El arma más poderosa: El libro

Una condición para el cumplimiento de la obligatoriedad de la educación básica, es que el Estado mexicano garantice la gratuidad tanto de la escuela pública, como de los libros de texto. Lo seguirán siendo, sin duda alguna. Hay muchas razones. Tanto históricas, como de lógica elemental. Reflexionemos al respecto. Cuando se argumenta sobre el proceso educativo uno de los temas más importantes y crucial, es el libro. Precisamente es en ese objeto apreciado donde se concentra el pensamiento humano: las ideas, los conocimientos, las reflexiones, la visión de futuro, los análisis, el recuento de todo. Sin los libros nada somos. O poco somos. Así de grave. Así de importante. La civilización, a como la conocemos, le debe su origen al libro. Lo cual lo aprendimos en uno de ellos. Habremos de hacer recordar que la frontera divisoria entre prehistoria e historia tiene que ver precisamente con el invento de la lengua escrita. Los libros considerados como sagrados, son de los libros más amados. Son llamados “best seller”. Quienes los leen (y son muchos los que los han leído) fijan su ruta de vida, entienden el origen, con esos elementos que los libros les proporcionan. Uno de ellos en el mundo occidental es La biblia. Los libros de ciencia y filosofía proporcionan otros elementos para comprender lo que sucede en y con la vida, el origen de la materia y de la misma vida, el futuro, etcétera. La enciclopedia, por ejemplo, es uno de los esfuerzos más importantes de la humanidad por concentrar el conocimiento humano. La idearon y crearon, a como la conocemos, esos franceses sabios que urdieron el conjunto de libros donde cupiera todo o casi todo el conocimiento humano. Conocidos como enciclopedistas son Diderot, quien la dirigió junto con d'Alembert; y quienes la redactaron Rousseau, Turgot, Montesquieu y otros pensadores en el siglo XVIII. Por la importancia que tiene el libro en el desarrollo humano han sido creadas las bibliotecas en todos los tiempos y en todos los países. La sociedad logra avances considerables a través de la lectura y la aplicación de los conocimientos en la vida diaria, en el trabajo, en la ciencia, las artes y la cultura. Sabiendo de la importancia del libro, José Vasconcelos, como Secretario de Educación en nuestro país (que lo fue en dos periodos del siglo pasado, (1921 - 1924), (1921 – 1924), impulsó un trabajo editorial sorprendente; diríamos radical. Inició una cruzada nacional por la lectura. Circularon libros por todas las escuelas. Se editó material de lectura para todas las edades. Precisamente cuando en nuestro país se consagraba en la Constitución la gratuidad de la educación básica, quedaba cojo, ciego y manco, dicho precepto, mientras los libros de texto no fueron gratuitos, a como lo empezó a ser, luego que el Lic. Adolfo López Mateos creó la Comisión Nacional de los libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) en el año de 1959. La premisa del presidente era: "poco puede hacer la escuela por los niños si sus padres no tienen recursos para comprarles los libros de texto". De allí a la fecha se ha consolidado la Conaliteg, y distribuye todos los libros para las escuelas por todos los rincones de nuestro país. Este proceso de entrega se hace con el apoyo de diversas instituciones, entre ellas la Secretaría de la defensa nacional. La Conaliteg se aplica en el cumplimiento de su máxima: “Para cada escolar sus libros”. Y “Ningún niño o niña sin sus libros”. Está por demás decirlo: incluyendo los libros para los grupos indígenas en su idioma. Y los de educación especial para quienes los necesitan. Es un hecho indiscutible que la mayoría de los mexicanos estudiamos gracias a la educación pública, y gracias a la gratuidad de la educación y de los libros de texto. Precisamente por eso la defendemos a capa y espada. Y la defenderemos. La escuela pública se fortalece cada vez que los docentes se preparan más, al igual que los directivos. Y la fortalecemos cuando las escuelas se encuentran trabajando cumpliendo el calendario y la jornada escolar. Es de tal magnitud el proceso educativo, y la responsabilidad de maestros, directivos, administrativos y padres de familia, que es allí donde se fortalecen los valores, se construye -en los niños y niñas- el pensamiento lógico, coherente y claro, para la mejor toma de decisiones. Es allí, en el centro escolar, donde se comprende la función histórica del individuo, se fortalece el trabajo en equipo, se construye y redimensiona el concepto de la paz. Y a todo ello contribuye, sin ninguna duda, el libro. En palabras de Jorge Luis Borges sobre la importancia del libro: “Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros". “De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación”.

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