uno de ellos se desmayó, al escuchar la condena. Y no era para menos, pasar la vida en la cárcel a nadie se le desea. Por eso se recomienda, tener presente el consejo, de reprender a los niños, y corregirlos de chicos. No se puede ya de adultos. Ya vimos lo que sucede, por dejarlos a la libre. Una madre sin su hijo. Las otras muy compungidas, con sus hijos en prisión. Y para todos la vida. A excepción de los tres, que su condena es de quince. Pongámonos en su lugar, aunque se nos haga difícil.

MIENTRAS TANTO ME despido, tengo cosas por hacer. Mas no dejaré de insistir, y lo dejo por escrito, que estamos en el revés, de lo que deberíamos hacer: los campos abandonados, las calles y parque sucios, sin juguetes para el juego, el alcohol en toda fiesta, Aprender un oficio es necesario, sin olvidar que robar es fatal, pues nos vamos degradando. Mas también tenemos culpa, como en la Fuenteovejuna: si el funcionario no roba, decimos que es tonto. Mas para terminar, aquí una cita les dejo: "El niño que no haya sido abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará la aldea para sentir su calor".

"¿QUIÉN MATÓ AL Comendador?

-Fuenteovejuna, Señor."

Es decir, todos a una. Esto hay que recapacitar. Unos por callar. Otros por no interesarse. Otros más por consentir. Otros por pensar "a mí no me pasa". Mas cuando el.mal llega a casa, quisiéramos culpar a todos los demás, sin recapacitar, que hemos sido indiferentes a lo que a otros les sucede. Pero es tarde ya. Buenos días, hasta mañana

 

 

 

 

Un enigma es el tiempo. La vida pasa de generación en generación, como eslabones de cadena. Nacer, crecer, morir, inevitable. Suplicio interminable si fuésemos eternos. En fin, un tema amplio, complejo. Lo cierto es que el tiempo es una máquina que nos tritura, lento, imperceptible, pero sin descanso. Agradezco a diario Presente de Tabasco, el espacio que generoso me brinda hoy sábado 28 de enero, para este texto, el cual reproduzco. 

Al paso de los años

LOS ASEGUNES de la vida están representados por el paso de los años. Lo que es, inevitablemente pasa. Sea dolor, amor, pasión, angustia, etc. Lo que ya fue, futuro lo fue también que pasó fugaz por el presente. Y el presente es solo un instante muy breve que brinca raudo del futuro al pasado. No hay tiempo para detenerse, porque todo pasa. 

EL ESPEJO un buen día deja de ser cómplice. Y ya sin ayuda de filtros incluidos, te refleja tal a como eres. Y sucede que no te reconoces. Nunca más te reconoces. La juventud nos engañó que era eterna y no lo fue. Y en aquel parque donde pasas las tardes miras personas que ya no reconoces. Otros niños juegan. Otros padres. Y otras parejas de enamorados. En ellos crees mirar tu pasado. Y te engañas. Porque los tres tiempos son uno solo. Y ese tiempo es el que habitas y te habita.

A VECES te metes en la máquina del tiempo que tienes guardada en el fondo de tu pensamiento. Y recorres el pasado de nuevo como un presente. Y lo vives, porque es la realidad, virtual, pero realidad al fin. Juventud divino tesoro. La piel tiene memoria y tus manos te recuerdan placeres. Tu mirada se entorna a causa de imágenes de placer y dicha. Y regresas al presente, nostálgico. Y programas viaje al futuro.

CUANDO PIENSAS en el futuro, lo sujetas a límites, siendo estos el futuro cercano, que te interesa. Porque en la máquina del tiempo puedes ir al futuro lejano, donde ya no eres cuerpo con carne, tendones y huesos, sino polvo de estrellas siderales. Y te trasladas de un lado a otro en el espacio. Pero esto no lo entiendes. No por ahora. Y regresas, asustado, al presente.

¿TE PREOCUPA algo? Te preguntas frente al espejo. Y la razón dice que nada. Y en efecto, sientes una paz interna que se transforma en tranquilidad. Como si volaras al paso de las horas o caminaras en el aire cinco centímetros por sobre el piso. Solo que inevitable la nostalgia te toma de la mano. Y no es lo distante en geografía y tiempo, sino por lo reciente, de algunos meses, o a veces algunos años. De lo que pudo ser y no fue. De lo que fue y más no será. Y crees que "no me olvides" es una flor. Y lo es.

LOS ASEGUNES de la vida son sus estancias marcadas por los ciclos, de ingreso y egreso de escuelas, la fiesta de quince años, la mayoría de edad en los fulgurantes 18, el primer viaje fuera de casa, la primera novia, el matrimonio y los hijos, la primera muerte muy cercana, el mirar fotografías de los que andan lejos, de los que están cerca y no visitamos, y por supuesto, las de quienes murieron y quedó solo el recuerdo en el paso de los años.

LA MEMORIA pasa de los recuerdos al olvido. En este, hay imágenes borrosas. Y al paso de los años ni esas imágenes quedarán. Parte de la memoria se irá borrando poco a poco. Y quedará lo de más dolor, lo de más amor, en esa mezcla de vaivenes emocionales. Lo que un día fue, no será, cantan en la radio. ¿Ya te enteraste de lo que le pasó a María? ¿Estabas aquí cuando se casó fulana? ¿Cuando lo de la muerte de Juan? Y así pasan las horas, los días. Ahora caminas entre tumbas del cementerio. Y escuchas algarabía. Pero te engañas.

EN BÚSQUEDA de mas tiempo, tema para reflexiones, has caminado entre tumbas, has leído los datos que en ellas escribieron, por lo regular un nombre con respectivos apellidos y dos fechas. Miras flores de plástico con polvo. Miras flores secas. Hay tumbas abandonadas. Otras, con criptas de lujo, de las que dicen: del tamaño de la cripta son las culpas. Y para equilibrar el pensamiento acudes asimismo a sanatorios para nacimientos y pediátricos, para ver las vidas que empiezan, con su sonrisa y llanto puestos en el futuro.

DE PRONTO una ambulancia se escucha a lo lejos. E imaginas el cuadro: un herido, un enfermo, al que llevan con prisa hacia un hospital. Como si fuera el ruido de la sirena un anuncio de la fragilidad de la vida. Entre la bifurcación del camino en sus dos variantes: vida y muerte. Y es el amanecer que empieza, al que le corresponde un anochecer, y luego la noche con la oscuridad más profunda.

Y DESPIERTAS cantando una canción. ¿Qué ha pasado aquí?, preguntas ante tanto desorden. "Aquí no ha pasado nada. Porque nunca ha pasado nada. Solo la vida", te responden. Y sigues cantando: ¿Y qué hiciste del café que me juraste?¿Y qué hiciste de los versos qué escribí?

 

 

 

 

 

Si la vida es una a como es, y además es efímera y fugaz, vivámosla con sonrisas, entrega y pasión. Lo demás es perder miserablemente el tiempo, lo demás es desperdiciarla. Agradezco a diario Presente de Tabasco el espacio para mi texto hoy lunes 30 de enero, el cual reproduzco:

La pasión

"ESOS ANDAN apasionados", decía mi madre cuando le contaban, o ella contaba de una pareja que andaban tomados de la mano, de un lado para otro, o abrazados, rumbo al cine, bailando separados en las cumbias y pegaditos en las baladas, riendo a carcajadas, vivaces, alegres, el uno para el otro. Etc.

PONLE PASION a todo lo que haces. Así de sencillo. Y todo luce. La vida nos luce. Da sentido a nuestro paso por la vida. Lo contrario es hacer las cosas sin ganas. A ejemplo con las expresiones como "el ya qué". Con el "aquí ando y estoy, porque no hay remedio". Y es entonces que vas herido de muerte, y mostrando la herida a todo el que pasa junto a ti.

PASIÓN ES entrarle con todo, hasta con los tuétanos. En el área que te corresponda. Está por demás decirlas. Cada uno tiene la propia. Y mal hacemos en estar haciendo algo y en añorar mediante el pensamiento en otras cosas. Es preciso meternos en lo que estamos haciendo. Sea nimia la actividad o importante. Sea para uno o para otros. La pasión es lo que cuenta.

ME DECÍA una amiga en respuesta a mi pregunta: ando ocupada haciendo algo que siempre quise hacer, estudiar derecho constitucional. Siempre lo soñé. Y hasta ahora me di el tiempo. "Me dije", dijo: "estudie o no estudie, de todas maneras el tiempo pasa. Entonces que pase, pero yo disfrutando ocupada en lo que quiero hacer".

HE VISTO personas que hacen como que hacen. Sus caras lánguidas atienden, sirven. Y como si fueran a la guerra. Y eso en todas las áreas. En cambio quienes hacen las cosas con pasión, es una entrega permanente. Se nota que disfrutan la vida en todo momento, con todas sus aristas, en todas sus dimensiones. Hasta en sueños, dicen.

