Borrador

1

Para una mejora sustancial de la educación en el país, para formar buenos ciudadanos, se requiere hacer un alto y poner en la misma sintonía a la mayoría de agentes que inciden en la educación de nuestros niños y niñas, de nuestros jóvenes. Como cuando un carro está en el fango, si lo van a sacar se requiere que las personas que fueren, diez digamos, empujen hacia la misma dirección, y no cinco empujando de la parte de atrás, y en contraposición, cinco empujando de la parte de adelante.

2

Hace como 20 años lo comentaba con un funcionario amigo -no escribo nombre-. ¿Qué hacer?, era la pregunta, y nos referíamos al asunto educativo. Y su respuesta fue tajante: "se debe declarar emergencia nacional". Lo dijo entre serio y sonriente, esperanzador. Yo me quedé pensando en la respuesta. Yo sabía que él tenía razón, porque a diario estaba metido en temas educativos, fuera en análisis, fuera en visitas a centros escolares, y metidos estábamos en lecturas sobre resultados. Y concluíamos, una, que la mejor evaluación de la educación era mirar hacia dónde nos dirigíamos en lo cotidiano, tanto en el centro como en la periferia, tanto de las ciudades, como del país mismo.

3

Para solucionar el problema se requiere conceptualizarlo primero, y a partir de allí tomar las medidas correspondientes. De otra manera es imposible. Como en la cura del alcoholico: reconocer que le afecta en su vida personal y familiar. Y a partir de allí se puede salir. Lo otro es negarlo, no reconocerlo, "yo dejo de tomar cuando yo quiera", dice. Y se aferra a esa peregrina afirmación. Cuando sabemos que eso no es posible en la mayoría de casos. Podemos seguir así como vamos. degradación en todos los frentes de la vida. Lucro. Asaltos. Acosos. Feminicidios. Suicidios. Corrupción. inseguridad. Etc. Y todo ello está relacionado con la educación. Pero en el concepto amplio de la palabra. En la que es la educación responsabilidad de todos.

4


 




Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam