Adiós

A veces la palabra adiós es todo un poema. Lo mismo la palabra bienvenida. Antípodas que se juntan y contagian en ese elemento agua de la liviandad. Y han estado en nuestras vidas como trayectos seguros del destino. Un adiós que fue dolor o bendición transforma nuestra vida para bien. Queda como dato en la historia de los días. Y cuando son las bienvenidas. El anhelo de vivir la dicha eterna que termina a veces en minutos. Alados pájaros son la felicidad. Veletas movidas por el viento. Tiempo perdido y reencontrado es renovarse en la acción de dar gracias a la vida. Mientras tanto.  Sucede la vida. Con sus amplias avenidas con curvas en manzanas señaladas. Con sus vaivenes como juegos de feria que trastornan. Para elegir sin tiempo la derrota, el abismo, la ola del destino.

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