HE VISTO enterradores de cementerio que están silbando una melodía mientras echan las paletadas de tierra y continúan mientras sellan la lápida. Y se mira el contraste de sus notas con el llanto de los deudos. Y no es que se mira mal su silbar. Sino que su trabajo lo están haciendo de buena gana.

TRES VECES vi cantar a Pablito Milanés (recientemente fallecido). La primera y la tercera fueron de una entrega total. Entre una y otra habían pasado más de cuarenta años. En cambio recuerdo bien la segunda. No sé por las que estaría pasando, en ls tribulaciones que en ocasiones se nos presentan y todos tenemos. Eran digamos las mismas canciones. "Yolanda". "Todavía quedan rastros de humedad". Y cosas así. Solo que esa vez, esa vez, cantó sin ángel. La cara perdida. Diez canciones como en cumplimiento burocrático. Y adiós. Cierto. Es comprensible, todos tenemos malos momentos.

HE VISTO carniceros que despellejan el cerdo o la vaca, y ríen mientras tanto. Perdón el ejemplo. Y atienden de maravilla. Y más que piensan en atender al cliente de la mejor manera, sacando filo al cuchillo, y sonriendo. Y siempre la carne que venden es suave, y hasta un pilón de algunos gramos más dan. Y atienden lo mismo a hombres que a mujeres. "¿Qué le doy, padre? ¿Qué va a llevar hoy, madre?"

SI TODOS hiciéramos con pasión lo que nos corresponde, todo sería distinto. Y habría menos cánceres, menos estrés, menos enfermedades psicosomáticas. Es cierto que lo que digo es una utopía, algo inalcanzable, pero vale la alegría (no la pena) exponerlo. Vivir con pasión es lo máximo. hacer las cosas con pasión nos reditúa en salud física y mental. De eso estoy seguro.

LA PASIÓN se transmite. Nos hace vibrar diferente. Y nos hace coincidir con otras personas que vibran igual. Y se le dice suerte, se le dice coincidir, se le dice amor. Se le puede decir de cualquier manera. Pero es la pasión por hacer las cosas, por enfrentar los retos de la vida. Pasión por hacer el café. Pasión por correr. Por bailar. Por cantar. Por caminar. Por viajar. Por empezar algo de nuevo. Por emprender. Todo ello se contagia. He visto actuaciones de teatro maravillosas. He oído a cantantes que tienen la voz fea, pero que cantan con pasión. Y eso hace la diferencia. Créame.

¿QUÉ ES la felicidad? Respuesta distinta da el sicólogo, el filósofo, el cura y el maestro de escuela. Dice el poeta que preguntó a todos ellos. Y se dio cuenta lo que realmente era, cuando pasó por donde estaba un grupo de gitanos, bailando, bebiendo y comiendo bajo una gran arboleda. Y entonces ¿qué es la pasión? Podemos probar respuestas, y cada uno expondrá la propia. La mía: Es entrega total a lo que haces. Si besas, si abrazas, si oyes o platicas, si caminas, si miras un espectáculo, si eres tú el que das el espectáculo. Otra: Pasión es estar en cuerpo y alma donde se dice que estás.

 

 

 

 


Otras instrucciones para escribir

¿Pero quién quiere escribir? Ya he dicho que, como dicen los cubanos, escribir no es fácil, pero tampoco difícil. Así que póngase frente a una computadora u hoja de papel, y a darle, "que es como mole de olla". Empiece con una palabra sin adorno. Y siga a manera de desenredar una madeja de estambre. La primera palabra escrita será la punta. Escriba por ejemplo: "Café". Y a partir de allí despliegue recuerdos, quizá el que le preparaba su abuelita o madre, cuando niño. Y platique todo eso, si había un pan o una mirada de cerca. Y todo lo que sea posible contar sobre ese café especial que se acostumbró a tomar por el gozo y la charla que se generaba alrededor suyo.

Otro ejemplo, escriba sobre el clima. "Qué frío. Tengo las manos frías", como pretexto para tocar la mano de quien la mirada ha hecho contacto desde antes, como almas que vienen desde milenios atrás, y seguirán su ruta de luz. Decir: "tengo frío", y escribirlo es plantear una posibilidad que haya texto a cuatro manos, pero ese es otro tema.

Se obstaculiza uno mismo para escribir cuando se quiere escribir desde el principio cosas importantes. Para que se le descubra como todo un escritor con merecimientos de premio Nobel anticipado. Y que tan solo al leer "su" texto, se inclinen ante usted, quitándose el sombrero. Entonces como lo que sale en los primeros textos no es ni mucho menos parecido a esa pretendida calidad, entonces ya no se escribe. Y peor si llegó a un taller literario en el que le dijeron que mejor se dedique a vender chicles o palomitas en el Cine Sheba, que ya ni existe.

Lo importante no es escribir mucho, sino hacerlo con pasión, así sean cinco renglones o diez diarios. Media cuartilla, de ser posible, por decirlo así. Querer hacerlo. Si no, ni al caso. Ni por moda, ni por quedar bien, ni por brillar. Y si lo hace a diario, mucho mejor. Así la mano conectada con la mente, se va habituando a juntar palabras por escrito, a develar palabras en la página. Pero antes de seguir instruyendo sobre cómo escribir, lea. Lea mucho. Sí, claro. Poemas, cuentos, novelas, de preferencia que le gusten. ¿Una hora diaria? ¿Dos horas? ¿Media hora? Lo que sea es bueno. Porque si no lo hace, el renglón o los renglones que escriba usted pensará que es lo mejor de lo mejor, y es algo probable que sí, y casi seguro que no, sobretodo cuando empieza.

¿Y sobre qué escribo?, suele ser la pregunta que nos hacemos, sobretodo al empezar y años después. Si ya están agotados -por lo escrito- los temas. La escritora Bárbara Jacobs, mexicana de origen judío, me dijo en Mérida en 1990: "cuando no tengas tema, escribe Antonio sobre las cartas de la lotería, esa que se juega en las casas. Junta el mazo de cartas y saca una al azar. Y así saldrá el diablo, el catrín, la estrella o la dama, etcétera. Una cada vez. Y escribe todo lo que se te ocurra sobre ella. Verás que el cerebro creativo se va acostumbrando s soltarse en lo que a escribir se refiere". Palabra de Bárbara.

Y me contó que eso hacía al principio, y que por sugerencia de amigos envió esos textos a una revista literaria de Nueva York, y no supo si le habían publicado o no, hasta que llegó a su casa un cheque por 70 dólares como pago por la publicación de sus textos. Y yo me dije a mí mismo: "eso ya lo lograste tú cuando La Verdad del Sureste te pagaba por publicar tus textos, y el contador Luis te pagaba 200 pesos por cada texto, dos a la semana". Pero bueno, que esa sugerencia me hiciera Bárbara Jacobs, que ya había publicado varias novelas, que eran un éxito por la calidad, más que por las ventas, era un gran logro haber iniciado. Y sí, hice el ejercicio que me recomendó. Y no una vez, sino varias veces. Por allí he de tener esos textos míos sobre las cartas de la lotería....continúa

 

 

Sus nombres no se recuerdan. Pero ellos son los que han construido esas modestas casas, las bellas residencias, los majestuosos palacios, los endiosados rascacielos, los modestos o kilométricos puentes, las carreteras, aquellas milenarias pirámides. Son los albañiles. Agradezco a diario Presente de Tabasco, la publicación hoy jueves de este apunte sobre ellos, modesto homenaje y reconocimiento. 

Los albañiles, constructores de pueblos y ciudades

Me tocó trabajar de ayudante de albañil algunas semanas. Eran vacaciones de verano. Y por alguna circunstancia yo andaba enojado con mi papá, quizá por el orgullo vano de adolescente. El caso es que no iba a trabajar con él y le dije a Don Santos, un vecino, que si me agarraba de ayudante. "Claro que sí", me dijo bonachón, amigo de la familia, y además quien años después construiría nuestra casa. Yo estudiaba la Normal. Él tenía obra en la colonia Popular, cercana a nuestra casa. Pasaba por mí a las 6:30 de la mañana. Y a las 5: 30 de la tarde ya estábamos de vuelta. "Hsta mañana Toño", "Hasta mañana Don Santos". 

Así fui todos los días durante seis semanas, a cargar pala y revolver cemento con arena y grava, y acercarle los blocs, una y otra vez, con un sol inclemente de julio y agosto, para saber lo que se siente, y terminar la jornada de casi diez horas completas (una hora para la comida) para luego lavar la herramienta y regresar a la casa todo molido sin querer que amaneciera para mañana. Don Santos trataba de darme descansos tipo que fuera a comprar un refresco, tipo quédate cuidando mientras regreso, tipo ve a comprar este material y lo esperas para que vengas con el camión materialista. Pero eso no podía ser muy seguido y ni siempre.

Así que, aunque por poco tiempo, supe lo que significa no solo trabajar bajo los rayos del sol, que de eso ya sabía por ayudar a mi padre que era jardinero, y estos no están en la sombrita, sino a trabajar bajo el sol, pero haciendo fuerza o cargando la lata de mezcla o los bultos de cemento. ¿Y cómo ha aguantado toda su vida en este trabajo?, me animaba a preguntarle. "No sé leer, ni escribir", me respondía no resignado, sino sonriente siempre.

