A veces la vida te tira un gancho al hígado

1
En un símil del boxeo, del que soy aficionado, sobretodo al de hace como treinta años y más, a veces la vida te pone contra las cuerdas o te arrincona. Y tú ya no sabes qué hacer. Y siguen los golpes hacia ti arriba y abajo. Y peor es cuando te tira a la lona y escuchas el conteo del referee, del tercer hombre sobre el ring. Y todo te da vueltas. Y te levantas con el rostro como diciendo: que si anotaron las placas del vehículo que te atropelló. Y sigues, más que dando, recibiendo golpes. Hasta que suena la campana. Dice la canción: "los caminos de la vida no son como yo pensaba, no son como yo creía". Pero, te salvó la campana, y tienes apenas un minuto para recuperarte.
2
Muchos y muy buenos boxeadores había entre los años 60s y 80s. Las peleas eran a diez rounds. Y las de campeonato mundial, eran a quince. las de campeonato nacional o continental eran a doce. Y hay peleadores y peleas muy famosas, por la entrega y el pundonor de ambos púgiles. Cada rotunda era de 3 minutos por uno de descanso.
3
¿Y por qué a mí?, preguntas al cielo, a una deidad, o al Dios mismo, cuando las cosas que emprendes no te salen bien, cuando parece que para ti son todas las derrotas a repartir, cuando todo te sale mal, diría la canción de Alex Lora, como soundtrack indetificable de tu vida, aunque más bien de algunas etapas de tu vida: "...yo le echo muchas ganas pero.../ nada me sale bien/ si digo que es blanco/ resulta que es negro/ si digo que es águila/ seguro cae sol/ si estoy en el cielo/ me siento en el infierno/si piensas que me amas
estas en un error.../"
4
precisamente esa es la mejor enseñanza para los niños, la de levantarse y seguir al frente, como si nada. Si hay qué llorar, hacerlo, y listo, pero seguir. Nadie en la vida está excento de malos momentos, de derrotas que parecen insuperables, de caídas donde nadie espera levantarse. Y hasta hay quienes te ven tirado y se alegran. Se dice que la diferencia entre entre las personas es entre quienes caen y se levantan y quienes se quedan tirados, derrotados. Se requiere sí, educar la mente, pero asimismo se requiere forjar el espíritu.
5
Memorables fueron las peleas entre Mohamad Alí y Joe Frazier. Dos pesos completos no solo por el peso mismo de sus cuerpos, sino por la entrega en las peleas. Dos grandes robles de buena madera. Ya he de investigar bien si fueron tres o cuatro peleas, y compartieron derrotas y triunfos, quedando finalmente a favor de Alí, el hablantín, el irreverente negro, el bailador boxeador, el que parecía burlarse de sus rivales con esa manera de bajar completamente la guardia y mover sus pies como si estuviera danzando en pasos de ballet.
6
Entre esas memorables peleas entre los dos gladiadores, hay una en la que se pone de ejemplo tanto el que motiva, como el que no se rinde. El que motiva es su manager Angelo Dundee. Es el round número 12. Y Alí ya no puede más. Ha recibido andanada de golpes, y algo menos o más los ha recibido asimismo Frazier, su rival. En el descanso le pide a su manager que "tire la toalla", que ya no puede más. "Aguanta otro round nada más", le dice. Y sale Alí a otro round más, que siendo de tres minutos, en esas circunstancia le parecen eternos. Suena la campana finalizando el round 13. Y en el descanso Alí le suplica al manager, que "ya, que ahora sí, que tire la toalla, que ya no puede más. "Hazme un favor, sal solamente para el siguiente, tú puedes otro round", le dice su manager.
7
Y Alí sale para el 14. A como puede va hacia el ring, lo mismo que Frazier. Ambos tiran lo que pueden, reciben lo que pueden, y sus pies los sostiene de milagro a ambos. Solo que cada uno percibe el sentir propio, y no el del otro. Y ciertamente así nos pasa en la vida. Vemos la felicidade de los otros de cara afuera, pero no sabemos cómo andan hacia dentro, o al interior de sus familias o empleos.
8
A veces mi vehículo anda mal. Lo llevo a un taller. Y a los pocos días le falla otra cosa. Y lo vuelvo a llevar. Y miro apesadumbrado circulando vehículos de años más antiguos, con llantas lisas, etcétera, y como si nada. Y digo. esto solo me pasa a muy a mi auto. A eso me refiero con este tema. Pero hay lecciones, y excelentes, como lo de esta pelea que comento.
9
al sonar la campana para el descanso, lí semidesmayado llega hacia su esquina. Se deja caer en el banquillo. Y le dice a su manejado que ahora sí, que ya no puede más, que tire la toalla, que está rendido y molido. Que los brazos ya no los puede levantar. Y los pies no lo sostienen. Y su maneador, el gran Ángelo Dundee le dice que está bien. que no tirará la toalla, que lo comprende. Pero solo le pide un solo favor. Que al sonar la campana haga un esfuerzo de levantarse y de ponerse al centro del ring, que eso es todo. Alí entiende que al llegar al centro del ring su manejado tirar´la toalla, en señal que su peleador con continuará. Y se levanta con sumo esfuerzo. llega al centro del ring. Y Joe Frazier no puede levantarse. Y el referee da por terminada la pelea a favor del gran Mohamad Alí. Lección: hay que levantarse y salir al centro de la vida. Que esta siempre nos tiene una sorpresa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam