Me gusta, me encanta

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Sí, me refiero a los famosos "like". Que los vamos contando. A veces son pocos. A veces son muchos. Y de alguna manera nos orientan si somos ocurrentes en lo que publicamos, si tenemos varios amigos solidarios, y todas las combinaciones posibles para que se dé, no solo el like, sino el me importa, el me enoja, o me entristece.  

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Siempre hemos leído qu falta también el no me gusta. No estoy seguro. Lo que sí es que siendo estos iconos símbolos de la vida moderna, mediatizada, es también una forma de interactuar con las personas que publican a diario alguna fotografía, algún comentario, o algún texto, como es mi caso.

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Me gusta escribir como un ejercicio de disciplina diario. Me encanta que me quede un texto medianamente bien hecho. Me doy el tiempo de 7 a 10 de la mañana, le selecciono una o varias fotografías a manera de ilustración, y a la carrera lo subo, como la cenicienta, rigurosamente antes de las 10 am. Luego, en el transcurso de la mañana lo vuelvo a revisar para corregirle las erratas, sean de dedo, o de error simplemente.

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Me enojan los abusos, sean estos de las personas, o de los gobiernos. Suceden a diario. A veces son de maltrato animal. Y uno no se imagina qué pasa por la mente desequilibrada de quienes lo hacen. Me enoja realmente e imagino el sufrimiento. Y pasamos la mañana rumiando el enojo. Tenemos las imágenes en nuestra mente. Pero al contrario, me encantan quienes salvan animales, quienes tienen sus asociaciones filantrópicas que ayudan a animales o a personas. Se requiere esa solidaridad entre civiles, y de civiles ante la vida animal, y más allá de quienes cuidan la naturaleza.

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Mas la mente nuestra es como si fuera un espacio vacío de emociones y debemos llenarlo a diario, pues es mejor con cosas y situaciones que nos encantan. Con imágenes de belleza, sea este el concepto que tengamos de esa palabra que significa tanto y que es el móvil humano: belleza. Mas hay quienes lo llenan de sentimientos negativos, egoístas, de odio, y en fin que el mundo así es.

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Me encanta la solidaridad, la hermandad, la siembra de plantas en las casas, su cuidado. Me encanta la sonrisa que es como un pasaporte de entrada. Me encanta cuando suena la campana de las iglesias, e interpreto el llamado a congregarse y orar por uno, la familia, por todos.

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Me gustan las charlas interminables, el mirarse a los ojos, con ternura, con amor. Me encanta la luz que devela lo que existe, los colores y sus distintos matices. Me encantan las formas, las líneas, las curvas, las rectas, los puntos de unión. Me encantan los sonidos en armonía, el murmullo del viento, el golpeteo amoroso de la lluvia en la tierra y en los techos. El olor de la tierra mojada. Y esa mezcla de voces que tienen los vecinos en las mañanas, que se reúnen para disipar acompañados el aburrimiento.

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Me encantan tus mêmes, tus fotos, tus viajes, tus actividades, tu solidaridad, tu sonrisa, la tranquilidad que proyectas, tu mirada de inteligencia, tus enojos cundo algo sale mal, cuando alguien no hace bien las cosas. Me encanta caminar, correr, volar, soñar, anhelar. Le encuentro formas a las nubes. Me encanta escuchar las canciones de los grandes compositores, (Vamos amarraditos, Luna de octubre, El andariego, Caminos de Guanajuato, Soy lo prohibido, etc), sobretodo admirado por escuchar amanera fácil con las que van zurciendo las palabras, y van tocando nuestros corazones y almas.

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Me encantan mis memes y mis fotos, los poemas que me gustan y comparto. Solo que yo nunca me atrevo a ponerle me gusta o me encanta o me importa a lo mío. Cierto pudor. Pero que otra persona lo haga, me motiva a seguirle en este mundo moderno en los que nos tiene atrapados el internet con sus redes sociales.

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Recuerdo vagamente que hace 40 años, en Villahermosa, un dueño de negocio, en el centro de la ciudad, tenía en la parte de afuera, un vozarrón donde anotaba una noticia diaria, o un pensamiento o poema. Me gustaba pasar por allí. Era como en 1980 del siglo pasado. quiero decir, que cuando estas formas nuevas con internet parecen muy nuevas, el ser humano siempre ha tratado de comunicar lo que siente y piensa.

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Y si nos remontamos más atrás, tenemos las pinturas rupestres en muchas partes de la tierra, donde nuestros abuelos y bisabuelos pintaban en las paredes escenas de caza y algunos corazoncitos (de bisonte) atravesados por una flecha. Y más acá en los circos romanos, principalmente el emperador hacía la señal de me gusta o no degusta con su mano, y significaba la vida o la muerte de algún gladiador. 

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Ah, déjenme terminar con un me enoja,  y referente a  esas autoridades huleras del futbol mexicano que quieren aplicar el castigo a la selección femenil, por sanciones a los juegos de la selección varonil donde la afición gritaba pe- u- te- o-, como verdadero grito homofóbico. Y no solo no me gusta, sino me enoja.

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Pero mejor termino con un Me gusta y me encanta y me importa: la vida y todo lo que el hombre hace por disfrutarla de buena manera, incluyendo principalmente el amor y la amistad, que de eso pido mi limosna, por decirlo de esa manera. Un abrazo a todos en este domingo de sol y de alegría que rebosa mi pecho.

*fotos tomadas de internet.

Me ayudas mucho si compartes este texto. Lo agradezco de antemano.