París bien vale una misa

París bien vale la pena un café

Un mirarse en el espejo de tus ojos.

Un enlazar y tejer mi palabra con tu palabra

Un soñar juntos en la posibilidad de la dicha.

Y basta una sonrisa 

Y caminar sin que importe

el qué dirán

Que los necios siempre buscarán

astillas  en los otros 

sin ver sus propias vigas.

Tomar tus manos es sentir cerca el cielo

Es el anuncio de que el paraíso es nuestro.


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