Las casas sencillas, los multifamiliares, las calles pavimentadas, las casas de lujo, las escuelas, los estadios, los grandes almacenes, y todo lo demás imaginable, ha sido levantado por los albañiles y sus ayudantes. Y antes de esa construcción está la imaginación, la creatividad en el diseño, del arquitecto y de los ingenieros que van conduciendo desde el inicio dichas construcciones, y las indicaciones y también interpretaciones de esas claves profesionales plasmadas en el plano. Todo un equipo de profesionales y no profesionales para que se levante lo que no había sido. Y para que resista aguaceros y huracanes.

Y observamos las construcciones antiguas que tienen miles de años y permanecen intactas o con ligero deterioro. La de las primeras civilizaciones. Y las construcciones que casi rascan el cielo de allí su nombre que desafían toda lógica común y se alzan más allá de nuestra lógica. Además son funcionales y bellas. En todas ellas, los hombres de la construcción entregaron su tiempo, su esfuerzo, dejaron su sudor y a veces su sangre para llegar a la inauguración de la construcción.

Ahora cuando camines por colonias, centro de la ciudad, barrios, o centro histórico, o cuando viajes y estés frente a un edificio histórico, o frente a una pirámide u observatorio antiguo, ahora cuando estés frente a un alto rascacielos y uses su elevador y te eleves y luego te asomes por la ventana o mirador del mismo, lo mirarás de otra manera, al tener presente que todo ello es gracias al esfuerzo humano, fundamentalmente de los albañiles, de su fuerza, sudor y sangre, y que todo ello fue para llevar el sustento a su familia, entre la marginación y el olvido.

No son anónimos en el presente: Juan, José, Jesús, Pedro, Santos. Lo son a los pocos años que pasen cuando quede terminada la obra. ¿Quienes construyeron esta magna obra? Dirán el nombre del arquitecto de renombre. Y junto a ellos decenas y cientos de hombres de carne y hueso, quienes casi nunca vuelven 

Es común que desde antes todas las construcciones tengan instalada una cruz de madera adornada, como símbolo de la celebración y agradecimiento por el trabajo. Asimismo es común que los patrones paguen comida y refrescos a los trabajadores. Es pues, día de fiesta, en reconocimiento a quienes construyen para otros. Tantos hombres contribuyen a la obra, en cada hombre un nombre y una historia, una familia, conjunto de saberes y tradiciones. Y ningún nombre queda de ellos, queda la obra. Así sea también en nuestro paso por la vida: se olvide el nombre y quede obra, por más sencilla y modesta que sea.

"No me ufano del trabajo/ que me ha tocado en la vida/ de que es duro, es duro, eso sí/ téngalo por seguro. Así les digo a los muchachos/ que pesa más un bote de mezcla/ que un lápiz con rienda. Y no es que sea malo el trabajo/ por eso están las construcciones/ aunque para nosotros sea causa de aflicciones./ Súmate a la construcción/ para que sepas sin tanto cuento/ y luego busca otro camino/ te lo digo por experiencia./ Sí, la fama ya lo sé/ que somos tomadores,/ que somos mujeriegos/ no es por justificarnos/y qué esperaban, señores./ Si el trabajo es muy duro/ y hay que divertirse. Porque el día menos pensado/ llega el momento de irse./ De ojo alegre, fama bien ganada, por cierto,/ tratamos de vivir felices y contentos, antes de que estemos muertos...." Corrido norteño.

Nuestra casa era de madera. Y mi madre con sus ahorros en 1980 llamó a Don Santos (no sé sus apellidos) y empezó a trabajar, yo de su ayudante en vacaciones de verano, ya maestro de primaria. Siempre alegría, siempre cantando en lo bajito una canción. Solo tenía una hija, era viudo. Para ella trabajaba, para ella era su esfuerzo. Pero un día llegó triste y cabizbajo. No hablaba. No quiso comer. Y menos cantar. Hacía su trabajo de manera mecánica, rutinaria. Mi madre se dio cuenta y se lo dijo. Se soltó a llorar: "mi hija desapareció o se huyó". No dijo más y siguió trabajando hasta terminar su jornada. Ya estaba casi por terminar la obra. Y no volvió. Nunca más se supo algo de él.

 

 

 


(Si quieres escribir, puedes hacerlo. Empieza con una palabra y de allí sigue. Es fácil y a la vez difícil. No te desanimes, aún cuando hayas llegado a un taller literario y te hayan dicho que no sirves para eso, y que mejor te dediques a vender chicles y palomitas en el Cine Sheba, que ya ni existe.) 

OTRAS INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR (2)

"Quiero ser poeta", me dijo un no poeta. "¿Y luego?", le respondí. "No entiendo, necesito que me enseñe". Ah, quedé sorprendido. Nadie me había comentado en mi vida como coordinador de talleres, que quería ser poeta. La rosa anda sin duda siendo rosa sin querer serlo, pensé. El café lo es, por tanto no piensa en querer serlo. Sin duda aquí hay algo mal planteado. Fue cuando se me ocurrió la idea de decir que "el género literario escoge al incipiente escritor, y no al revés". El poeta no elije ser poeta, no se lo explica ni necesita explicárselo. Solo siente necesidad de expresarse así, con ese lenguaje poético, que si bien necesita alguna ayuda, él solo seguirá avanzando, porque detiene su mirada en las sorpresas que la vida le va presentando. Y las escribe sin pensarlas ¿...? Sí, sin pensarlas, quien las piensa no es poeta, en todo caso es narrador, y eso es distinto.

Decía previo, para escribir hay que empezar con una palabra, con una frase, con un enunciado, y de allí en adelante seguir con otros enunciados que le den coherencia a lo que va diciendo. Y que se entienda lo que se quiere decir. ¿Escribir es redactar? Sí y no. Cuando decimos escribir nos referimos a textos creativos, a textos literarios. Que se tienen que redactar para quedar escritos, pues sí. Pero no todos los escritos son literatura. Algunos son reflexiones. Otros son consejos. Otros son propaganda política. Menos literatura. Esto me lo dijo Teo: "uno debe distinguir entre los poemas con o sin poesía". 

Escriba una carta a Dios, cuentele de sus alegrías y cuitas. Haga como que él no sabe y se sorprenderá al enterarse. Escriba una carta a una maestra de primaria, no de ahora, sino cuando usted era niño y esa maestra le hizo ver un mundo feliz en toda la pobreza que rodeaba. Escríbale a una tía. A un amor imposible. Al artista que más admira. Pero cuéntele cosas sencillas como cuando se platica café por medio. Digo yo. Escriba sobre sus rutinas y aspitraciones. Pero en lo sencillo ponga como si fuera "crema" a los tacos, algo simple que a nadie se le ocurriría contar eso por escrito.

Si usted escribe media cuartilla diaria (media hoja), letra 14 a espacio y medio, al año tendría 130 cuartillas, lo que ya da para un libro, que ahora es fácil publicarlo. Pero digamos que solo 10 cuartillas tienen calidad si lo que quiere es calidad y no publicar por publicar, entonces siga insistiendo. Yo también vendí palomitas en el Cine Sheba hace ya muchos años.

 

 

 

Quijotesca es la labor de promoción a la lectura libre y por tanto la formación de lectores. ¿La razón? Porque las circunstancias favorecen enorme y ampliamente la formación de No lectores. Agradezco a diario Presente de Tabasco el espacio, hoy sábado 25 de febrero, para este mi texto donde expongo algunas ideas de cómo se forman los No lectores, esa silenciosa y a veces ruidosa mayoría. "Ah, Sancho: peores cosas veredes".

Aquí reproduzco el texto:

¿Cómo se forman los no lectores?

ES COMÚN PREGUNTARNOS ¿cómo se hace un lector, cómo se forma? Pero nunca nos hemos preguntado ¿cómo se hace un no lector? Porque a lo mejor es una mezcla del conocimiento sobre ambas lo que podría llevar al avance en la meta de formar lectores. Si ya sabemos cómo se hace, y en resumidas cuentas hemos dicho que si los padres leen, los hijos imitarán; si los maestros leen, los alumnos imitarán también; si un amigo es lector, contagiará a sus amigos. Pero el no lector ¿cómo se hace?

ES COMÚN CREER que basta conque aprendamos lo que se enseña en primero y segundo grado de primaria, con el saber lo que dice una letra y otra juntas. Y declamarlas en voz alta, y lean más rápido, con competencias a ver quién rompió el récord de palabras por minuto. Y no. Así andamos la gran mayoría, satisfechos de haber logrado eso, y poder en cualquier momento saber donde dice coca, y cualquier otra marca de las trasnacionales, y echamos vacile entre coca mojada y seca, y no entre fría o tibia. Y reímos, y reímos bastante.

