Instrucciones

Acostumbra leer antes de dormirte, para que sueñes algo novedoso y no precisamente de espantos que se originan a causa de tus miedos. Lee sobre historias de amor y otros dulces conocidos. Sobre amistades que en las historias por ahora andan lejos. O familiares que hicieron gala de tus días. Al amanecer lee sobre lo que acontece a diario. Y no te ofusques si no encuentras buenas noticias. Todo sucede tan de prisa:  guerras que inician; relación de accidentes; turbios manejo en la bolsa. Y nada humano me es ajeno dijeron en la historia. Sueña en las mil posibilidades del día. Ese rostro conocido se aparece. Las palabras dichas de alegría se repiten. El bosque no es precisamente la suma de sus árboles con hojas. El olor a arbusto, a pasto recién cortado, flores en plenitud de su aroma. Acostumbra leer a cualquier hora del día. Y escribe la crónica de cuitas y alegrías como si fueran propias. Atesora palabras mientras otros atesoran mentiras. Y por eso saltan del tedio al enojo como rutina. Lee y escribe en el plano de las vegetales hojas. Este viernes contará y cantará sus propias historias.

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