Arma tu cine en la escuela
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Treinta años después me encontré con una señora que había sido mi alumna en la colonia Las Gaviotas. No estudió la preparatoria. Se quedó hasta allí. Y me dice:" me acuerdo mucho de la película Casablanca que usted nos puso en el grupo, con "Jampry" Bogar e Ingrid "Berman". "¿Todavía te acuerdas?, muchacha", le dije sorprendido. Era tema de la segunda guerra mundial. Y es mezcla de amor, sacrificio, guerra. Además es considerada una de las mejores películas de todos los tiempos.
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Todas las escuelas, de todos los niveles deberían tener un cineclub. Para ver, por supuesto, películas vinculadas al programa de estudios. Siempre será una sensación agradable estar viendo imágenes en movimiento sobre hechos que cuentan los libros de texto gratuitos. No dudo que hay escuelas que los tienen. Pero son garbanzos de a libra. Y se da porque hay un maestro que sabe lo que ello significa para los alumnos. Porque cada película resume lo que es el arte en general con la actuación, música, fotografía, vestuarios de época, etc.
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No importa que te digan, maestro, que en tu grupo solamente miran películas y videos. Lo que sí es que debes integrarlo a tu planeación, claro que por supuesto. Para que haya una programación. Sé de las dificultades para que las escuelas tengan cañón proyector, pero no hay peor lucha que la que no se hace. Cierto, se requiere una bocina que dé el sonido aproximado para la buena escucha. ¿Pero qué se le va hacer?, más que buscar la manera de resolver los inconvenientes. Y ¿cómo no reconocer a los maestros y maestras que invirtieron de su dinero en un proyector y lo utilizan en la enseñanza de su grupo? ¡Bravo!
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Las películas han de formar parte de una lista relacionada con los temas.Los asesores de zonas y las mesas técnicas deberían hacer una lista con la asesoría de los mismos maestros cinéfilos de tod9s los municipios. Dejando fuera las películas comerciales de zombies y balazos por todos lados, hay para todos los temas de las materias: sobre el origen del hombre (no religiosas, se aclara), sobre la Edad Media, descubrimientos, biografías de artistas, héroes de la república, Revolución mexicana, 1a y 2a guerra mundial, autoestima, superación, conflictos de adolescentes, etc.
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Cineclub y bibliotecas, claro. Solo que estas se encuentran en una dinámica obsoleta, como si los alumnos ya fueran lectores. Deben programarse actividades novedosas en las bibliotecas. Aunque caigamos en lo mismo: ¿Quiénes las propondrían y dirigirían? Pues sí, los maestros lectores. Pero ese es otro tema, sobre las bibliotecas. Volviendo a lo del cine club. Es necesario sacar de la dinámica rutinaria a las escuelas. Y el cine club es una buena alternativa (no la única, por supuesto).
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Ni tampoco lo del cine club es el descubrimiento del hilo negro y el agua tibia. Ya se ha hecho en muchas partes y desde hace muchos años (cuando menos desde que el cine es popular). Hasta se recuerdan funciones de cine especiales para algunas escuelas, sobretodo el Dia del niño. ¿Pero qué creen? Ese día especial para los niños de primaria en esas actividades de cuando van los alumnos en grupo al cine, les ponen películas de entretenimiento. Y pues así no. O cuando menos no me refiero a esa actividad en un cineclub escolar.
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Cerca de mi casa había un cine: El Popular. El techo era el cielo con estrellas (con paso de aviones incluido) y las bancas eran largas como de iglesia, pero rústicas a más no poder. Yo tenía 8 años y mi padre me llevaba de la mano. A la entrada compraba semillas de calabaza con sal, un pan de dulce para mí y refresco burbujeante. Eran momentos muy importantes para mi vida de niño bobo. Las películas eran de Los Almada, La India María, Julio Alemán, Toño Aguilar y así por el estilo. No era de lo mejor, pero era de lo que había. En esa lejana niñez yo me imaginaba que alguien movía las imágenes -como muñecos- por detrás de la pantalla. Pero no. Alguna vez me levanté para descubrir el truco. Y no lo había.
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Hace unas semanas fui jurado en un concurso de oratoria nivel preparatoria. La ganadora fue una muchacha de Nacajuca (25 km de Villahermosa). Impactante su participación. Imponente su discurso. Cuando terminó el evento hubo toma de fotografía general y me tocó aparecer junto a ella. "¿Quién te preparó?", le pregunté intrigado, por su muy buen desempeño. De hecho ganó por unanimidad de los tres jurados. Impecable dicción, volumen apropiado al momento, estructura del discurso, contenido con alguna cita, etc. "Para el discurso me ayudó la maestra; y para todo lo de oratoria, vi videos en Youtube", me respondió, para mi sorpresa, que refuerza mis ideas sobre la importancia de los medios tecnológicos a nuestro alcance.
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En el último grupo con el que trabajé en 2019, había tres niños que miraban los canales de Discovery Chanel y National Geographic. De lo que veían luego pedían espacio para explicarlo en el grupo, a lo cual se les daba oportunidad, según por los temas en que anduviéramos. Allí aprendí con ellos sobre los Hoyos negros y los Agujeros gusano, temas de Astronomía, en esa inmensidad del vasto universo. Asimismo otros del mismo grupo buscaban tutoriales de flauta barroca y guitarra.
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Ese año animismo vimos algunas películas, dos de las que habían ganado ese año el premio Goya: "La franja de Gaza", documental que trata del conflicto milenario entre Israel y Palestina (Tema conflictos bélicos en el mundo), y "Los campeones", largometraje sobre la inclusión, donde un entrenador profesional se gana una multa de tránsito por mal estacionarse, y el castigo administrativo fue entrenar a un equipo de basquetbol integrado por jóvenes con alguna discapacidad. Esta la vimos en la Semana de la discapacidad. Y hay muchas otras películas, largometrajes y cortos, además de los documentales, apropiadas a los tantos temas del programa escolar de cualquier grado y nivel. Pero además los alumnos los miran y escuchan con atención, les brillan los ojos por aprender de esa manera, con alegría, emoción y gusto.
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