UN NO LECTOR se empieza a formar desde la casa. Y esto sí es grave, pero no tienen la culpa dichas familias, o sí, por la indiferencia o por la falta de conciencia de clase, pero esto de "conciencia" se logra solamente con lecturas, y puede ser peligroso, o más bien lo es, para el "stablishment", que significa conservar las cosas a como están para que los ricos sigan siendo más ricos y la cantidad de pobres siga aumentando, aunque pensemos que no. Pero el niño no tiene la culpa. Y podríamos decir que en las casas de familias privilegiadas económicamente tampoco cantan mal las rancheras, en lo que a la formación de lectores se refiere, y puede haber comodidades, pero los libros no son comodidades, aunque a veces los tengan de adorno. Y viene resultando lo mismo: no lectores.

ENTONCES LA ESCUELA, sí esa, la que está cerca de tu casa, o a unas cuadras, esperará a los niños no lectores y a los rarísimos lectores, para que, oficialmente, reciban una educación que sirva para borrar las diferencias, pero a veces las acentúa. Y los niños no lectores continúan en esa circunstancia porque sus maestros, en su mayoría, solo reciben oficios donde les dan indicaciones que "deben promover la lectura", y "niños, les voy a leer el oficio que me acaba de dar el director donde dice que es buena la lectura porque nos ayuda para entender mejor las cosas y tengamos mejor vocabulario..." Y ese mismo oficio se lee en la junta de padres de familia, y es leído, para que no se escape o diluya el mensaje oficial sobre la importancia de promover la lectura.

PERO ANTES, EL director lo leyó en la reunión con sus maestros, y les entregaron copia, y firmaron en el acuse de recibo, para dejar constancia que se están cumpliendo las instrucciones de mero arriba, y lo mismo dijeron en el Consejo Técnico Escolar CTE del mes pasado, que la lectura es importante porque bla, bla, bla. Y así se pasó el ciclo escolar, con lectura de oficios, concursos trimestrales de comprensión lectora, y ejercicios para que poco a poco vayan comprendiendo lo que leen.

LOS NO LECTORES son mayoría. Si tienen que votar lo hacen en su condición de no lectores. Y miran internet y continúan en esa ruta de hacer lo que hacen a diario y en todo lugar, como no lectores. No es malo, por supuesto, porque así es la realidad. Y el hombre es él y su circunstancia, lo dijo Ortega y Gasset. Y así mero es, sin duda. Son las circunstancias económicas las determinantes en la ruta de cada uno de los individuos, e hijos del contexto. El problema es el resultado. Y pocos, muy pocos, lo relacionan con la calidad que son como no lectores. Por supuesto, eso no quiere decir que los lectores estén exentos de administrar mal.

LOS NO LECTORES al ser mayoría están en todas partes. Fueron formados desde casa por sus padres no lectores y continuaron en esa ruta con maestros no lectores. Pero no solo eso. Porque pareciera como si solo se echara la culpa a la familia y la escuela, aunque ya dijimos que son en muchos casos las circunstancias económicas las que determinaron en gran medida las características con las que los van conformando en la vida. Pero asimismo los medios de comunicación con programación boba, hueca, vacía, para entretener y distraer de lo fundamental al público que se sienta horas frente a la televisión, ahora en internet y las redes sociales, con el mismo propósito: cosificar a las personas. Y una cosa no piensa, reflexiona, analiza y por lo tanto no reclama sus derechos.

LOS NO LECTORES se forman cuando no se tiene un Plan Educativo a largo plazo (20 años, por ejemplo) por lo que entonces cambian los planes con cada nuevo gobierno; cuando los mecanismos de ascenso laboral se determinan por compadrazgos, nepotismo y amiguismo, sin importar conocimientos (reales, no de títulos); cuando proliferan las escuelas de estudios universitarios patito; cuando se nombran a funcionarios que no tienen ni idea de las funciones de la dependencia a la que fueron encumbrados. Los no lectores son los que aspiran a mejores oportunidades de trabajo, pero sin tener conocimientos, porque en todo caso aspirar a ascender es lícito, solo que se dan casos de ascensos sin mecanismos claros.

LOS NO LECTORES son alentados a seguir así, desde muy diferentes lugares, y de muy diferentes formas: copias y no pasa nada; plagias y no pasa nada; te aceptan con un título falso; te justifican que robes, siempre y cuando salpiques; o digas que tu robarás poquito, como otros que robaban más. Los no lectores saben que en el mundo generalizado de no lectores, todos son sus iguales, y por tanto hay confianza de no quedar evidenciado, o que te hagan sentir mal. Y hasta el imperio del meme les dedica algunos muy sugerentes, como ese de la oveja negra que lee, entre el rebaño completo de ovejas blancas que no leen. El mismo caso con los borregos.

USTED LLEGÓ HASTA aquí. Y no es fácil ser lector. O digamos que sí. El no lector se forma también cuando lo obligan en la promoción de lectura a leer los libros completos y a hacer resúmenes como evidencia clara y tangible de que se está promoviendo la lectura y cumpliendo con las indicaciones que vía oficio llegan a las escuelas.

 

 

 

 

 


Compartido con: Tus amigos

Amigos

Mientras doy sorbos al café de esta mañana, agradezco a diario Presente de Tabasco, el espacio a este texto hoy viernes 30. El café es tradición, es cultura, aunque en exceso daña, lo dice el médico. Buenos días. Aquí el texto:

Oda al café

Gracias por el rico café, por esa risa interior, y la dichosa palabra. Por esa inminente dicha. Por la muy mía alegría, que me provoca el café, que por nada cambiaría. El café tiene su historia, en mi memoria grabada. Desde muy lejos venimos, desde muy lejos llegó. Y al café le apuesto yo, para poder saborear,en ese elíxir la dicha. Tibieza y ensoñación, la alegría de vivir. Y más, la existencia amena. Gracias por este café, el de la dicha plena.

A veces me quema el café, los labios por lo caliente. O me quita el sueño a media noche, por lo fuerte. Me acomoda en un diván, y me hace hablar de mi suerte. Me quita el frío si hay hielo en el ambiente. Y pone temas en mi lengua para hablar. Y puedo callar mientras lo saboreo. Y mientras más energía me da, menos me asombra, de todo lo que puedo, hacer a su merced, rico el café, se antoja.

Y puede ser paradoja, que despierte y haga soñar. Aunque me ofrecen un té, de manzanilla o jengibre, yo prefiero el café, y quede dicho. Y seguimos platicando mientras me sirven otro. Que se encadena al anterior, como eslabón de la felicidad soñada.

Si escribo pienso en el café. Y a mi derecha la taza, guarda la energética bebida. Y me hace volar en el recuerdo y en planes para encuentros de futuro. Y aparece un personaje para que escriba. O imágenes sin par. Y yo me pongo a escuchar el viento, que trae sonidos de aliento. Y miró distante el firmamento, como qué tiene más luz. Y es el café quien me hace volar.

Eres mi aliento, café. Eres escalera el cielo. Eres mi consuelo en el delirio. Eres martirio que me gusta sentir. Me das alas para volar. Y pones la palabra exacta en mi lengua al hablar. Y si escribo, eres, café, el que me pones en ruta de escribir un texto a mi agrado.

Negro, al que llaman americano. Y de vez en cuando uno lechero, para bajar la cafeína. Que está bien de por sí, pero el exceso me daña, ya sabes, la edad. Pero aún así, sueño que el día siguiente pueda tener, esa dicha oportuna, de saborearte natural. Qué más.

A veces con pan, mojar el mollete, mojar el bisquet y saborearlo sopeado. Si fuera el pan de sal, al mojarlo con café, sabe distinto. Es tradición comerlo así. Hablamos del café con pan. Pero volviendo al café deseado solito, ya es fiesta del alma y del corazón.

El café llegó y más no se aleje. Prometo escribir motivado, tomando café. Que siga siendo el elíxir del motivo. La vida se justifica, si hay aliento, que el café motiva. Sea por Dios, por la naturaleza y la suerte; por la causa de las causas. Sea el café la razón, ruta de la pasión por escribir.

¿Un café? Qué bien. ¿Dos? Mejor. Hoy y mañana. Mañana y tarde. 

Paz y armonía, café. Amor y amistad, café. Apuesta del futuro, café. Motivo y aliento, café. Musicalidad con poema, café. Mil razones de vida. La sonrisa y el guiño. El café toca mi puerta: tan, tan. ¿Quién es? La vida. Nuestra vida.

 

 

 

En las redes de internet circula todo tipo de información. Entre ese mar de palabras, se publican textos sencillos, motivadores, que se le atribuyen a genios de la literatura, cuyo estilo es muy distinto. No son malos los textos, solo que en ley de ellos no son. Aquí lo comento en este texto y pongo ejemplos. Agradezco a diario Presente de Tabasco la publicación en dos partes, la primera hoy lunes 13 de febrero. Lo reproduzco íntegro:

Textos atribuidos a otros

HAY TEXTOS MOTIVANTES que circulan profusamente con nombres de escritores famosos. Y vienen incluidos en antologías de ese tipo y tema. Los más socorridos son Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda y Mario Benedetti. Son textos motivantes y muy populares. Sin duda despiertan interés y mueven la sensibilidad de los lectores. No es asunto de derechos de autor. Sino que a veces hasta escritores o académicos muy conocidos en el plano local (¿Acaso seré yo, Antonio?) y a veces nacional, los reproducen con ese equívoco. Pero tampoco tienen culpa.

LOS CUATRO ESTILOS de dichos autores son muy diferentes. No solo entre ellos, y además notorio, sino están completamente despegados a los textos que aludo. El estilo de poemas y cuentos del argentino Borges es inconfundible. Toca temas como la eternidad, el laberinto, los espejos y otros más de tipo fantástico: ciudades inexistentes, pasadizos secretos. Y sin más -menos recato- su nombre queda bajo un texto, haciendo creer que él es el autor de "si tuviera una nueva vida la viviría con más tranquilidad, con menos prisa, amaría más" y otras cosas parecidas. De hecho no son plagios. Usufructo de nombre, sí. Los autores ya murieron. Sus herederos no andan interesados en reclamar ganancias de reproducción por el uso del nombre. Y sus verdaderos autores se sienten orgullosos con la firma de los famosos, quienes directamente ya no pueden desmentirlos.

LO MISMO SUCEDE con el chileno Pablo Neruda, el colombiano Gabriel García Márquez y con el uruguayo Mario Benedetti. De por sí este es algo sentimental en sus temas y Neruda, más de combate y metáfora florida, sus nombres abajo firmantes van con textos aún más sentimentales. Yo al principio hacía el comentario aclaratorio. Pero como esto no tiene fin y ni caso te hacen, y menos agradecen, he dejado de hacerlo. Porque además te agarran coraje. Creen que lo haces para mostrar superioridad en lecturas. Si personas no lectoras o semilectoras cometen este equívoco, nada importa. Pero vaya papelón que hacen quienes posan de escritores o académicos.

NO PASA NADA, claro. Los herederos de dichos escritores no van andar metiendo demandas para quitar el nombre a textos que demeritan no su calidad, sino su prestigio. Y hay buena fé de quienes los comparten, porque realmente son consejos de vida. Así usted puede dudar que sea el texto del autor referido. Pero puede aún así pasarlo. Y puede agregarle el "atribuido a..." Lo muy notorio es cuando escritores de los muchos libros publicados en lo local y alguno que otro en lo nacional se evidencian al compartirlo. Y lo haces para ayudarlos y no sigan evidenciándose.

¿LE SUENA ESTE?: "Si pudiera vivir nuevamente mi vida,/ en la próxima trataría de cometer más errores./ No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más./ Sería más tonto de lo que he sido,/ de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad./ Sería menos higiénico./ Correría más riesgos,/ haría más viajes,/ contemplaría más atardeceres,/ subiría más montañas, nadaría más ríos./ Iría a más lugares adonde nunca he ido,.." 

CIRCULA COMO SI fuera de Borges. No es. A continuación Borges, note la gran diferencia: "El enamorado. Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,/ lámparas y la línea de Durero,/ las nueve cifras y el cambiante cero,/ debo fingir que existen esas cosas./ Debo fingir que en el pasado fueron/ Persépolis y Roma y que una arena/ sutil midió la suerte de la almena/ que los siglos de hierro deshicieron./ Debo fingir las armas y la pira/de la epopeya y los pesados mares/ que roen de la tierra los pilares. /Debo fingir que hay otros. Es mentira./ Sólo tú eres. Tú, mi desventura/y mi ventura, inagotable y pura".

ESTE SE LO atribuyen a Pablo Neruda: "Muere lentamente quien no viaja,/ quien no lee,/ quien no oye música,/ quien no encuentra gracia en sí mismo./ Muere lentamente/ quien destruye su amor propio,/ quien no se deja ayudar..." Tampoco es. Neruda es este: "...todo me lleva a ti, como si todo lo que existe,/ aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan/ hacia las islas tuyas que me aguardan./ Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme/dejaré de quererte poco a poco./ Si de pronto me olvidas no me busques,/ que ya te habré olvidado./ ... Pero si cada día,/ cada hora sientes que a mí estás destinada/ con dulzura implacable./ Si cada día sube/ una flor a tus labios a buscarme,/ ay amor mío, ay mía,/ en mí todo ese fuego se repite,/ en mí nada se apaga ni se olvida,/ mi amor se nutre de tu amor, amada,/ y mientras vivas estará en tus brazos/ sin salir de los míos."

ASÍ ANDAN EN circulación. No están mal en lo que dicen, en lo que sugieren, en lo que motivan. Son claros, directos. Y si caen en buena tierra, entonces algo se ha de lograr en el cambio de actitud de algunos. Y si esos nombres de los famosos escritores que aludo ayudan para que circulen mucho más, pues está bien. Pero que escritores de renombre tabasqueño lo hagan circular así, pues quede solo como evidencia.

A DON MARIO Benedetti le atribuyen este: "No te rindas, aún estás a tiempo/ de abrazar la vida y comenzar de nuevo,/ aceptar tu sombra, enterrar tus muertos,/ liberar el lastre y retomar el vuelo./ No te rindas, que la vida es eso,/ continuar el viaje, perseguir tus sueños,/ abrir las esclusas, destrabar el tiempo,/ correr los escombros y destapar el cielo./ No te rindas, por favor no cedas/ aunque el frio queme, aunque el miedo muerda...". Su autor es el argentino Guillermo Mayer.

EN EL FRAGMENTO anterior percibo su fuerza y belleza. Solo que Don Mario Benedetti es directo y muy notoria la diferencia y belleza, por demás: "Corazón Coraza/ Porque te tengo y no/ porque te pienso/ porque la noche está de ojos abiertos/ porque la noche pasa y digo amor/ porque has venido a recoger tu imagen/ y eres mejor que todas tus imágenes/ porque eres linda desde el pie hasta el alma/ porque eres buena desde el alma a mí/ porque te escondes dulce en el orgullo/ pequeña y dulce/ corazón coraza/ porque eres mía/ porque no eres mía/ porque te miro y muero/ y peor que muero/ si no te miro amor/ si no te miro..."

Y ATRIBUIDO AL Gabo es esta carta de su supuesta despedida: "Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría más valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate..."

GGM INICIA SU NOVELA "Cien años de soledad" de esta brillante manera: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo..."

Y PUEDE SER que a veces alguien se confunda por andar a lo rápido, algo sentimental o nostálgico, despistado o adolorido del alma y corazón, y le demos click sin fijarnos del nombre. Suele pasar. A mí quizá igual me pasó alguna vez. Confieso que he vivido cosas parecidas aunque distintas. Cuando a los 15 años mandaba fragmentos de alguno de ellos y les ponía mi nombre, porque se los dejaba en las mochilas a la chica admirada, y de nada serviría que dijera anónimo o "de Mario Benedetti". No. Tenía que ir mi nombre para que ella supiera de su Antonio S.C.

 

 

 

Trata bien a los animales, y luego mírate en el espejo: descubrirás al ser humano. Agradezco a diario Presente de Tabasco, la publicación en dos partes, ayer 20 y hoy martes 21 de febrero, de mi texto donde hablo de algunos perros famosos. Aquí lo reproduzco en uno solo:

FESTIVAL DE NOBLES PERROS 

EL SALINAS ERA un eléctrico, mezcla de husky con una de la calle. Noble y sencillo el perro. Ese es uno de los que tuve, aparte del Fox y del Felipe (¿pero qué culpa tenían ellos, Antonio?). Creció libre entre la casa y el barrio. Como vivo a tres cuadras de carretera, el Salinas acompañaba a los vecinos del andador (Pano Cabrera) para tomar su transporte y los esperaba de regreso en la tarde. Sabía de horarios. A las 7:45 acompañaba a los vecinos niños a su escuela. Y a los más chiquitos al cuarto para las 9. Se le veía ir y venir, guardaespaldas de niños y adultos, vecinos. "Oye papá, en la mañana amarra al Salinas, luego lo sueltas. Es que me acompaña hasta la puerta del salón. Y si un niño me saluda de abrazo, les gruñe", me decía una de mis hijas.

YO CRECÍ COMO muchos, considerando que los animales son bestias irracionales. Y que las plantas son seres vivos pero que no sienten. Me culpo de que tarde me asomé a esos temas. Y además nos inculcaron desde niños la idea suprema de que el hombre es el rey de toda la naturaleza, y que esta fue creada para su uso y usufructo. Se aceptaba, aunque a regañadientes, eso de que los seres humanos somos seres o animales racionales. A diferencia de aquellos otros seres vivos que así como nosotros nacen, crecen, se reproducen y mueren. Hasta el título de uno de nuestros libros de Ciencias Naturales tenía por nombre "El hombre y la naturaleza".

