Infierno

Han de cantar exactos los perseguidos, los señalados, los desterrados. Los que se cubrieron de gloria en el paraíso de las acusaciones. Dijeron que comían niños, y ellos solo soñaban un mundo mejor donde comieran bien los niños. No hay razones de fondo. Solo que el infierno estaba instalado aquí en la tierra. Sin otras vidas de por medio. En esos callejones sucios. En esos trabajos de cloaca por 20 centavos la hora. Con ese opercout de derecha por el hambre metida hasta los huesos. Por esa ceguera moral de no es asunto mío, no es mi caso, ni me afecta. Y así fuimos transitando. Fortaleciendo los sentimientos del odio. Es mentira el rompimiento de la capa de ozono. Fuiste señalado por acercarte a los afectos de los otros. Por los tantos vituperios contra el que nada roba y nada teme. El ejército del mal, con proverbios de Babel. Para salvaguardar conductas. Y vender en oferta los certificados de hacedor de buenas obras. Iracundos dan latigazos contra los que no tienen defensa. Héme aquí. Infierno es el odio, la indiferencia. El tomad protesta hacia lo mío, lo propio. Jugando dominó con los cantantes que esgrimieron su voz como defensa de las causas perdidas.

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