Gozoso primer aniversario de la Cueva de los alebrijes

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Con la primera sesión del 2023, el taller literario La Cueva de los alebrijes cumple un año ya. Se va rápido el tiempo. Invitado por Jaime Ruiz y Delia Cantoral, inicié esta maravillosa aventura de coordinar las reuniones cada sábado oficialmente de 4 a 6, aunque la emoción en las pláticas nos llevan a las 7, 8 y en ocasiones hasta las 9 de la noche.

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El taller es para principiantes que no han escrito nunca nada, pero que quieren escribir, tienen el gusanito de escribir y es para quienes ya escriben pero quieren mejorar escuchando opiniones de otros sobre sus textos. En este año han llegado aproximadamente 15 personas. Todos ellos nobles, sencillos, diferentes, y con diferente bagaje en relación a lecturas.

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La edad no hace la diferencia. Esta la hace la visión qué cada uno tiene sobre el oficio o carrera de ser escritor. No es que todos vayan a ser escritores. Pero de seguro sus textos y su forma de hablar mejora considerablemente. Los textos mejoran porque los demás integrantes detectan errores que él no ve. Aunque el autor tiene el derecho de aceptar o no las sugerencias, pero eso ya es otro asunto.

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Han llegado jóvenes con mucho experiencia que alimentan y refuerzan la alegría de la vida y la esperanza de una mejor sociedad. Y personas con experiencia qué escriben y enriquecen las sesiones con sus pláticas. De tal manera que el grupo se complementa en esa mezcla de edades, cisones de futuro y pareceres.

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No menciono nombres de quienes han llegado porque por mi mala memoria voy a olvidar a alguno o alguna y no quisiera. Pero sí puedo anotar de los que llegaron este sábado pasado y partieron rosca. Aparte de los anfitriones Jaime y Delia, estuvieron Nancy Balleza, Don José Fernández, Ihoan Barrera, Ángel mendoza y un servidor.

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Pero hay otros asistentes,  qué por alguna razón no asistieron. Además qué no se pasa lista, ni se marca retardo, ni obligatoriamente estar toda la sesión o quedarse a la charla posterior al fin de la sesión. Hay confianza y hay charla interminable, y sin duda hay trabajos literarios de cada uno de ellos.

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Es el género el qué escoge al escritor y no viceversa. Muchos quieren ser poetas y se esfuerzan sobre manera a juntar palabras, dividen un enunciad9 en dos y tres partes para que parezcan versos, y no. El poeta lo es aunque no quiera, porque su pensamiento es poético, y así escribe, sin razonable qué va escribiendo. A diferencia del narrador qué puede.manejar a los personajes a su antojo. Puede casarlos, castrarlos, ca sarlos, calarlos, matarlos, que sufran, gocen, etc. Y esto va de acuerdo a su imaginación, creatividad y razonamiento. El poeta no. A este como que alguien le dicta y se somete al dictado.

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Un año ya. Y es maravilloso. Hay quienes no han escrito nada, pero quieren escribir. Y tienen que empezar. ¿Sobre qué? Sobre su vida, sobre algo que soñaron, sobre un viaje, sobre algún tío o tía que admiran, sobre dios, el diablo, los ángeles,  sobre una novia que fue muy amada, sobre alguien que quisieron y nomás no se les hizo, etc. Puede ser real, ficticio o mezcla de ambos.

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Al que le da flojera leer, al que no lee aunque se le recomiendo da, no debe ni llegar a un taller. Solo es pérdida de tiempo. Bueno, no tanto, porque escucha de lo que se habla y aprende. Y lee lo que otros escriben. Pero escribir y leer son dos caras de la misma moneda. Leer le da otra perspectiva al taller isla sobre lo que ya se ha escrito. Y puede en el inicio copiar estilos. Y poco a poco va creando su propia voz, su propio estilo. Se sugiere escribir mucho, leer mucho, y observar mucho. Vivir mucho, se dice.

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En el taller literario hemos tenido la grata y edificante visita de los escritores Balam Rodrigo, Álvaro Solís Castillo, Lorenzo Morales y la escritora Erika Rodríguez Padrón. Con trayectoria conocida en la creación y promoción cultural, nos han comentado sobre su experiencia en su carrera literaria, y nos compartieron algunos secretos que les han funcionado, así como la manera como han gestado algunos de sus libros. Se los agradecemos y siempre serán bienvenidos de nuevo. Coinciden en la importancia de leer mucho y de la disciplina en escribir. Menciono aparte al escritor Hilario Feria Pérez, porque junto a sus visitas, igualmente forma parte del taller. Y Francisco Payró nos visitó, pero ese día jugaba México en el mundial pasado y no llegó alguno de los talleristas. Y Cristian Cerino nos obsequió "libretas de mar". Otros escritores y escritoras han aceptado la invitación para acompañarnos. A Érika, Balam, Álvaro, Hilario, Francisco, Lorenzo y Cristian, gracias de corazón. Si olvidé a alguien es mi Alzheimer prematuro.

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Celebro con mucha alegría este aniversario uno que hemos cumplido. Y vamos por más. A quienes me han dicho, de otros estados, que por qué no abrimos una sucursal virtual del taller, aquí les escribo mi dirección electrónica (asolac100@hotmail.com), para que se comuniquen, pueden mandar por allí sus textos, les doy una opinión con sugerencias. Y cuando haya unos cinco inscritos, fijamos fecha y horario para interactuar vía plataforma virtual zoom o cualquier otra. Salud y alegría para todos. 

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En el taller hay café y a veces alguien lleva pan o galletas y las compartimos.  Bienvenido al segundo año del taller literario La Cueva de los alebrijes en Casa Alebrijes, Hidalgo 404, Villahermosa, Tabasco. Atrás del parque los Pajaritos. Ah, porque luego preguntan: no se cobra la entrada ni la salida. Solo se agradece sus contribuciones en pan y café. ¡Oh, el café!.