DEVASTADOR EL TERREMOTO reciente en Turquía y Siria. Miles de muertos bajo los escombros de edificios y casas frágiles. El equipo de ayuda de México se integró principalmente por binomios can-hombre. Entre ellos iba el pastor Proteo, quien falleció en sus faenas de rescate. "Por edad y el clima frío", nos dijeron de manera oficial. Se cumplió con los protocolos, se le hizo homenaje allá, se trasladó su cadáver. En Campo Marte de Sedena se le rindió homenaje. Vi algún video de dicho evento. Impactante, por decir lo menos.

CANCERBERO FORMA PARTE de la mitologia griega. De tres cabezas y cola de serpiente, cuidaba con celo la puerta encomendada por Hades, dios del inframundo. Férreo e incorruptible cuidador. De tal manera que los muertos no salen, y tampoco los vivos entran. Estos al menos no estando vivos, sino hasta el momento que les corresponda. 

TIERNO EL AKITA de nombre Hachiko. Su vida fue de película, pero existió en lo real. Lo conocí a través de la película, donde el actor principal es Richard Gere. Véala. No se va a arrepentir. Es una historia tierna, y retrata el amor y la lealtad del can por su amo y compañero. No se la cuento. Solo que en una estación de tren en Tokio está una estatua de él, a semejanza de la espera que hacía el perro a diario para recibir a su amo. Solo que este una tarde no llegó. Y nunca más.

HAY CANES HISTÓRICOS. Laika, por ejemplo, es la perrita rusa, primera como ser vivo en andar por el espacio dentro del Sptunik 2 en 1957. Fue utilizada como experimento. Tuvo la mala suerte de ganar su derecho al vuelo entre otros dos perros que prepararon. Se dice que era callejera, y era de pelo rizado, de allí su nombre. Se dijo que murió a los cuatro días al quedarse sin oxígeno. "Se le aplicó eutanasia antes de morir", se dijo de manera oficial. En Moscú se levantó una escultura como recuerdo de su sacrificio; algo así como saber cómo reacciona un ser vivo en el espacio, precursora entonces de los astronautas.

Y CÓMO NO emocionarse al saber de Togo y Balto, los husky siberianos que arrastraron entre la nieve por cinco días y medio, en Alaska, un cargamento de vacunas que salvó a cientos de niños de la difteria. Atacó dicha enfermedad a los niños y ancianos de Nome, al oeste de Alaska. Y con una temperatura en extremo baja, era imposible hacerlo vía terrestre (menos) o aérea. la única posibilidad era vía carrera por relevos con trineos arrastrados por perros dirigidos por un hombre. Más de mil kilómetros entre la nieve glacial. Destacaron dos perros líder: Togo y Balto. El más famoso este último. El menos, el primero. La razón: aunque Togo recorrió casi 500 kilómetros, lo hizo en etapa intermedia, mientras Balto corrió 185, pero fue la posta final. El del recibimiento con aplausos. Suele suceder. Aunque el mérito es de decenas de perros. Algunos murieron en el camino. Ellos representan al conjunto de canes. Varias estatuas se han levantado y filmado películas en su honor.

AL LEAL AMIGO del hombre lo hemos visto en el cine. Entre ellos a Reyna y Golgo en "La dama y el vagabundo" (1955); Pongo y Perdita, dálmatas que debutaron en 1961 y son los padres de varios dálmatas que han estetelarizado las subsiguientes películas; Beethoven, el San Bernardo de 1992; Max de la película "Mascotas" (2016); Rex, un famoso pastor alemán, detective, en series de la televisión austriaca. Otros collie Lasie; Odie, compañero del gato Garfield, Snoopie, compañero de Charlie Brown; 

EN SEPTIEMBRE DE 2022 falleció Frida, la perrita rescatista, relevante en el terremoto de 2017 en la Ciudad de México. Labrador color miel, formó parte de los canes que ayudaron al rescate de heridos y de víctimas mortales. Estuvo en Haití en 2010; en 2013 colaboró en la explosión De la Torre de Pemex; en el mismo 2017 estuvo en Ecuador. El récord de rescates en los distintos eventos en los que sirvió la gran Frida fue de 55 personas rescatadas, siendo, 12 con vida y 43 personas fallecidas.

NAILA ERA UNA perrita cachorra de un niño vecino. Cada vez que veía de lejos que yo llegaba a casa, se le veía corriendo hacia el lugar donde yo estacionaba mi auto. Allí se quedaba un rato conmigo y luego se regresaba con su amito. Este a veces lo amarraba para que no fuera conmigo. Y entonces Laila se la pasaba aullando, adolorida, triste. Hasta que lograba tocar el noble corazón infantil y era soltado. Y entonces corría hacia mí, para mover su cola y ladrar de gusto. Y así creció. Hasta que un día desapareció, sin más. 

Me ayudas mucho si compartes este texto. Lo agradezco de antemano y de corazón.

 

 

 

 

Las pasiones humanas son precisamente eso. Nos hacen ser y nos acompañan en la historia y nos conducen por sendas del bien y del mal. Y se asumen las consecuencias, sean de dicha, gloria o de castigo. Estas trascienden cuando se cuentan de generación en generación. Yo me.encontré con esta de la Edad Media, y sucedida en Cataluña. Le agradezco a diario Presente de Tabasco por publicar este texto mío hoy sábado 4 de febrero. Les comparto 

El testamento de Amelia

AQUÍ LES cuento, lectores, sobre la muerte de Amelia. Hija de Dulce, de Provenza y el conde Ramón III Berenguer, oriundo de Cataluña. Allá por la edad media. Día a día Amelia, la hija de ambos, se marchita. Disminuída en su peso, recluida en su habitación, viendo las blancas paredes, poco a poco se nos va. ¡Ay, señor!, que Amelia muere. Su mirada lánguida es. El amor causa y efecto. Entre todos sus afectos, de quien vino la traición, lo sospechaba, pero no lo quería creer. 

EL CORAZÓN se marchita, como un ramo de claveles. Todos la veían, y nada podían hacer. Ni los mejores doctores. "El corazón se me marchita como un ramo de claveles", decía con languidez. Pero de amor nadie muere, le dicen, con esperanza bruñida. Lo dicen y en coro lo escucha. De amor nadie se muere, ella repetía también. Pero de traición sí, agregaba triste.

"¿AY, AMELIA, ¿qué tienes, mujer?" "¿Qué he de tener? La muerte ya está aquí, ha llegado por mí. Algunos lo callan. Muy pocos lo saben. El amor anidó en mi pecho. El amor anida en otros pechos tambien". Amelia se muere. Languidece. Encerrada en su habitación. Apenas se le escucha su voz. Declina su vida, que auguraba un buen futuro. 

AMELIA AMÓ con entrega total. Amó como solo una vez. Y vislumbró futuro de ensueño. Al lado de su marido. Las horas de enamorados parecen volar. Entrelazaban sus manos, y lo sublime el besar. Pajarillos cantan, sonaban campanitas de cristal, como sonidos del cielo. Y era tanto el anhelo, que todos ya lo sabían, de ese amor puro, vislumbraban futuro, en el país de ensueño y dicha. Al fin casados, se disponían a gozar en el amor de la unión.

EL CORAZÓN se marchita como un ramo de claveles. Atendida por doctores, que eran de los mejores, la cuidaban con esmero. Pero nada podían hacer. Llegado el momento final, la visitaron condes y princesas de los reinos cercanos. Amigos de familia, que bastantes tenían. Al fin le llevaron al cura, para la extrema unción. Pero antes comulgaréis, y luego dirás el testamento. Para que quede todo arreglado. Y evitar pleitos después, y evitar duro tormento por los bienes que estás dejando. Es mejor que por escrito, todo quede bien claro. Al fin le dieron la comunión. Y Amelia, luego de comulgar, empezó a decir, todos en silencio casi sepulcral:

"TRES CASTILLOS a mi hermano Carlos. Tres castillos más a mi menor hermana, para cuando la caséis. No viviré para verla crecer, me duele tanto, porque es mucho hacia ella mi amor. El último castillo, sea para los pobres y también para los gitanos, que buenas personas son. Las joyas a la virgen, madre de Dios. Ay, mi corazón se hace un nudo, como ramo de claveles..."

LAS AMIGAS lloraban, sin poderse contener. Amelia, la mejor amiga se iba. Los condes amigos, se contenían, por caballerosidad, tambien. Pero sus rostros, demudados, mostraban el dolor inmenso, por Amelia, amorosa, y de buen corazón. Que se iba, para no volver. Y en extremo delgada, por la enfermedad. Pero una amiga, muy amiga, entre llantos y gritos fuertes, lo dijo: "¡ella no está enferma. A ella la están matando, con veneno en la comida!". Conmoción en los presentes. Todos quedaron espantados ante tal revelación.

PARA ACALLAR los rumores. Y creyéndose a salvo. La madre preguntó a la hija, si a ella algo dejaba, de lo escrito en testamento. Nomás por no dejar, de seguro. Y para más emoción, tomola de la mano. Y Amelia le retiró el brazo, e hizo esfuerzo para mirarla a la cara, y sacó fuerzas de flaqueza, para decir con voz clara, y que todos oyeran: "os dejo, madre, más de lo que merecéis. Veneno me habéis dado. Que hace arder mi corazón. Y todo para quedarte con mi hombre. Madre, me habéis matado".

EL LLANTO de los presentes, en horror se transformó, ante tal afirmación, que aclaraba bien el asunto. La madre trató de negarlo. Pero era todo evidente. "Ay, mi corazón se hace un nudo, como ramo de claveles", fueron de Amelia sus últimas palabras. El testamento había incluido, la acusación a su madre asesina. Y a su esposo, amante de la mamá. Qué cruel destino, y todo por la ambición desmedida.

PARA TERMINAR, porque todo tiene fin. Al Conde, su padre, acudieron quienes oyeron, para decirle la verdad, sobre la causa de muerte, de su hija tan querida. Y raudo procedió a encarcelar a Doña Dulce, de nombre contradictorio, la infiel, en una fría mazmorra. Para luego ejecutarla en plaza pública, a la vista de todos. Lo mismo al infiel marido de Amelia, para que pague su merecido.

 

 

 

 

 

¿Hizo usted propósitos para este año que ya en pocos días termina? Es preciso revisarlos, porque en 10 días haremos los que serán nuestra guía para el 2023. Agradezco al diario Presente de Tabasco, publicar el texto que ese tema me ocupa.

Recuento de los abandonados propósitos de año viejo

Parece chiste decir que todo lo queremos alcanzar sin esfuerzo. Y hay anécdotas sobre ello. Si hago mi lista de propósitos para el año nuevo, sueño mucho, y en febrero ya tengo abandonada dicha lista. Y si de vez en cuando me acuerdo de ella, esbozo una sonrisa cómplice. Pero debo reconocer que todo se logra con disciplina. 

Me contaba mi amigo Emilio que una vez estaba con un grupo de amigos que estudiaban creo Maestría educativa juntos. Y que recientemente habían recibido el resultado de un examen. Y a la pregunta de sus amigos, él respondió que había sacado 10. Y sus amigos le respondieron: "Ah, pero que chiste tiene, si sacas esa calificación es porque tú estudias para el examen".

Solo pocas veces nos detenemos a pensar si estamos aprovechando el tiempo, o simplemente lo estamos dejando fluir, y nada más contamos cada año por venir para un nuevo cumpleaños (ya 63). Lo cierto es que los años pasan y hay temas que vamos posponiendo, por ejemplo el aprender coreano por la moda o el aprender a cortar vidrio para hacer vasos con botellas de reciclaje, si fuera ese el caso. 

Hay tiempo aún para llegar al día final de diciembre y escribir los 3, 5 o 10 propósitos para el año 2023, que sean como aliciente para la mejora personal y continua. Solo que de preferencia antes deberíamos revisar los que no cumplimos -todps- de los propósitos para este 2022 que ya mero termina. Y ver si somos persistentes y disciplinados en su cumplimiento, o en qué porcentaje nos quedamos de cumplirlos.

Ya llegará el final del año para dar a conocer los propios en el texto por escribir en ese día futuro, y he de ser cauto para no escribir lo que no vaya a cumplir y se quede solo en empeño abandonado cuando mucho en marzo, si no es que en febrero. Porque se requiere disciplina, perseverancia y otras cualidades más, que lejos estoy de poseer. Pero estoy de acuerdo con usted de que vale la pena intentarlo. Más si es por nuestra salud, para nuestro beneficio, e inclusive, bueno para nuestra salud mental, la que a veces abandonamos.

Dejar de beber o beber menos; hacer ejercicio a diario; leer cuando menos un libro por mes, o una hora diaria; lavar el auto una vez por semana; llamar a los amigos o mandarles un mensajito seguido; regar las plantas cada tercer día; buscar trabajo y al conseguirlo no abandonarlo por una mala cara que nos haga un compañero; no andar de rogón con la que se fue; sacar la basura cuando suena la campana; ya no comprar más libros; llevar bitácora del auto en sus visitas al mecánico; y cosas por el estilo. Y muchas más, claro, por eso digo, que debemos revisar dicha lista y hacer la propia con tiempo, para que sea meditada y viable.

A lo mejor dejamos truncos unos estudios, y decimos que este año que viene, "con seguridad" los vamos a continuar en ruta para concluir. Yo quiero releer Crimen y Castigo, terminar de leer El Quijote de la Mancha, que siempre llego a la página 80, y no he pasado de allí. O no nos hemos titulado luego de haber concluido los estudios hace ya casi quince años. Y entonces urge reflexionar sobre la necesidad de empujarnos a nosotros mismos para cumplir muchos puntos del plan de propósitos de año nuevo.

Yo quiero bajar diez kilos de peso, no por estética, sino por salud. Quiero aprender inglés y a leer música. Estudiar Filosofía. Leer el Kamazutra y En busca del tiempo perdido. Escribir una canción. Y cosas sencillas por el estilo. Hay canciones que siempre me he querido aprender, y nomás nada, como El sirenito, de Rigo Tovar y A mi manera, de Paul Anka, que canta Frank Sinatra, o la música blue de New York, New York. No, no es mucho ni muy ambicioso lo que aspiro cumplir en el año nuevo, solo que se me pierde el archivo donde escribí los propósitos y cualquier pretexto me lo hago valer a mí mismo. Y me digo que para el otro año sí.

Y una fórmula para cumplir los propósitos de año nuevo, sería: "pocos, pero viables". Y no muchos para ver si se cumplen de manera automática, aún quedándonos acostados más tiempo en la cama o hamaca. Si tu propósito es leer (que lo hemos de decir hasta el cansancio sobre la importancia que tiene la lectura para el desarrollo personal) no digas "no tengo tiempo", que el interés tiene pies y vocación. Simplemente es que no quieres y ya. 

Admiro a mis amigos y amigas disciplinadas. Lo que planean lo cumplen a rajatabla. Deben tener un secreto, que deberían de compartir. Pero tiene que ver con el orden (mental) y la disciplina personal. Digo, porque ¿de qué otra manera? En cambio habemos otros (yo) que escucho la canción de Don Chava Flores, esa que se llama "A qué le tiras cuando sueñas mexicano", sobre todo en esa parte en la que nos identificamos cuando dice: "mañana sí que lo hago; mañana sí que voy; mañana sí te pago..."

Tengo un amigo -José Luis Montejo- muy disciplinado que me contó una anécdota sobre el tema. Cada vez que había examen para ascenso, quedaba en los primeros lugares, sea de lo que fuera: Carrera magisterial, de maestro a director, de director a supervisor. Y admirados -con envidia además- los amigos le preguntaban. Y él, socarrón, contestaba que tenía un secreto. Y se imaginaban que daba dinero para esos lugares que ocupaba, o para comprar la clave del examen, o que rezaba a Dios o a la Virgen de Guadalupe. Y reunidos, les dice: "acérquense, les voy a decir el secreto". Y todos se acercaban para escucharlo, porque querían conocerlo y aplicarlo, y lo iba a decir en voz baja, para que nadie ajeno a ellos escuchara: "pero no se lo cuenten a nadie. El secreto es estudiar mucho". Sus amigos le dieron pamba, porque sintieron que era un vacilón.

 

 

 

Agradezco a diario Presente de Tabasco la publicación hoy lunes de estos apuntes sobre lectura y talleres. Me invitaron a coordinar uno y ando en eso.

Aquí reproduzco el texto:

Ser o no ser, en la lectura

Un amigo que trabaja en educación me ha pedido que imparta un taller sobre lectura. Duración quince horas. Vía remota. Plataforma Zoom. Me quedé callado ante la invitación. Una porque no me lo esperaba. Y otra porque es distinto escribir sobre la importancia de la lectura a impartir uno mismo el taller. Escribir es echar a volar las ideas sobre el tema, relatar experiencias, hablar sin profundidad sobre un libro. Etc. Impartir un taller es formalizar, planear, sobre todo. ¿Quince horas? No divagar, ni ser repetitivo. Reiterativo sí, pero con variantes distintas. Es palear para hacer mezcla de palabras, ideas, imágenes, etc, y sobretodo planear cada sesión. 

Pero me parece interesante la propuesta, si así "como roncas duermes", dice un dicho popular, y así me digo a mí mismo. Así que en este texto buscaré escudriñar en dicho tema, la lectura como taller de grupo. Una introducción sencilla, una interacción sobre conceptos previos. Y llegar a los puntos de coincidencia sobre el bien común: la lectura como hábito en las personas. No solo la lista de los pros, que esa es fácil tenerla y compartirla. 

Ya he dado charlas sobre el tema. Y en ocasiones empiezo con la pregunta de si se acuerdan del libro de Lecturas de primaria. Y por lo regular la mayoría de jóvenes y adultos recuerdan un texto literario leído hace muchos años. Y lo cuentan. Y yo cuento en mi edad que me acuerdo de un texto de tercero de primaria (me acuerdo de varios) en donde una familia está sentada en la mesa a punto de comer, pero faltan las tortillas, entonces el padre le pide al hijo que vaya por ellas. El niño dice que no, que vaya él, el padre. Entonces este le responde: "sí, yo voy; dame tú el dinero". El niño se da cuenta de la lección, recula, recibe el dinero y va él.

Hace muchos años organicé en la escuela telesecundaria donde estaba trabajando, un encuentro de zona escolar sobre lectura. Asistieron como 50 alumnos de varias escuelas. Y para dicho evento hice una selección de textos entre cuentos muy breves y poemas, y la imprimí para que cada asistente se llevara un ejemplar. Aún conservo alguno. Son textos muy distintos unos a otros. Son de lectura fácil y varios de ellos son de temas de amor. La selección siguió el criterio de pensar en la edad de los alumnos, entre 12 y 15 años; ellos andan en el despertar hacia el romance, la atracción generalmente del sexo contrario.

En la promoción a la lectura todo texto debe ser seleccionado no pensando en la importancia del autor y la relevancia del texto en la literatura latinoamericana y mundial, sino pensando en los potenciales lectores o escuchas. Un fragmento de "En busca del tiempo perdido" para alguien a quien queremos acercar la lectura como bien potencial, lo alejará sin remedio y catastróficamente. Y lo peor, lo más seguro es que sea para siempre.

Recuerdo bien que a esa antología le escribí un prólogo breve. Y luego de algunas consideraciones pertinentes sobre el tema y la importancia de la lectura, en palabras sencillas, con párrafos muy breves, al final dije: "ah y algo más: a los lectores siempre les va bien en la vida. En todo, eh. Realmente en todo". Y junto a esta parte iba dibujado un corazón.

Hay una lista de beneficios que deja la lectura en sus habituales seguidores o fans de los libros. Y Daniel Penac escribió los "derechos de los lectores", que entre otras cosas dice de leer y no leer, empezar por la página que quiera, leer de la última página a la primera, saltarse hojas, etc. Pero listas de los pros y de los derechos, siendo importantes, nada los compara con el entusiasmo del lector habitual que promueve la lectura, porque la hace desde todos sus poros, con una mirada que brilla y cuenta de un texto como si lo estuviera palpando. los derechos de los lectores son ya para quienes andan en eso. Urge en todo caso motivar a los no lectores. Y allí está el reto.

A contracorriente yo escribiría los derechos del no lector, para ver si así. Solo para picar, para provocar, para incomodar. Nunca para molestar. No es el fin. Mientras tanto tengo la invitación de un amigo para que imparta un taller de lectura, dentro de la promoción permanente de los libros. Que me toma por sorpresa. Y me queda de tarea planear (que significa volar elegante) cada sesión de quince en proyecto. Para que tenga brújula y ruta. Y que al final los participantes digan: valió la alegría (no la pena).

El promotor a la lectura es un lector consuetudinario y, por lo tanto voraz. El coordinador de un taller de lectura lo es igual, más la experiencia didáctica, para motivar, alentar, guiar. El asistente es una persona sensible que quiere incursionar en la lectura o ya ha entrado a ella, pero quiere reforzar su interés y motivación. Por eso es importante la preparación del promotor. Y dentro de esa preparación de este es que tenga entusiasmo y alegría en lo que está haciendo. Pero también conocimientos sobre el tema. 

Lo cierto es que hay buenos ciudadanos en nuestra sociedad que son lectores y quienes no lo son. Y hay personas que sistemáticamente violan la ley siendo lectores y no siéndolo. No hay garantía en ello. Lo que sí es que el lector amplía su campo visual sobre el universo, y se da cuenta que más allá del barrio, su colonia y ciudad, hay vida también. Y que más allá de su religión y partido político hay otras formas de entender la existencia. Y este es el gran logro.

A veces cuando me dicen que hay muchas personas lectoras, pero que no comprenden, y esto es una forma de hacerse "pato" (perdón a los patos y las patas). Ah, y quienes no comprenden lo que leen es porque el texto está escrito en otro lenguaje, son notas musicales pautadas, es altamente académico, o sencillamente no saben leer.

 

 

 

 

 


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Público

Construirse uno mismo hacia valores humanos y no al revés, abrevando cultura, siguiendo utopías, disfrutando el arte, ganando el pan sin trampa, desterrando el odio, el lucro, la envidia: de eso trata esculpir hacia arriba. Agradezco a diario Presente de Tabasco la publicación hoy lunes de estos apuntes. 

Aquí los reproduzco:

Esculpir hacia arriba

Esculpir hacia arriba, significa hacia lo humano.Tuve la piedra disponible. Una gran mole apenas menos alta que mi estatura. Bella la piedra con un color pardo ceniza carne. Y me dediqué años a esculpirla. Empecé desde abajo hacia arriba. Porque tuve un sueño y miré el rostro y la voluptuosidad de su cuerpo presos dentro de esa gran piedra. Y habría que liberarla.

Imaginé la Torre de Babel construida teniendo como meta el cielo con el fin de encarar a los dioses. Y al cabo, poco a poco, fueron levantándola hasta llegar a la altura máxima y encontrar que no había Dios, sino el silencio del vacío y de la nada. Para eso no se habían dado cuenta que poco a poco iban hablando lenguas diferentes, y por consiguiente, caínes y abeles. Este es el hastío. Las costumbres. Los intereses tan distintos.

Y se han diseñado y levantado altos edificios, como esculpir en colectivo. Como si fuera una carrera de unas potencias contra otras potencias, para ver quién es el que la tiene más grande, refiriéndose a la ingeniería. Y miramos cómo de la noche a la mañana se levanta un piso nuevo hasta llegar a los 800 metros de altura, desafiando la gravedad. Y como hormigas subirán por un conjunto de elevadores para mirar a las hormigas de la tierra.

No son ajenas las torres de las iglesias, construidas con sangre y dolor lo más alto posible. Las limosnas y diezmos hacen su parte. Paciencia y sabiduría. Algún peon caído desde las alturas vale el sacrificio. De lo que tengo doy una parte para asegurar mi pasaporte hacia lo más alto. Las almas sigilosas escalan en escenas divinas.

Allí está la piedra, cada vez más devastada. Poco a poco van a pareciendo las formas. Lentamente pero seguras. Allí está el hombre hurgando con el cincel y el martillo. Entre polvo viento bajo control. Tiene el sueño de terminarla e irse a descansar. Y soñar su obra en movimiento. Y despertar a la realidad de que todo es en vano. Es alta la escultura, piedra forjada. Es alto el edificio, pero tiene que bajar para cubrir sus necesidades bajo el manto de lo humano-animal.

Esculpir hacia arriba es erguirse. Es darse cuenta que se puede caminar en dos en lugar de las acostumbradas cuatro patas. Y ser señalado por ese juego tan brusco que también desafía el concepto de lo que debe ser, lo que es y lo que debería ser. Aquella vez fue señalado y corregido que podía lastimarse al no apoyarse en las cuatro, en lugar de andar jugando en dos. ¿Y el equilibrio? ¿Y el juego mismo?

Ahora mismo un hombre juega a sostenerse y brincar en un solo pie. Lo presentan en el circo. Juega con su hijo. Y su hijo lo imita. Y los amigos de su hijo hacen lo propio cuando se reúnen. Todos andan brincando en un solo pie. Llegará el día en que lo normal sea esa condición, prescindir de una extremidad. Y alcanzar un ritmo que vaya acomodando la fisiología del cuerpo humano. Y reducir así las posibilidades de enredos y mal entendidos. El hombre se construye. Y así ha sido desde siempre.

¿Cuáles son los edificios más altos y cuánto miden? No importa el país ni la altura. Lo que sí es que es un afán de impresionar, entrar al récord Guiness, de ganarle a una potencia para convertirse en potencia. Un piso más alto, un metro más alto. Y la carrera por las alturas sigue como la carrera de las armas con sus guerras, como la guerra de las medicinas en búsqueda y generación de enfermos. Así vamos.

El pensamiento es una construcción. Intangible, sí. Sus bases sólidas son el dominio del lenguaje y de la lógica, para pensar mejor. Y en ello va incluido como ejercicios, como si fuera levantar paredes, el leer, el escribir, el debatir, el escuchar, el ver y analizar películas. Todo ello conduce a un pensamiento alto, a un edificio de pensamiento alto con bases muy sólidas, que ningún Hamelin arrastra ni cualquier payaso hace reír. Y no por cualquiera se aplaude. Y se aplaude con razones. Coas así. La construcción del pensamiento es un deber personal.

La piedra y el escultor son uno mismo. Las alturas físicas no tienen sentido si no se piensa en la altura de pensamiento y en la altura de miras. El fanatismo anida en lo bajo, en los pensamientos rupestres del 2023. El confundir la oscuridad con la luz, y las imágenes con la realidad, son pensamientos de tiempos remotos, cuando se hablaba de una Edad Media que subsiste, persiste y a veces parece que se impone. Es un acierto la expresión bíblica: "paz a los hombres de buena voluntad". Y esto refiere a que son de pensamiento alto.

Pero oh, destino del hombre con sus excepciones: esculpir hacia abajo.

 

 

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